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Misión en Yaruquies, Riobamba, Ecuador Mission in Yaraquies, Riobamba, Ecuador Mission in Yaraquies, Riobamba, Ecuador |
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Fiesta Party Hier wird gefeiert! |
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Llevaron la Auxiliar para misionar They brought the Auxiliary – the great missionary Geheime Mitte der Mission war die Auxiliar |
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Experiencias que nunca olvidarán Experiences they will never forget Erfahrungen, die sie nie vergessen werden Fotos: JF Ecuador © 2005 |
ECUADOR, Angie Santos/Mariuxi Pino. A causa de la crisis que atraviesa Ecuador en estos últimos tiempos, el tema central de las jornadas de las Ramas era re-enamorarse de su país y aportar heroica y concretamente a la construcción de un nuevo Ecuador. En esa línea va el testimonio-relato de Mariuxi Pino, miembro del consejo de las Aliadas (Juventud Femenina) sobre lo que hasta hoy día sigue movilizándola: Bajo el lema "Héroes de Schoenstatt, mi vida por Ecuador", a fines de enero, un grupo de secundarias realizó su campamento, de una semana, en un pueblo de la sierra ecuatoriana, misionando a gente sencilla. Según cuentan, el párroco afirmó que las chicas, en una semana, habían abarcado un radio de evangelización que a él le hubiera llevado todo un año. El último día las chicas recibieron la visita del Obispo, que acudió a agradecerles su apoyo.
Jueves 27 de enero en Guayaquil. Un grupo de aliadas (Juventud Femenina secundaria) y una apóstol de María, se encontraban en el Santuario aguardando ansiosas la partida hacia Riobamba, en la sierra ecuatoriana. No sabían lo que allí les esperaba, pero de todos modos nada hubiese podido prepararlas para lo que venía. Entre que llegaron todas las chicas y hubo que resolver un problema 'técnico' con el autobús, salimos tarde. Pero eso no logró quitarnos el espíritu misionero que llevábamos. En el bus la mayoría se la pasó comiendo y durmiendo, para variar... Finalmente llegamos a nuestro destino. La casa de retiros se encontraba alejada del pueblo. Allí fuimos calurosamente recibidas por la Hermana Garis, que nos dio la bienvenida y una breve recorrida por el lugar.
Pronto subimos a las habitaciones para dejar nuestras cosas y bajamos a almorzar. Una vez terminada la comida, varias chicas se ofrecieron a recoger la mesa, lavar y acomodar los platos. Después de descansar un rato bajamos a un salón, donde el Consejo de Rama nos dio la bienvenida. Tuvimos la presentación del lema "Héroes de Schoenstatt, mi vida por Ecuador" y el jingle del campamento. Entre dinámicas, canciones y juegos, empezamos a conocernos; las que por primera vez íbamos al campamento, fuimos presentadas al resto de las 'veteranas'. Las Hermanas se encargaron de algunos avisos prácticos y las distintas encargadas nos explicaron el Capital de Gracias y el temido PATA-PATA (repartición de tareas de la casa) del que nadie se pudo salvar. Un grupo de chicas, al que todas le debemos un fuerte aplauso, tuvo que limpiar los baños junto con las Hermanas. Así, fue cayendo la tarde y llegó la hora de cenar. Luego de la cena bajamos a continuar con las motivaciones y cantamos otra vez el jingle... sólo Dios sabe cuántas veces tuvimos que cantar el jingle. Finalmente llegó la hora del baño. Sólo teníamos agua durante 45 minutos y el calefón funcionaba en algunos baños nomás. La mayoría creíamos que en nuestras casas había agua fría hasta que conocimos el agua de Riobamba. ˇHubiese sido más cortés que la ducha nos hubiese arrojado cubos de hielo! Pero todo lo soportábamos en silencio y con heroísmo... bueno... la mayoría de nosotras. Y tras el maravilloso primer día, todas fuimos a dormir. Pero nada pudo habernos preparado remotamente para lo que nos pasó el día siguiente.
