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 published: 2005-06-28

Tras las Huellas de Don Joao Luiz Pozzobon

Peregrinación a Santa Maria desde Argentina

La peregrinación argentina en la tumba de Don Joao Pozzobon, Santa Maria

The pilgrimage from Argentina at the tomb of John Pozzobon, Santa Maria

Die argentinische Wallfahrt am Grab von Joao Pozzobon, Santa Maria

 
 

Rosario Iluminado

Illumined Rosary

Lichter-Rosenkranz

 
 

Entrega de nuevas Auxiliares en el Santuario Tabor

Presenting of new Auxiliaries in the Tabor Shrine

Übergabe der neuen Auxiliar im Tabor-Heiligtum

 
 

En la Capilla Azul

At the „Blue Chapel“

Bei der „Blauen Kapelle“

 

Con todas las peregrinas en la tumba de Don Joao Pozzobon

With all the Pilgrim MTA’s at the tomb of John Pozzobon

Mit allen Pilgermüttern am Grab von Joao Pozzobon

 
 

Durante al Misa de Alianza

During the Covenant Mass

Bei der Bündnismesse

 
 

En la Casa de Don Joao Pozzobon

At the house of John Pozzobon

Beim Haus von Joao Pozzobon

Fotos: Scian © 2005

 

 

 

ARGENTINA/BRASIl, Alicia Scian. Con motivo de cumplirse los 20 años de la partida a la Casa del Padre de Don Joao, el 27 de junio de 2005, el Padre Guillermo Mario Cassone organizó una peregrinación a Santa María los días 16 al 20 de junio de 2005. Participaron 64 peregrinos de 9 diócesis: Nueve de Julio, Mar del Plata, Bahía Blanca, Quilmes, San Luis, San Martín, San Nicolás, Morón y La Plata, entre los cuales, además del Padre Guillermo, se contó con la presencia del Padre Enrique Cisterna, de San Nicolás, y a Hna. M. Roxana, de Paraguay, que actualmente trabaja en Villa Ballester.

A su arribo, el 17, les dio la bienvenida la Hna Rosequiel, quien a partir de allí fue su permanente anfitriona. Inmediatamente fueron todos a dar gracias en el Santuario Tabor, donde el Padre los recibió expresándoles: "AQUÍ ES UN BUEN ESTAR". Recorrieron 1100 km en busca del testimonio de una persona: Don Joao Luiz Pozzobon, un hombre extraordinario, habiendo sido elegidos por Dios para continuar con su tarea apostólica. Durante esos días tomaron contacto con los sitios donde nació, vivió, se casó y realizó toda su tarea apostólica, tres días muy ricos de gracia y Dios sabe cuántos nuevos impulsos.

Empapándose de la misión de Don Joao

El Padre Argemiro Ferracioli, Postulador de la Causa de beatificación de Don Joao, les dirigió unas palabras muy cálidas de bienvenida a Santa María, afirmando que todo aquel peregrino que llega a Santa María es porque quiere conocer los caminos de gracias que transitó Don Joao y empaparse más de su misión para vivirla.

Contó que Don Joao, al enterarse de la construcción del Santuario Tabor en el año 1947, ayudó personalmente, empapándose a partir de allí de la pedagogía del Padre y Fundador. Tuvo la dicha de compartir con él la bendición de la piedra fundamental y la del mismo Santuario.

Tanto amó al fundador y a su obra, que puede decirse que la espiritualidad y la pedagogía de Schoenstatt están vivas en la vida de Don Joao.

Se consustanció tanto con la Alianza de Amor con nuestra querida Madre y Reina Tres Veces Admirable que atesoró mucha paciencia y mucho capital de gracias para ella en el Santuario Tabor, del cual los peregrinos sin duda podrían gozar y aprovechar en esos días de estadía en Santa María.

Destacó especialmente la fidelidad durante 35 años al apostolado con la Campaña de la Virgen Peregrina de Schoenstatt y la verdadera catequesis hecha a través de la oración.

