Corazón del infinito amorEl primer curso de la Federación de Madres en Sudáfrica y Zimbabwe hizo su consagración perpetua |
SUDÁFRICA, Marlene Peters. Desde hace diez años han sido llamadas doce madres de Sudáfrica y dos de Zimbabwe a formar parte del primer curso de la Federación de Madres en el África, que tiene como ideal: Corazón del infinito amor. Hoy, en mayo de 2005, después de un intenso tiempo de preparación con la participación en Stas. Misas, lecturas, cantos y mucha oración, ha llegado el momento de su consagración perpetua en la Federación de Madres. La fiesta comenzó el domingo 1º de mayo con un encuentro de parientes y amigos; ellas fueron invitadas a una celebración especial con el P. David Musgrave: una típica ceremonia del té que se hace para la novia antes de la boda. Fue un encuentro muy animado donde no faltó tampoco una torta con una imagen del P. Kentenich y una rosa roja hechos con glacé. El lunes 2 de mayo las madres hicieron su consagración perpetua durante la Sta. Misa, acompañadas por la Hna. Marian Dunn, asistente de la Federación de Madres en Sudáfrica y Zimbabwe, que en estos diez años fue para las madres una guía espiritual, educadora y "auxilio en todas las necesidades". Una rosa roja en el Jardín de MaríaLa verdadera celebración, la Alianza de Amor a la altura de la Insciptio, se hizo el 3 de mayo en el Santuario de Bedfordview, en Johannesburgo. Fue la culminación bendecida de años de aspiraciones, de ser educadas y formadas por la Sma. Virgen y de vivir filialmente la fe práctica en la Divina Providencia, en un curso que quiere servir a Dios en el África, como "Corazón del infinito amor". Las integrantes de este primer curso de la Federación, ven como misión especial entusiasmar a otras señoras para integrar la Federación de Madres. La decisión de sellar su Alianza de Amor en el sentido de la Inscriptio, surgió de la creciente vinculación con el Padre Kentenich y de realizar el deseo de incluirse en su 20 de enero. Las oraciones del "Hacia el Padre" fueron determinantes en este camino. Después de la consagración, las señoras se implantaron en el Jardín de María con el símbolo del amor: la rosa roja. La rosa roja visible está en una maceta, directamente junto al Santuario. El P. Musgrave dijo al final: "Deben tener curiosidad de lo que sucederá de ahora en más con su consagración! ¡Se maravillarán de cómo Dios las utilizará a todas Uds.!" |
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25.05.2005
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