P. Juan José Riba Fr. Juan José Riba Pater Juan José Riba Foto: Llaurens de Guernica © 2005

ARGENTINA, Paula Llarens de Guernica. "Debemos vivir una Semana Santa en defensa de la vida…" Esta es la síntesis de la homilía del Padre Juan José Riba, Director del Movimiento Apostólico de Schoenstatt en Córdoba, el Domingo de Ramos, en la Capilla del Centro Padre Kentenich, junto al "Santuario de la Vida y la Esperanza".

En estos momentos oscuros para la sociedad argentina, cuando se intenta hacer prevalecer el hedonismo y se intenta cultivar una cultura de la muerte, contraria a la defensa de los derechos humanos básicos, el Padre Juan José Riba, con claridad y convicción, dejó bien claro el sentido que debía tener esta Semana Santa para los católicos: el triunfo de Cristo sobre la muerte, el triunfo de la vida por sobre todas las cosas…

Y así todo católico debe convertirse en un apóstol militante en defensa de la vida, sobre todo de aquella que todavía no ha nacido. "¿De dónde sacaremos la fuerza?" – se preguntó el P. Juan José – "del mismo Cristo nuestro Señor, que murió en la cruz para mostrarnos el camino de la victoria. Él es la vida misma que venció definitivamente a la muerte y nos abrió el camino hacia la vida que no tiene ocaso".

"Nunca he visto nada más discriminatorio que el asesinato de aquellos que todavía no han nacido"

"¿Hay acaso una actitud más antidemocrática y discriminadora como la de querer interrumpir la vida que se gesta en el vientre materno?" decía el P. Juan José. "Nunca he visto nada más discriminatorio que el asesinato de aquellos que todavía no han nacido"… insistía, haciendo clara referencia a la posible aprobación del Protocolo contra la discriminación de la Mujer, cuyo tratamiento ha sido pospuesto en el Congreso Nacional, pero que tiene un plazo próximo para ser aprobado y cuyas cláusulas hacen referencia a la abolición de la penalización del aborto.

"Se deben seguir levantando voces que defiendan los derechos humanos y la dignidad de las personas en nuestro país. Ahora bien, ciertas posturas ideológicas limitan los derechos humanos: ¿es que acaso tiene más derechos humanos el preso iraquí que el cubano? Los niños no nacidos ¿no tienen derecho a vivir, que es el primer derecho sobre el cual se apoyan todos los demás?.

Recuerdos de Roma

Y en el transcurso de la prédica, el Evangelio se iba haciendo cada vez más contemporáneo, comprometido con los valores que Cristo exhorta a defender hoy: la vida y la esperanza de aquellos que todavía no pueden alzar sus voces en defensa de sí mismos. Esto hizo recordar la tarea que el Santo Padre le encargó a la Familia de Schoenstatt en la audiencia del 9 de septiembre de 2004 en Castel Gandolfo, con motivo de la bendición del Santuario "Matri Ecclesiae", en Belmonte, Roma: "En vuestro Movimiento crece la responsabilidad por la sociedad y la comprensión de las relaciones sociales fundadas en el espíritu cristiano… – decía Juan Pablo II –. Entre éstas, está comprendida también la defensa concreta de la vida ante la amenaza de una cultura de la muerte que se difunde cada vez más, como lo demuestra de manera horrible el aborto. En este sentido, todos los fieles están invitados a trazar ‘signos luminosos’ de los que el mundo tiene continua necesidad".

Vida y esperanza

"En la Argentina no sobra ningún niño" – terminaba diciendo el P. Juan José – y menos los por nacer. Escuchemos sus voces y hagamos oír sus voces".

"Desde este Santuario donde honramos e invocamos a María como Madre de la vida y la esperanza queremos jugarnos por un pueblo y una nación que siga creyendo y apostando por la vida".

Así concluía un Domingo de Ramos emotivo, en donde la victoriosa aclamación de Cristo en Jerusalén y el anuncio de su próxima pasión, invitaba a un compromiso valiente con la sociedad y la Patria, asociándose al Salvador del mundo que dio la vida por todos, especialmente por los más desamparados y pequeños, aquellos que hoy ni siquiera tienen voz.