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Alianza de Amor de sacerdotes diocesanos en el Santuario de Lima, Peru Covenant of Love of diocesan priests in the Shrine in Lima, Peru Liebesbündnis von Diözesanpriestern im Heiligtum in Peru |
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El grupo en el Santuario The whole group in the Shrine Die ganze Gruppe im Heiligtum Foto: Huapaya © 2005 |
PERÚ, Manuel Huapaya. El 24 de mayo, en la fiesta de María Auxiliadora, cuatro presbíteros pertenecientes a la Liga de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt sellaron su Alianza de Amor con la Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt en el Santuario en La Molina, Lima, Perú.
En una noche iluminada por el resplandor de la luna, en el silencio del Santuario dieron su SÍ a María y su compromiso para con la Obra de nuestro Fundador el P. José Kentenich.
El P. José Antonio Arbulú, párroco de San José de Bellavista en el Callao, quien hace 15 años sellara su Alianza en el Santuario Cenáculo de Bellavista, renovó su compromiso con la Madre. Junto con él sellaron su Alianza de Amor, los Padres Julio Vallejo, Jaime Llamas y Rafael Reategui, quienes después de una consciente preparación y contacto con Schoenstatt, al igual que los primeros congregantes quisieron decirle SÍ a María.
Formar el Movimiento en sus parroquias
Presidió la eucaristía El P. Rafael Fernández, quien desde hace algún tiempo los viene acompañando. Se encontraba entre los presentes el Secretario general adjunto del CELAM, P. Sydney Fones quien en 1990 le tomara la Alianza de Amor al P. Arbulú. ¡Una muestra de la fidelidad de la Mater a la Alianza!
En su prédica el Padre Rafael señaló lo importante que es para Schoenstatt la presencia de los Sacerdotes Diocesanos, y lo fundamental que así lo consideraba el Padre Kentenich. Él dijo: "Schoenstatt debe ser llevado sobre los hombros de los sacerdotes diocesanos", los invitó a formar el Movimiento en sus parroquias y desde allí poner a sus fieles al servicio de la Iglesia.
Para el Movimiento de Schoenstatt en Lima-Perú este ha sido un momento de gracia especial, un hito en la historia de la Familia y quizá el inicio de un tiempo nuevo.
Como lo dijera el P. Jaime Llamas en su oración de Alianza se trata del "Nada sin ti, nada sin nosotros".