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 published: 2005-07-12

"Una Iglesia joven y llena de vida"

Encuentro diocesano de Familia de Schoenstatt en Bujumbura

Schoenstatt-Heiligtum auf Mont Sion in Gikungu, Bujumbura, Burundi

Santuario de Schoenstatt en Monte Sión Gikungu, Bujumbura, Burundi

Schoenstatt Shrine in Mont Sion Gikungu, Bujumbura, Burundi

Schoenstatt-Heiligtum auf Mont Sion in Gikungu, Bujumbura, Burundi

 
Schoenstatt-Heiligtum auf Mont Sion in Gikungu, Bujumbura, Burundi  

Peregrinos en el Santuario

Pilgrims in the Shrine

Pilger im Heiligtum

 
beim Schoenstatt-Heiligtum auf Mont Sion in Gikungu, Bujumbura, Burundi  

Ya en la mañana del sábado llegaron los primeros miembros del movimiento, que llegaban a pie desde diversas colinas. Los primeros en llegar fueron sobretodo jóvenes (Pioneros y Aliadas) y niños de la escuela primaria (Apóstoles de María y Escuderos). Al atardecer del sábado podíamos constatar que habían llegado más de 500 schoenstattianos, incluyendo las ramas de madres, de familias, de jóvenes y niños. En total esa noche: 280 schoenstattianas y 240 schoenstattianos.

Early in the morning of Saturday the first pilgrims arrived, after walking from far; children and students first, then also adults.

Schon am frühen Samstag-Nachmittag kamen die ersten; von weit her waren sie seit den frühen Morgenstunden zu Fuß unterwegs. Zunächst kamen vor allem die Jugendliche und viele Primarschüler. Langsam kamen aber auch die Erwachsene: Mütter, Männer und Familien. Man zählte an diesem Abend 280 Schönstätterinnen und 240 Schönstätter.

 
beim Schoenstatt-Heiligtum auf Mont Sion in Gikungu, Bujumbura, Burundi  

Los schoenstattianos de Bujumbura, Burundi vinieron en gran número al llamado para vivir un día de Familia en Monte Sión Gikungu. Había presentes más de 3.000 fieles, de los cuales alrededor de 2/3 eran miembros de la Familia de Schoenstatt.

Die Schönstätter von Bujumbura, Burundi, kamen zahlreich zum Aufruf einen Diözesantag zu erleben. Von den über 3’000 anwesenden etwa 2/3 waren Mitglieder der Schoenstattbewegung.

 
beim Schoenstatt-Heiligtum auf Mont Sion in Gikungu, Bujumbura, Burundi

Sobretodo fue impresionante el momento del ofertorio, donde los schoenstattianos aportaron muchos dones destinados a los presos en la cárcel de Mpimba en Bujumbura. Se trataba sobretodo de comestibles: 1 tonelada de mandioca (producto comestible local, como las papas), plátanos, etc. Al ver todo esto pensábamos en la viuda pobre del evangelio que daba de su pobreza todo lo que poseía.

Offering of the gifts. It was impressive to see how the people brought loads of food for the prisoners of the central Bujumbura jail

Beeindruckend war die Gabenprozession, in der die Schönstätter über eine Tonne Maniok, Bananen und andere gesammelte Lebensmittel für die Gefangenen im  Zentralgefängnis Mpimpa in Bujumbura zum Altar brachten. Wir dachten an die arme Frau im Evangelium, die von Jesus gelobt wurde, weil sie mit Liebe von ihrem wenigen alles gegeben hatte.

 
beim Schoenstatt-Heiligtum auf Mont Sion in Gikungu, Bujumbura, Burundi  

Después de la misa unas lindas danzas en honor de nuestra MTA animaron la atmósfera en medio de la alegría general y de los aplausos.

Dances followed Holy Mass

Nach dem Segen vor dem Heiligtum  gab es wunderschöne Tänze, begeistert kommentiert und beklatscht von der Pilgern.

 
beim Schoenstatt-Heiligtum auf Mont Sion in Gikungu, Bujumbura, Burundi  

Después de la misa hubo unos 500 schoenstattianos que se quedaron a compartir unos sandwiches y bebidas bajo una gran carpa, donde también fue presentada una obra de teatro que gustó mucho a los presentes.

Some 500 Schoenstatt members stayed sharing refreshments and sandwiches; the Boys’ Youth presented a theater.

Nach der Messe etwa 500 Pilger blieben noch unter dem Pilgerzelt, wo Getränke und Sandwichs serviert wurden. Alle aßen und wurden satt... Eine Schönstätter Jungmännergruppe spielte noch ein Theaterstück.

