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Jornada de la Campaña del Rosario, Bahia Blanca Convention of the Schoenstatt Rosary Campaign in Bahia Blanca Tagung der Verantwortlichen der Kampagne in Bahia Blanca |
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Misa en presencia de las tres Auxiliares, y el cuadro de la MTA para el futuro Santuario filial Mass in presence of the three Auxiliaries, and the MTA picture for the future Daughter Shrine Messe in Gegenwart der drei Auxiliares und des MTA-Bildes für das zukünftige Filialheiligtum |
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Participantes Participants Teilnehmer beim Vortrag Fotos: Zunini © 2005 |
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ARGENTINA, Diana Zunini. Tuvo lugar recientemente en Bahía Blanca la Jornada Arquidiocesana de la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt. Estuvo marcada por el anhelo de construir un Santuario filial en la arquidiócesis y por cuidar la herencia de la capilla en Paso Mayor, huella y legado del Padre Kentenich, donde se experimenta su intercesión paternal desde aquel 13 de abril de 1952, cuando llevó y bendijo el cuadro de la MTA para esa capilla, implorando de Ella las gracias del Santuario.
A las 9hs, comenzaron a llegar los representantes de distintos puntos de la extensa arquidiócesis. Todo estaba preparado, el "Santuario de la jornada", con las tres imágenes Auxiliares, las cruces que acompañan a las imágenes: la Cruz de la unidad, la Cruz del Tabor y la Cruz de la Resurrección; la foto del Padre Kentenich y también la de Don João. Se inició la jornada con la charla el P. Adrián Martínez, que mostró como María, desde hace 53 años, sigue abriendo caminos en estas tierras y encauza el anhelo de construir un Santuario filial de Schoenstatt en la arquidiócesis.
Piedras vivas del templo de Dios
El P. Adrián en su charla destacó la importancia del Santuario: un Santuario material signo de la pertenencia a la gran Familia internacional, signo del misterio de Schoenstatt presente en el lugar, como también la importancia de la construcción espiritual, aporte de Schoenstatt a la Iglesia. Y un Santuario espiritual, constituido por las "piedras vivas del Templo santo de Dios" (San Pedro) que debe ser cada miembro de la Familia. Una construcción arraigada en un terruño histórico: Paso Mayor, que participará de las palabras proféticas del Fundador: "a la sombra de este Santuario..."
Finalizó diciendo el P. Adrián: "Me lanzo a conquistar y construir aquel Santuario que sea signo de pertenencia a la Familia en todo el mundo y claro vínculo con el Santuario Original"
Cuando promediaba la charla del Padre Adrián llegaron dos misioneras portando el marco del cuadro de la Mater para el futuro Santuario filial, un signo de la Providencia
Un verdadero ejemplo para un nuevo apostolado de los laicos
Luego de la charla hubo trabajos en grupo. Se dialogó sobre la pregunta: ¿qué caminos se abren para el Santuario y qué otros podemos abrir nosotros?, a la luz de las pláticas del P. Kentenich en Paso Mayor.
Algunos pensamientos que resumen el trabajo:
"Sentimos que la Madre de Dios ha dirigido su mirada hacia nosotros, pero
también la responsabilidad para que aquí "jamás dejen
de sonar las campanas de Pascua".
Debemos conquistar el lugar con nuestra visita frecuente y animar a más peregrinos y misioneros a que se acerquen llevando abundantes aportes al capital de gracias y recordando que Ella es la "Reina del Pan", la Reina de cada una de nuestras familias. Así dejamos en sus manos nuestras necesidades y las de nuestro pueblo: salud, trabajo, fortalecimiento espiritual"
Durante la jornada se recibió la visita de Monseñor Mayer, arzobispo emérito de Bahía Blanca que conoció al P. Kentenich y participó de un retiro que dio el Padre cuando estuvo por esta tierra. Destacó su sencillez, amabilidad, obediencia. "Un verdadero ejemplo para un nuevo apostolado de los laicos. Y Schoenstatt es esto", dijo abriendo sus brazos para abarcar a los más de 70 misioneros presentes.
Todo concluyó con la Santa Misa en la Capilla Santísima Trinidad, con la presencia del Director nacional del Movimiento, P. Guillermo Carmona, que ese día predicaba para la Obra familiar y se acercó a compartir la Eucaristía.
Luego llegó la despedida. Todos podían experimentar las palabras del Acta de Fundación: "¡qué bien estamos aquí!". Partieron con la tarea de llevar en el corazón a la Mater, al Santuario, para servir con mayor amor a la Iglesia, como lo hizo el Padre y Fundador y su discípulo Don João.