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 published: 2005-04-06

Le regalamos un Santuario y él nos "regaló" un mayor compromiso y misión

Recuerdos de un encuentro inolvidable el 9 de septiembre de 2004

Momentos inolvidables: Liliana y Silvia con la Auxiliar, cerca del Santo Padre

Unforgettable moments: Liliana and Silvia, with the Auxiliar, close to the Holy Father

Unvergessliche Augenblicke: Liliana und Silvia mit der Auxiliar vor dem Heiligen Vater

Foto: Raid © 2005

 

JPII, Silvia Losada. Con inmenso dolor por su desaparición física y el gozo de saberlo junto a Dios, los schoenstattianos tenemos un legado ineludible que nos diera nuestro querido Juan Pablo II el 9 de septiembre de 2004, en la Audiencia Privada con la Familia Internacional. Recuerdo esos días con emoción y profundo agradecimiento a Dios y a la Mater, que me convocaron para participar de la bendición del Santuario Matri Ecclesiae, en Belmonte, un barrio de Roma.

Varios días antes de esta audiencia, rezábamos a raíz de las noticias de que el Papa no estaba bien de salud y quizás no podría recibirnos. Pero con la fuerza de un gigante y su entrega incondicional a los peregrinos, la audiencia se concretó.

Apareció en su silla de ruedas, que limitaba su físico, pero no su espíritu y voluntad inquebrantables de seguir hasta el final de sus días cumpliendo su misión.

Tuvimos la dicha de cumplir el sueño del Padre José Kentenich, regalándole al Santo Padre, el 8 de septiembre de 2004, el Santuario de Roma. Me encontraba a pocos metros de él, sosteniendo la imagen de la Tercera Auxiliar Internacional de la M.T.A. (bendecida por él en 1987, en Buenos Aires, durante la Jornada Mundial de la Juventud) con Liliana Bracci, una compañera cordobesa de peregrinación.

ˇJuan Pablo II, nos reconfirmaste en nuestra misión, estamos listos a cumplirla!!!

Llorábamos de emoción, cantábamos, gritábamos su nombre y nuestro cariño: "ˇJuan Pablo II, te quiere todo el mundo!", "ˇJuan Pablo, te amamos!".

Su rostro mostraba signos de la enfermedad que lo abatía, pero sus ojos nos miraban con todo el amor que prodigaba a sus hijos. Y allí nos dijo, entre otras cosas:

"...En vuestro movimiento crece la responsabilidad por la sociedad y la comprensión de las relaciones sociales fundadas en el espíritu del cristianismo. Siempre he tratado de suscitar en la Iglesia esta responsabilidad ante el mundo. Por ello quisiera reforzaros en este compromiso...".

"...Los esfuerzos de Schoenstatt están dirigidos en particular a la familia como célula fundamental de la Iglesia, de la cultura y de la sociedad. Siguiendo el consejo de vuestro fundador, vosotros dais a la Cruz y a la imagen de María un puesto de honor en vuestras casas, convirtiéndolas en 'Santuario de la Iglesia' en las que María actúa como Madre y Educadora.

De esta manera María, como "Virgen Peregrina" sigue llegando a los hombres, para que ellos puedan experimentar su cariño y ayuda maternal...".

"...Vuestro nuevo Santuario en Roma está dedicado a María, Madre de la Iglesia. Que la Esclava del Señor os acompañe y os guíe en vuestro servicio a la Iglesia, de manera que los rasgos de la Mater Ecclesiae se tornen aun más visibles en el Cuerpo de Cristo.

Por eso, de todo corazón, os imparto a vosotros y a todos los que pertenecen a vuestra Familia mundial, mi bendición apostólica".

ˇQué hermoso legado, refrendando el de nuestro querido Padre Kentenich, y qué responsabilidad!

Nos habla de compromiso y de misión. Cada uno desde el lugar que ocupe en la Familia, pero todos tirando del carro de triunfo de la Mater, en unidad.

Ese podría ser nuestro homenaje al Papa Peregrino, Mensajero de la Paz, enamorado de María, por toda su entrega a la humanidad y por su apoyo a la obra de Schoenstatt.

Juan Pablo II, nos reconfirmaste en nuestra misión, ˇestamos listos a cumplirla!!!



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Last Update: 06.04.2005 Mail: Editor /Webmaster
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