Fotos: Jeria © 2005

 

 

 

BURUNDI; P. Othomar Landolt. Hace mucho tiempo que la Familia de Schoenstatt de la diócesis de Bujumbura tenía el anhelo de poderse encontrar. Sin embargo, no era fácil hacerlo, debido a que existe allí un gran número de schoenstattianos y la situación de guerra impedía el desplazamiento de la gente. Además faltaba experiencia, por lo cual no sabían bien cómo organizar tal encuentro. Aún así, asistieron muchísimas personas, más de la que imaginaron... unas 3.000 aproximadamente!

Muchos schoenstattianos habían organizado peregrinaciones masivas a su Santuario de Monte Sión Gikungu, y también se habían llevado a cabo muchas veces encuentros de dirigentes de la Familia, sin embargo, hasta ahora no había sido posible encontrarse como Familia de Schoenstatt en forma masiva.

El amor lo supera todo

Así fue como se organizó un comité bajo la dirección del P. Genaro Gateretse, Director Diocesano del Movimiento, e invitaron a toda la Familia de la diócesis (distribuida en las parroquias de la ciudad y de las mil colinas rurales que le circundan) para el domingo 26 de junio. En ese momento reinaba aún el torbellino de las elecciones parlamentarias, con toda la efervescencia que significa, y un grupo guerrillero, que aún no se había plegado a los acuerdos de paz, hacía de las suyas en la región. Por eso, no sabían si los schoenstattianos responderían al llamado. Y resultó ... ¡fueron! El encuentro tenía lugar el domingo, pero ya en la mañana del sábado arribaron los primeros miembros del movimiento, venidos a pie desde diversas colinas. Los primeros en llegar fueron sobre todo jóvenes (Pioneros y Aliadas) y niños de la escuela primaria (Apóstoles de María y Escuderos). Al atardecer del sábado podía constatarse que habían llegado más de 500 schoenstattianos, incluyendo las ramas de madres, de familias, de jóvenes y niños. En total esa noche había 280 schoenstattianas y 240 schoenstattianos en el lugar. En verdad no estaban preparados para recibir a tanta gente, por lo que surgieron algunos inconvenientes a la hora de alimentar y alojar a tanta gente. Sin embargo, pudieron solucionar todos los problemas con la ayuda solidaria de todos los presentes y gracias a la generosidad maternal de las Hermanas de María, que solícitas velaban por todos los pequeños y los grandes detalles. Realmente era emocionante ver cómo la gente rezaba y cómo acudía al sacramento de la reconciliación. Gracias a Dios, esa noche reinó una gran calma y no hubo ni tiros ni violencia de ningún tipo en los alrededores.

Solidaridad con los más necesitados

Al día siguiente, domingo, llegaron a Monte Sión Gikungu aún más schoenstattianos de todas las parroquias de la diócesis, algunos en buses y otros a pie. En el momento de la Eucaristía, había 3.000 personas presentes, dos tercios del movimiento de Schoenstatt y un tercio formado por los fieles habituales del lugar. Uno de los momentos más impresionantes fue el del ofertorio, donde los schoenstattianos aportaron muchos dones destinados a los presos en la cárcel de Mpimba, en Bujumbura. Se trataba sobre todo de comestibles: 1 tonelada de mandioca (producto comestible local, como las papas), plátanos, etc. Al ver eso muchos pensaron inmediatamente en la viuda pobre del evangelio que dio de su pobreza todo lo que poseía.

La Eucaristía finalizó con una procesión desde la gran iglesia de la "Santísima Trinidad" hasta los atrios del Santuario, donde renovaron la Alianza de Amor e imploraron especialmente por la paz. Una sorpresa fue la presencia en la misa del Presidente de la República, Domiciano Ndayizeye, y su señora. Antes de ser presidente, él vivía cerca del Santuario y asistía continuamente a la Misa allí. Fue una alegría constatar que él también había acudido al llamado. Después de la misa unas lindas danzas en honor a la MTA animaron la atmósfera, en medio de la alegría general y los aplausos. A continuación, la mayoría de los presentes emprendieron contentos el camino de vuelta a casa. Sin embargo, hubo unos 500 schoenstattianos que se quedaron a compartir unos sandwiches y bebidas bajo una gran carpa, donde también fue presentada una obra de teatro que gustó mucho a todos.

Un "debut" muy fructífero

El encuentro finalizó con unas palabras de ocasión (que en la cultura local jamás pueden faltar), y la bendición de los sacerdotes presentes.

Como resultado de este primer encuentro, todos estaban felices y prometieron volver a repetirlo el próximo año, más aún si mejoran las condiciones de paz y calma ciudadana. Pudo experimentarse ese día que se cumplían las palabras del Santo Padre Benedicto XVI con ocasión de la Eucaristía con la que comenzó su pontificado: "Somos una Iglesia joven y llena de vida".

Traducción: P. Claudio Jeria, Burundi

 



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Last Update: 12.07.2005 Mail: Editor /Webmaster
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