A continuación informó sobre el estado actual del proceso de beatificación, comentando los pasos seguidos desde el año 2002, cuando se hizo cargo de la causa.

Les solicitó elevar por escrito todos los pedidos para lograr su pronta beatificación: "recen por su pronta beatificación, y a través de ella lograremos el milagro necesario".

Dado que había personas que atribuían algunos posibles milagros de sanación a Don Joao, les pidió que mandaran todo por escrito a la Postulación para analizar cada caso en particular.

Camino hacia la Vila Nobre da Caridade

Al concluir la charla se dirigieron al Santuario Tabor, donde el Padre Guillermo Mario y el Padre Enrique celebraron la Santa Misa. Previa a ella mantuvieron un encuentro muy emotivo con las hijas de don Joao, Eli y Vilma, quienes los acompañaron durante el resto de las actividades. Culminando el día, se realizó un hermoso encuentro fraterno para compartir un rato entre todos, presentarse (los que no se conocían) e intercambiar experiencias y vivencias, dirigiéndose a continuación a la capilla de las Hermanas para hacer una oración, como cierre del día, a cargo del Padre Guillermo Mario.

El día 18 comenzó muy emotivamente, realizando a la mañana, con la Hermana Rosequiel, el Vía Crucis por la Villa Noble de la Caridad, donde pudieron revivir el camino que hacía Don Joao y cómo se vinculaba con los más necesitados. Llegando a la última estación, los recibió el Padre Argemiro, presentándoles a la única moradora actualmente de las casas de la Villa, quien conoció a Don Joao y dio un hermoso testimonio de Él.

Visitaron la capelinha Azul, donde puede verse el reglamento de convivencia elaborado por Don Joao para el funcionamiento de tan bello emprendimiento, donde valoraba profundamente la vida en familia y el trabajo como dignidad de la persona humana.

Un espíritu común que une como hermanos: el de Don Joao

Cerca del mediodía partieron hacia Ribeirao, lugar de nacimiento de Don Joao, donde los aguardaba la comunidad italiana en la Iglesia donde fue bautizado, tomó la primera comunión, se confirmó y se casó, pudiendo ver elementos de dichos hitos. El Padre Guillermo Mario concelebró una emotiva Santa Misa junto al Padre Enrique, donde renovaron las promesas bautismales y matrimoniales por parte de los matrimonios que formaban parte de la peregrinación.

La comunidad, junto a su Intendenta, los homenajeó con un rico asado acompañado por canciones italianas, que fueron retribuidas por típicas canciones folclóricas argentinas al igual que algunos bailes tradicionales de ese país. El encuentro estuvo muy animado y divertido sintiéndose el espíritu común que los une como hermanos: Don Joao.

Posteriormente partieron, acompañados por la intendente, al sitio donde nació don Joao, en que la casa ya no existe más, y luego a la casa donde Don Joao vivió la adolescencia con sus padres y donde trabajaba en la tierra para ayudar a la familia.

Día de Alianza en el Santuario Tabor

Al regreso tuvieron la Santa Misa de Alianza donde todos quedaron sorprendidos por la enorme participación de la comunidad. Había mas de 650 personas presentes, que en muchos casos llegaron en peregrinación desde lugares lejanos hasta el Santuario Tabor para celebrar ese Día de Alianza (a pesar de la lluvia reinante).

Ingresaron 5 Auxiliares presididas por la de Don Ubaldo Pimentel, estrecho colaborador de Don Joao en sus últimos años de apostolado, y a continuación los celebrantes: el Padre Argemiro, quien presidió la Santa Misa, concelebrada por otro sacerdote de Santa María, el Padre Guillermo Mario, el Padre Enrique y un diácono brasilero. El Padre Argemiro se encargó de resaltar especialmente la presencia de peregrinos de Argentina, así como la Hermana Rosequiel les permitió participar con varias canciones durante la hermosa y alegre celebración.

Para concluir el día se realizó en la capilla de las Hermanas un rosario iluminado con exposición del Santísimo, un momento muy emotivo del que todos pudieron participar y vivir espiritualmente tal como lo hacía Don Joao.

