El derecho de nacerCarta del os Padres de Schoenstatt en Córdoba, Argentina, opinando respecto a la discusión sobre la despenalización del aborto en Argentina |
ARGENTINA, Padres de Schoenstatt. "Hoy, donde el derecho a la vida está profundamente cuestionado en Argentina, las más de las veces de manera sutil y encubierta, como Comunidad de Padres de Schoenstatt de Córdoba queremos expresar nuestra opinión al respecto. Lo hacemos en la fuerza de Cristo resucitado que nos dijo: "He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia" (Jn 10,10). Queridos amigos: Quizás muchos de ustedes vieron en la primera plana del diario La Nación la foto del Cardenal Bergoglio, besando los pies de un bebé sostenido por su madre el Jueves Santo pasado. ¡Cuántas veces como sacerdotes hemos bendecido las "panzas" de mamás embarazadas y hemos podido ver en sus ojos tanto el orgullo de ser madres como el temor por sus hijos, la disposición a emprender entrañablemente juntos la aventura de cada ser humano! Hoy, donde el derecho a la vida está profundamente cuestionado en Argentina, las más de las veces de manera sutil y encubierta, como Comunidad de Padres de Schoenstatt de Córdoba queremos expresar nuestra opinión al respecto. Lo hacemos en la fuerza de Cristo resucitado que nos dijo: "He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia" (Jn 10,10). Por eso queremos Alertar sobre la estrategia mediáticaLa estrategia mediática para quitarle el derecho a vivir a los no nacidos está claramente pensada y ha sido utilizada ya en otros países: El primer paso es inflar las estadísticas de abortos y muertes maternas producidos por estos. El mismo Dr. Bernhard Nathanson, que empezó la lucha en los EE.UU. declara en su libro autobiográfico "La mano de Dios" en la Pág. 102, que las estadísticas que ellos tenían a mano eran muy pobres por lo que las adulteraron para conmover a la opinión pública. En la Argentina se juega con una estadística que nadie dice de donde se sacó. Ahora bien: aunque sean muchos, eso no da derecho a quitar la vida de los no nacidos. El segundo paso es trasmitir por los medios de comunicación social casos complejos que sacudan emocionalmente al pueblo y llegue a pensar: "bueno, en este caso es factible quitarle la vida". El tercer paso es el escamoteo de los argumentos y el engaño con los mismos. Aquí nos detendremos en algunos de manera especial: Un argumento está presente en una mentalidad no actualizada según la más moderna ciencia biológica que afirma que ya el embrión tiene la información genética para ser distinto a la mujer que lo lleva en su seno. Con una imagen sencilla: alguien podrá argumentar, yo lo único que hice es matar a la semilla del roble, como si de ella no saliera con el tiempo un árbol. El segundo es silenciar que el derecho de los no nacidos encuentra sustento en los artículos 63 y 70 del Código civil que acuerda jerarquía constitucional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) que establece: "Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente". ¿No causa extrañeza que aquellos que deberían defender desde lo más alto del poder nuestra carta magna, aceptada por todos los argentinos, la cuestionen en un punto clave como es el futuro de muchos argentinos por nacer? ¿Hay acaso una actitud más antidemocrática y discriminatoria que negarle la vida a un inocente, cuando la democracia está para defender a los pobres, a los pequeños, a los que no tienen voz? El tercer argumento promueve el supuesto derecho que tiene la mujer sobre su vientre. ¿No estaremos reduciendo y degradando la vida de un nuevo ser a un órgano del cuerpo humano? Toda mujer sabe distinguir entre un órgano y un embarazo. Hay dos personas humanas con el mismo derecho a la vida. Julián Marías, el gran filósofo español, dijo que toda la argumentación en torno al aborto se cae cuando dejamos de hablar de un qué y empezamos a hablar de un quién. Si el embrión no es persona, todo es posible. Sin embargo: es una persona como vos y como yo. Esto nos lleva a redescubrir el quinto mandamiento que dice sencilla y rotundamente: "No matarás" (Ex 20,13). Alentar la lucha por el derecho a nacerEsta lucha es demasiado grande para ser peleada por un sólo estamento. Los obispos tienen su parte en la misma, los consagrados y los sacerdotes tendrán otra. Pero todo el pueblo de Dios está llamado a ponerse de pié.
El Santuario de la Vida y la Esperanza nos comprometeQueremos poner esta lucha, que será larga y dura, en las manos de la Sma. Virgen. En este lugar la invocamos como Madre de la Vida y la Esperanza. Esto nos compromete y aviva en nosotros el espíritu de luchar por toda vida y toda la vida. Juan Pablo, el gran paladín de la lucha por la vida, nos dice: "el ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción y, por eso, a partir de ese mismo momento se le deben reconocer los derechos de la persona, principalmente el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida" (Evangelium vitae, Nº 60) Que Dios nos bendiga a través del Resucitado en este tiempo pascual. PADRES DE SCHOENSTATT |
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10.05.2005
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