Eminencia:

El Santo Padre Juan Pablo II ha regresado a la Casa del Padre misericordioso. El Movimiento internacional de Schoenstatt llora con la Iglesia universal en torno a la figura paternal del Papa. Su vida y su obra han tenido, en las últimas décadas, una influencia decisiva más allá de la Iglesia católica. En esta época tan agitada, él ha señalado el camino a la Iglesia para que sea más aún la sal y la levadura del mundo. Ha guiado a la Iglesia católica hacia el nuevo milenio. Serán inolvidables las grandes celebraciones del Año santo 2000. Él ha abogado, ante la opinión pública mundial, por los valores fundamentales de una imagen cristiana del hombre y de la sociedad. En la lucha por la dignidad del hombre, la unidad de los cristianos y la paz del mundo, ha convocado a un gran diálogo y a una acción conjunta a todos los dirigentes de la Iglesia, a los hombres de estado y a la gente de buena voluntad. Ha contribuido a cambiar la historia mundial. Él ha legado una inconmensurable herencia espiritual.

Su obrar carismático se ha puesto de relieve ante todo a través de su auténtica personalidad. Su vida fue la prédica más eficaz, pues él ha dado al Evangelio su rostro personal hasta las últimas horas de su padecimiento.

Nosotros, como Movimiento eclesial, lloramos al sucesor de Pedro que tuvo un oído atento para las nuevas comunidades eclesiales y los Movimientos. Él comprendió y valoró los carismas originales de las nuevas fundaciones. El día de Pentecostés de 1998 convocó a todos a Roma, a la plaza de San Pedro, y vio en ellas una nueva primavera para la Iglesia.

Como Movimiento de Schoenstatt agradecemos por los muchos encuentros con él, sobre todo el que tuvimos en el año 1985 con motivo del centenario del nacimiento de nuestro Fundador, el Padre José Kentenich, y por el último encuentro, el 9 de septiembre del año pasado, un día después de la inauguración del nuevo Santuario de Schoenstatt en Roma.

Su lema: "Totus tuus" significa para nosotros, por nuestra espiritualidad mariana, una especial cercanía espiritual y un compromiso

Agradecemos al Dios Trino que nos haya regalado a S.S. Juan Pablo II como sucesor de Pedro, y pedimos que él pueda vivir la plenitud de la Luz pascual.

P. Heinrich Walter

Vallendar, Schoenstatt, 4 de abril de 2005

Presidente: P. Heinrich Walter – Berg Sión 1 –
56179 Vallendar - Alemania - 0049261/6504 Fax – 113