El bastón de Don Joao, compañero de tantas travesías

El 19, último día de estadía en Santa María, visitaron la casa donde vivió don Joao en Santa María junto a su mujer y sus 7 hijos, actualmente en restauración. Allí tuvieron un encuentro muy emotivo con varios de sus hijos, Vilma y Eli, quienes los acompañaron permanentemente, Humberto, Nair y dos nietos de Don Joao. Disfrutaron junto al Padre Argemiro de ese sitio desde Don Joao partiera y regresara diariamente a realizar su tarea apostólica, pasando siempre por el Santuario Tabor, hasta el día de su muerte, camino al Santuario.

Conocieron la habitación donde él jugaba con sus hijos mientras su esposa cocinaba, la cocina, su habitación donde tenía muchos cuadros, el comercio en la parte de adelante y las habitaciones de los niños en la parte superior de la casa. Tanto era el amor a la Madre Tres Veces Admirable que pintó las paredes exteriores de rosa, como los colores del manto de la Virgen, y de color verde el interior simbolizando la esperanza.

El Padre Argemiro trajo el bastón que Don Joao utilizó en los últimos años y todos pudieron compartirlo tocándolo física y espiritualmente.

Dios le tenía reservada una misión

La Hermana Rosequiel Favero les contó que en aquella permanente añoranza que no podía satisfacer en su juventud y por la cual subía a las colinas oteando el horizonte en casa de sus padres, Dios le tenía reservada una misión: el Santuario de Schoenstatt. Cuando él comenzó con la construcción del mismo y selló la Alianza de Amor, entendió que lo que tanto había añorado era Schoenstatt. A continuación hizo un breve relato de su vida y su obra, que certifican su gran amor y fidelidad a Schoenstatt, arraigado en la MTA, el Santuario y el Padre Fundador.

Un adiós a Santa María, con el anhelo de volver muy pronto

Finalmente y como despedida, tuvo lugar el acto más emotivo de toda la estadía: la misa de envío en el Santuario Tabor celebrada por el Padre Guillermo Mario y concelebrada por los Padres Argemiro y Enrique.

No faltaron lágrimas entre los presentes al momento de la entrega de dos nuevas Peregrinas Auxiliares - una para Pehuajó y otra para la diócesis de Mar del Plata, que peregrinará por Pinamar, General Madariaga, Villa Gesell y el municipio de la Costa -, la Alianza de Amor sellada por seis peregrinos de Henderson y la entrega de una Peregrina de la Serenidad y la Confianza que peregrinará en Mar del Plata.

Para concluir renovaron todos, muy emocionados, su compromiso misionero consagrándose a la Mater, dispuestos con más anhelo y fuego que nunca a encender nuevos corazones después de haber visitado tantos lugares llenos de gracias.

"Por último, queremos agradecer el amor que nos dieran en esos tres días las Hermanas de María, especialmente la Hna Rosequiel, al Padre Argemiro, y a quien la Mater utilizó como instrumento para organizar esta hermosa peregrinación por los 20 años de la partida de Don Joao a la Casa del Padre: el Padre Guillermo Mario, que se constituyó para todos nosotros en un verdadero Padre (también celebramos el día del Padre en Santa María), pendiente hasta en el último detalle y mimándonos con pequeños actos, a quien pese a lo agotador de las jornadas se lo vio permanentemente, durante toda la estadía, alegre y jovial, siempre dispuesto a dar un poco más de sí, como decía don Joao.

Damos gracias a Dios por esos tres días de Gloria vividos en Santa María, esperando de regreso a nuestra casa poder cumplir con lo que El nos pide a cada uno. Asimismo pedimos poder repetir prontito una nueva peregrinación a Santa María para profundizar el conocimiento de este Siervo de Dios que estamos convencidos muy pronto estará en los altares como Santo que fue a lo largo de toda su vida".

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Last Update: 28.06.2005 Mail: Editor /Webmaster
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