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 published: 2005-05-31

El Santuario está de fiesta

Fiesta familiar, procesión de Corpus Christi, fiesta juvenil, una semana intensa en el cerro Kahlenberg en Viena

Participantes de la Fiesta de la Juventud en el Santuario de Vienna

Participants of the Youth Fest at the Shrine in Vienna

Teilnehmer des Jugendfestes auf dem Kahlenberg in Wien

 
 

El Santuario, con „huellas“ de las familias de Rottenburg, Alemania

The Shrine marked by the families from Rottenburg, Germany

Das Heiligtum mit “Spuren” der Familien aus Rottenburg, Deutschland

 
 

Misa en la fiesta de las Familias

Mass during the Family Fest

Messe beim Familienfest

 
 

Procesión de Corpus Cristi

Corpus Christi Procession

Fronleichnamsprozession

 

Jovenes llegando

Youth arriving, welcomed by the banner: “Heavenwards”

Ankommende Jugendliche warden begrüßt mit dem Transparent: “Himmelwärts”

 
 

Taller

Workshop

Gesprächskreis

Fotos: Krickl © 2005

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AUSTRIA, Hermana Ingrid María Krickl. El domingo 29 de mayo hubo una gran fiesta juvenil en el cerro Kahlenberg, en Viena, con el lema "Hacia el Padre", el jueves se hizo una pequeña pero solemne procesión de Corpus Christi y el domingo anterior (22) una gran fiesta familiar.

El domingo pasado (22) hubo en el Centro de Schoenstatt en Viena una fiesta familiar con el lema "Familia, donde vive la confianza". Participaron cerca de 150 familias y más de 200 niños. El día era muy soleado, pero no caluroso: ideal para las familias. En la entrada había un gran cartel con un saludo de bienvenida, pero no sólo saludaba el cartel, sino que también el matrimonio Rammerstofer, coordinadores diocesanos del Movimiento, daba personalmente la bienvenida a las familias. La fiesta comenzó con una Eucaristía para las familias. Los niños estaban muy contentos por la variada oferta de entretenimientos: hacer malabarismos, andar en zancos, pintar en el pavimento, pescar, dibujar,... Una atracción especial fue ver los animales de la granja, acariciarlos, y amasar el pan, dos actividades de las que se preocupó una granja vecina de Cobenzl.

Después de la Santa Misa la Hermana M. Gertraud presentó el tema del día: "Familia: donde vive la confianza". Un murmullo lleno de nostalgias partió de las mujeres cuando escucharon relatos de la vida familiar del matrimonio Fenelon de Milwaukee, un matrimonio que pasó por la escuela del Padre Kentenich. Cada sábado el señor Fenelon le preparaba el desayuno a su esposa y después desayunaban los dos solos.

"Es tan tranquilo y pacífico". "Este es un oasis de paz", se escuchaba entre los participantes. Una alegría especial de los organizadores fue ver muchas caras nuevas.

La juventud aprovechó la posibilidad de hacer propaganda para la fiesta que harían una semana después.

 ¡Atrévete a partir!

"Hacer sonar al Santuario" era la meta de la jornada de la Familia de Rottenburgo. Trece familias ya estaban el sábado, víspera de la fiesta familiar. Ellos hicieron "sonar" el Santuario no solamente en sentido figurado: el trabajo creativo de los matrimonios, consistente en varillas sonoras colgadas – como un carillón – delante del Santuario, hacía que "sonara" muy agradablemente, cada vez que la brisa las movía.

Durante toda la semana estuvieron los bastones de los peregrinos en el Santuario, algo adecuado para el lema del año de la Familia: "Atrévete a partir " y también acorde con el significado del Santuario – las gracias de peregrinación – aprender a descubrir nuevamente lo que significa peregrinar. Al final había muchos bastones de peregrinos decorados con tallas. Los niños también hicieron Santuarios con mucho amor y entusiasmo y se los llevaron a la Mater en el Santuario.

En esta semana con muchas fiestas se hizo también la procesión de Corpus Christi en este Año de la Eucaristía. Durante la Jornada de la Familia de Rottenburgo con la Hna. M. Andita y el P. Busse, se hizo una pequeña procesión junto al Santuario en Kahlenberg. Fue hermoso poder celebrar en un marco familiar donde se podía captar la vida personal; por ejemplo: junto a un altar con el Evangelio sobre "Jesús, el Camino", cada familia le llevó una piedra, la puso al borde del camino y dijo sencillamente lo que le era difícil en la vida familiar.

En otro altar – "Jesús, el agua viva" – cada familia puso una planta florida delante del altar en un recipiente con agua, y le agradeció al Señor por todo lo que embellece la vida familiar.

