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Rosario Iluminado en el Santuario de Colonia, en presencia de la Tercera Auxiliar Internacional, bendecida por Juan Pablo II Illumined Rosary in the Shrine in Cologne, with the Third International Auxiliary (blessed by John Paul II) present Lichter-Rosenkranz im Vaterbündnis-Heiligtum in Köln – mit der von Papst Johannes Pauls II beim Weltjugendtag 1987 gesegneten Auxiliar |
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Un pequeño Cenáculo A small Cenacle Eine kleine Coenaculumerfahrung Fotos: POS Fischer © 2005 |
ALEMANIA, mkf. Media hora antes de la hora fijada para el Rosario Iluminado en Colonia, el panorama pinta bastante oscuro: cae una lluvia torrencial, hay poca respuesta por parte de la misma rama, la Iglesia prevista para rezarlo se encuentra cerrada, los afiches y volantes enviados a las Hermanas en Colonia permanecen aún guardados pues creían que el Rosario tendría lugar en el mes de junio... Ante tantos imprevistos, las cuatro organizadoras, de la Rama de Profesionales, tomaron conciencia de que probablemente serían las únicas que participarían. Una sugirió: Recemos un ratito y después nos vamos; a lo que otra respondió: No importa cuántos vengan, le ofrecemos el Rosario Iluminado a Jesús y María, ¡así que vamos al Santuario a rezarlo! Fue así que la Providencia les regaló un "pequeño Cenáculo", en el que las tres mismísimas personas de la Santísima Trinidad se hicieron presentes junto a María...
Ante el Santísimo expuesto; la presencia de la Tercera Auxiliar Internacional, bendecida el 12 de abril de 1987, Domingo de Ramos, por Juan Pablo II antes de partir hacia la Misa de cierre de la Jornada Mundial de la Juventud en Buenos Aires; con las velas estratégicamente distribuidas sobre el piso del Santuario donde un 30 de octubre el Padre Kentenich proclamara la Alianza con Dios Padre, dio comienzo un momento inolvidable... Aguardando junto a María la llegada del Espíritu Santo en el Cenáculo, jóvenes, peregrinos y profesionales se unieron para rezar por la Jornada Mundial de la Juventud; y a través de pedidos e intenciones el Santuario de a poco se fue llenando de gente, "abriéndose" a los miles de jóvenes que se preparan para participar de la JMJ, a obispos y sacerdotes, a periodistas y políticos, a familiares, amigos, a los habitantes de Uzbekistán y de Irak, a bebes enfermos y bebes prematuros, a la familia de Schoenstatt de Quito que aguarda la bendición de su Santuario Ciudad, a todos aquellos que nunca han rezado un Rosario Iluminado, a quienes no han recibido aún la visita de esta "Auxiliar de Juan Pablo II" – Reina de la nueva evangelización -, a la rama de madres, hombres y familias que a esa misma hora estaban peregrinando al Campo de Maria, donde tendrá lugar la Vigilia y Misa final con el Papa Benedicto XVI... De esa manera, la Auxiliar bendijo desde su Santuario el lugar donde se realizará la próxima JMJ, en la que más de uno soñó y anheló sobre todo un nuevo "encuentro" entre Ella y Juan Pablo II, luego de haberse visto nuevamente el año pasado en la audiencia en Castelgandolfo, al día siguiente de la bendición del Santuario Matri Ecclesiae.
Para que la Iglesia en el mundo entero experimente un nuevo Pentecostés
Durante el rosario, arribó Christel Sonnekalb, de Venezuela, voluntaria de la Oficina de la JMJ en Colonia, feliz de poder participar y sumar sus pedidos para la JMJ – sobre todo uno en especial: que la Iglesia en el mundo entero experimente un nuevo Pentecostés.
Alguien, que quizás conocía la historia de esta Auxiliar, colocó a un costado del vidrio que protege la imagen de la MTA, una pequeña foto de Juan Pablo II impartiendo su bendición, recuerdo de su visita a la Argentina para la Jornada Mundial de la Juventud en 1987. Quizás, con su visita a Colonia en este preciso momento, la Mater quiere "extender" esa bendición de Juan Pablo II en la que fuera la primera Jornada Mundial de la Juventud celebrada fuera de Roma, a la primera JMJ que presidirá desde el cielo. "Más allá de que Ella esté o no en Colonia durante la JMJ", comenta una misionera de la Campaña al enterarse de los detalles que rodearon a este Rosario Iluminado, "su visita el sábado, víspera de Pentecostés, y ese rosario tan especial que les regaló, a pocas cuadras de la Catedral, son de por sí todo un signo - para el Papa, para los jóvenes, para nosotros: Ella quiso bendecir anticipadamente con su presencia la llegada del nuevo Santo Padre a esa ciudad para la JMJ".
Enviados como los apóstoles desde el Cenáculo
El rosario finalizó con la alabanza a Jesús Sacramentado, implorando su bendición para todas las personas que fueron mencionadas en el rosario.
Desde el Santuario de la Alianza con el Padre, partieron todos... como los apóstoles del Cenáculo. Regresaron a sus hogares, excepto una peregrina, que de la mano de Christel peregrinó ya por Venezuela y, a partir de ahora hasta fines de mayo, peregrinará por las diversas casas y oficinas de los voluntarios de la JMJ en Colonia.