Aprendiendo a ser héroe... al estilo schoenstattiano
Eran las 7:00 a.m. Todas estábamos soñando en la quinta nube, cuando de repente empezó a sonar una sirena de incendio. Se oyeron ruidos y golpes en cada una de las puertas de los dormitorios y lo que parecía ser Marieli vestida de militar entraba en nuestras habitaciones con un megáfono a despertarnos. De repente todas las chicas de los pisos de arriba y abajo estaban formadas en escuadras al mando de un batallón de generales con las más malévolas intenciones... Nos hicieron dar una vuelta trotando por todo el piso cantando una canción acerca de que nadie tenía sueño, y créanme que después de que la Cristi Tenorio te grita un par de veces en el oído, empiezas a olvidarte del sueño. Así comenzó el día del heroísmo. Tuvimos la oración de la mañana y misa. Luego del desayuno vino el PATA-PATA y el arreglo de los cuartos. Para empezar el día tuvimos una maravillosa motivación sobre lo que era ser héroe; todo el salón y la capilla estaban decorados con carteles de cada uno de los héroes de Schoenstatt y sus frases y lemas más importantes. Tuvimos una presentación en la que nos hablaron sobre los distintos héroes schoenstattianos, y más tarde, ese mismo día, realizamos un test de heroísmo y actividades en grupo sobre cómo ser héroe hoy. También Lily, Marieli, Cristi y la Hna. María Emilia representaron a cuatro héroes de Schoenstatt para darnos una idea de por qué cada uno era un símbolo para Schoenstatt. Ese día aprendimos que no necesitamos hacer grandes hazañas o tener un súper traje como "Los Increíbles" para ser héroes en nuestra vida diaria; se empieza en las pequeñas cosas. Tuvimos más dinámicas y adivinen qué... ˇcantamos el jingle! Oración de la noche, hora del baño y a dormir, esperando que no nos levantara al día siguiente otro escuadrón de locas armadas con megáfonos.
Al día siguiente parece ser que las chicas se apiadaron de nosotras y nos levantaron con la usual campana. Ese día lo enfocamos a la secuencia de celebración de la Eucaristía. Carlita hizo de sacerdote y junto a otras chicas nos explicaron el motivo de cada parte de la misa, lo que se podía o no hacer y lo que debíamos contestar. Además la Hna. María Gracia nos presentó unas diapositivas sobre Cristo y la Eucaristía que llegaron a lo más profundo de nuestros corazones. Tuvimos un encuentro muy privado con el Padre y la Hna. María Emilia nos dio una charla en la que contestó muchas de nuestras inquietudes. Después de todas estas actividades, cenamos, tuvimos el PATA-PATA (ˇpero con mucho heroísmo!) nos bañamos y ˇa dormir!
Revitalizando nuestro patriotismo
Nada pudo habernos preparado para el día siguiente. Eran aún las 6:15 de la mañana cuando, golpeando cada una de las puertas de nuestras habitaciones, Natalia, Angie, Stefi, la Cami, la Cristi y Mariuxi nos despertaron cantando la canción de la selección. Todas vestían la camiseta de la selección de fútbol de Ecuador o algún distintivo que las hiciera ecuatorianas y, llevando en alto la Bandera, formaron a las chicas en escuadras y las hicieron cantar el Himno Nacional del Ecuador. Así empezó el día del Patriotismo. Después de esta hermosa bienvenida, ir a misa, desayunar y el PATA-PATA, tuvimos una muy animada motivación en la que las chicas nos hablaron de su sentimiento hacia Ecuador y abrieron una especie de foro para que todas participaran. También tuvimos la oportunidad de ver un video sobre nuestro querido Ecuador y oír el testimonio de Tati y la Cristi Tenorio sobre Misión Ecuador acompañado por unas diapositivas. Probablemente una de las cosas más divertidas del día y de todo el campamento fue la gymkhana que hicimos esa tarde. Desde tareas como correr, soplar harina, reventar globos, hasta cantar, hacer bailes, acrósticos y pinturas, esta actividad permitió a las chicas unirse más como grupo y al final no importó quién ganó o perdió: todas la pasamos increíble.
En la tarde vimos una película filmada por Nicole Gómez y "estelarizada" por la Titi Plaza, en la que de una forma muy graciosa y animada el personaje de Sacha Pandora nos invitó a conocer su Guayaquil. Luego tuvimos la cena en la que condecoramos al grupo ganador de la gymkhana con una cinta de Ecuador, PATA-PATA, y una sorpresa muy especial... ˇFOGATA! Hicimos una fogata increíble bajo un cielo totalmente estrellado. Cantamos, bailamos, reímos y en especial nos divertimos. ˇVIVAN LAS ALIADAS!