Los niños del Jardín de infantes caminaron junto a Jesús con sus banderitas hechas por ellos mismos. En lugar de la vestimenta acostumbrada, los monaguillos usaron sobre sus hombros los pañuelos con el logo de Schoenstatt. Adelante iban los niños con los bastones de peregrinos de las familias.

La última noche hubo un rally familiar en torno al Santuario. ¿Qué se ve en la piedra fundamental? ¿Qué significa "Servus Mariae"...? etc. Y como última tarea cada familia podía tocar la campana del Santuario y entonces el Santuario empezó verdaderamente a sonar.

Hacia el Padre

La noche del sábado 28 de mayo comenzó la fiesta juvenil "Hacia el cielo" (Es el título del libro de oraciones escrito por el Padre Kentenich, que fue traducido al castellano como "Hacia el Padre" N.d.R.) Después de un trabajo de preparación que duró dos años, fue el momento de una primera vivencia en el Kahlenberg y en la juventud schoenstattiana austríaca.

"Hacer sonar el Santuario" valía también para la fiesta juvenil. La campana del Santuario convocaba a los jóvenes para cada momento del programa, que giró totalmente en torno al Santuario. A la tarde hubo un pequeño programa más relajado para los que habían hecho un viaje más largo, como por ejemplo los jóvenes de Alemania. Los jóvenes que llegaron fueron recibidos con un gran cartel: ¡"Hacia el Padre"!

Una idea original: en algunas hojas se imprimieron cortas pero impresionantes biografías de schoenstattianos que fueron "hacia el cielo": Carlos Leisner, Bárbara Kast, Mons. Tenhumberg, la Hna. María Emilie Engel...y naturalmente el Padre Kentenich. Las fotos y los textos estaban colgados de diversas maneras en los árboles de todo el lugar.

El domingo a las 11 horas comenzó la parte principal de la fiesta de la juventud. Era uno de los días más calurosos del mes de mayo que ha experimentado Viena. Cien jóvenes valientes se atrevieron con ese calor a seguir el camino "hacia el cielo". María y Stefan explicaron brevemente como se llegó a este lema para la fiesta de la juventud. Los motivó el llamado del Santo Padre Juan Pablo II en el año 2000: "sean los santos del nuevo milenio".

Desde las 9 de la mañana hubo adoración ininterrumpida en el Santuario, después que el día anterior había terminado a media noche con una hermosa oración nocturna.

El decano, P. Dr. Mucha, dio la charla inicial. Se ofrecieron diferentes grupos de trabajo a la mañana y a la tarde.

La fiesta terminó con una Eucaristía juvenil. En la prédica se trató el tema del llamado a la santidad, del llamado "hacia el cielo": lo que nos motiva y lo que nos incomoda.

Un ejemplo fue el de San Pablo. Él habla sobre esto. Tiene una meta clara ante sus ojos, correr tras el premio del vencedor.

Nuestra meta es clara: ¡Hacia el cielo! San Pablo no se incomoda por su pasado, sus asesinatos de cristianos, etc. Él cree que con el llamado del Señor, también está relacionado su perdón. "Hacia el cielo": tener la meta ante la vista es finalmente lo que hace que la vida sea feliz.

Al finalizar la Sta. Misa hubo muchos aplausos: a los ayudantes, a la Sma. Virgen, a los vecinos y vecinas.

Un buen signo de que la juventud está en un buen camino "un camino hacia el cielo" es que hayan dejado muy ordenado el Centro de Schoenstatt. "Atrévete a partir hacia el cielo" fue el grito final de muchas voces.

A la sombra del Santuario....

Unas horas después hubo lágrimas. Una joven gritó de alegría y lloró de nostalgia cuando terminó la fiesta y le agradeció a una de las organizadoras. Era claramente una experiencia esencial en su camino de fe.

Debido al gran calor, todos buscaron un lugar a la sombra para la Misa final. Por eso Stefan Haslinger, quien con María Mucha moderaron la fiesta, recordó las palabras del Padre Kentenich: a la sombra del Santuario se decidirán esencialmente los destinos de la Iglesia y del mundo. Esto ya había empezado hoy. Los jóvenes que aspiraban al cielo estaban todos a la sombra del Santuario... La situación era tan clara que no necesitaba más explicación. La palabra "sombra" mostró también lo que ocurrió y se vio en estos dos días: aquí hay una juventud con la que el Padre Kentenich puede renovar verdaderamente la Iglesia y el mundo.

Traducción: Gabriela Kyling, Valdivia, Chile



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Last Update: 07.06.2005 Mail: Editor /Webmaster
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