Un pueblo tocado por la mano de Dios
Al día siguiente y durante tres días hicimos misiones. Para esto tuvimos, cada mañana, una motivación hecha por las jefas de cada grupo de misiones, enfocadas hacia las tres Gracias del Santuario. Nuestra actitud durante esos tres días fue realmente el de auténticas heroínas pues tuvimos que caminar de ida y de regreso hasta el pueblo de Yaruquíes, lugar donde se encontraban las escuelas, colegios y guarderías que visitamos. También hicimos un recorrido por las casas de la zona ofreciendo oraciones y plegarias a los que quisieron abrirnos las puertas de su hogar y de su corazón. En las noches, cuando volvíamos a la casa de retiros, teníamos un pequeño momento de oración en el que nuevamente pedíamos por las intenciones de cada persona que habíamos visitado.
Era fabuloso ver cómo los niños se alegraban al vernos llegar en las mañanas a sus escuelitas, y por las tardes, hacíamos talleres de valores en la parroquia a los que asistieron un gran número de pequeñines. Realizamos actividades prácticas, como un denario de hilo, y también obras de teatro sobre cómo aplicar los valores, todo con el objetivo de darles a estos niños fe y esperanza en Dios y la Mater. Durante los días de misiones las personas a las que visitamos nos pedían insistentemente por la lluvia, ya que habían fuertes sequías, así que ofrecimos la mayoría de nuestros sacrificios para que lloviera. Un grupo de chicas, acompañadas de la Hna. María Emilia, visitaron otro pueblito cercano llamado "El Batán" donde tuvieron oportunidad de peregrinar a la Mater aún más lejos. Lo que más recuerdan estas chicas es la amabilidad y la entrega de las personas, ese sentido de querer dar lo poco que tienen e incluso lo que no tienen para hacernos felices, cuando somos nosotras las que queremos llevarles alegría y oración a sus hogares.
El último día de misión, por la noche, invitamos al pueblo de Yaruquíes a llevar en peregrinación a la Mater Auxiliar de la Campaña después de la misa. Cruzamos el umbral de la Parroquia y empezó nuestro peregrinar, acompañado por muchos de los habitantes de Yaruquíes. Íbamos cantando, rezando el Rosario o en silencio y al final Dios nos concedió el milagro... gotas de lluvia cayeron sobre las secas tierras de Yaruquíes. La alegría, el gozo y hasta las lágrimas no se hicieron esperar, y pronto todo el mundo fue invadido por el Espíritu de Dios. En el regreso a la casa de retiro las chicas expresaron su alegría en forma de cánticos, frases o sencillamente gritaron, para hacerle saber al mundo que aquí estábamos, las aliadas de Schoenstatt, que habíamos cumplido nuestro propósito, y ahora Yaruquíes era también un pueblo tocado por la mano de Dios. Al volver tuvimos lo usual: cena, PATA-PATA (que hacíamos ahora con emoción), baño y a dormir.
El último día de nuestro campamento tuvimos un paseo al Chimborazo, donde muchas chicas lograron llegar hasta el segundo refugio y tocaron la nieve. Cuando volvimos nos reunimos con nuestros grupos de vida y tratamos de hacer un recuento de todas las experiencias vividas. En la noche tuvimos una animada fiesta en la que había que ir disfrazadas. Había de todo, desde hawaianas hechas con sábanas hasta punkeras, incluso 4 hadas madrinas! Tuvimos concursos, karaoke y bailamos hasta que ya no podíamos más! Llegó la hora de empacar y a dormir.
Al día siguiente nos levantamos con cierta nostalgia, sabiendo que sería la última vez que lo haríamos; dejábamos a Yaruquíes atrás, pero siempre en nuestro corazón. Después del desayuno terminamos de arreglar nuestras piezas, recogimos todo, agradecimos y ˇADIÓS YARUQUÍES!
Nunca podremos olvidar este campamento en el que nos descubrimos a nosotras mismas, hicimos nuevas amigas, pero - más que nada - entregamos todo a las personas de Riobamba.