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 published: 2005-04-08

"Su espíritu abierto a María le regaló una pasión por lo humano y por lo divino"

Santa Misa ofrecida por S.S. Juan Pablo II en Schoenstatt

En agradecida memoria: Misa de la Familia de Schoenstatt por el Santo Padre

In grateful memory: Mass of the Schoenstatt Family for the Holy Father

In dankbarer Erinnerung: Gottesdienst der Schönstattfamilie für den Heiligen Vater

 
 

Jueves, 19.00 hs., Iglesia de la Adoración: la familia de Schoenstatt recuerda a Juan Panlo II

Thursday, 7.00 PM, Adoration Church: the Schoenstatt family thanks for John Paul II

Donnerstag, 19.00 Uhr, Anbetungskirche: die Schönstattfamilie dankt für Johannes Paul II

 
 

Testimonio: Hna Rosa Maria Lamberti

Testimony: Sr. Rosa Maria Lamberti

Zeugnis: Schw. Rosa Maria Lamberti

 
 

Testimonio: Stefanie Gerber

Testimony: Stefanie Gerber

Zeugnis: Stefanie Gerber

 

Voluntarios

Volunteers

Voluntäre

 
 

La Iglesia de la Adoración llena de fieles

The Adoration Church was filled

Die Anbetungskirche war gut gefüllt

 
 

Imagen del Santo Padre en la Iglesia de Adoración

Picture of the Holy Father in the Adoration Church

Großes Bild des Heiligen Vaters in der Anbetungskirche

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SCHOENSTATT, mkf. "Ninguno de nosotros podrá olvidar que en el último domingo de Pascua de su vida, el Santo Padre, marcado por el sufrimiento, se asomó una vez más a la ventana del Palacio Apostólico Vaticano e impartió la bendición «Urbi et Orbi» por última vez. Podemos estar seguros de que nuestro amado Papa está ahora en la ventana de la Casa del Padre, nos ve y nos bendice". Estas palabras de la homilía del Cardenal Ratzinger en la Misa celebrada por el Santo Padre el día de su entierro, no estaban destinadas a recibir una ovación de la multitud que colmaba la plaza de San Pedro, pero en cierto modo también se experimentó lo mismo en la Santa Misa celebrada por el Santo Padre que reunió al Movimiento de Schoenstatt en la Iglesia de la Adoración el jueves por la tarde. Ante el altar, recibía a los representantes de la Familia de Schoenstatt una gran imagen del Papa con su típica sonrisa – que la enfermedad casi le robó en los últimos años – rodeado de rosas y candelas.

A la derecha de ese cuadro, los voluntarios de la oficina de Schoenstatt para la JMJ, que normalmente estan vestidos con colores alegres y estilo informal, aparecieron con chaquetas negras y remeras, un signo elocuente del luto por el Papa que tanto amaron. Ellos quieren seguir cuidando "con un compromiso acrecentado", la herencia recibida del Santo Padre: la JMJ, como lo dijo Stefanie Gerber. Los representantes de los medios, que se quedaron sin palabras ante la "espontánea Jornada Mundial de la Juventud" iniciada en Roma, han nombrado a estos jóvenes "que han llegado para despedir a su Padre", como la desvalida "Generación JPII"

En la Iglesia de la Adoración se reunieron Padres de Schoenstatt, la Dirección general del Instituto de los sacerdotes diocesanos, y Sacerdotes de la Federación. El celebrante principal fue Mons. Dr. Peter Wolf, y junto a él estaban en el altar el P. Ángel Strada, el P. Dr. Lothar Penners, Mons. Zimmerer y el P. Rudi Liebig. Acompañó la celebración un coro de las Hermanas de María y los voluntarios de la JMJ aportaron su himno y otras canciones.

"¿Qué es lo que vincula especialmente a Schoenstatt con él?

El P. Penners preguntó en su homilía qué es lo que nos ha vinculado tan fuertemente a nosotros, los schoenstattianos, con la persona y el pontificado de Juan Pablo II. En la Familia de Schoenstatt universal se puede percibir el luto por su muerte. "La Familia de Schoenstatt descubrió una cierta afinidad espiritual en varios puntos centrales, no necesariamente en todos. Además, con los años se dio un contacto cada vez más estrecho con Roma y también con él". Mencionó como ejemplos representativos: el trabajo de las Hermanas de María en Roma; la estrecha vinculación de la familia Martín (dirigentes de la Federación internacional de matrimonios) y del Cardenal Errázuriz con el Santo Padre.

La peregrinación internacional con motivo de la inauguración del Santuario Matri Ecclesiae en el pasado mes de septiembre, fue una expresión de este "movimiento hacia Roma" como también la fuerte vivencia de la audiencia del 9 de septiembre en Castelgandolfo.

Entre los muchos regalos que este pontificado ha hecho a Schoenstatt, destacó el P. Penners que Juan Pablo II deseó explícitamente que continuara el proceso de beatificación del Padre Kentenich, que concedió un indulto a los Institutos Seculares de Schoenstatt para permitir que ellos tuvieran plenamente la forma de vínculos pensada por el Fundador. En Fulda mencionó al Padre Kentenich como una de las más importantes personalidades sacerdotales de su época. Especial gratitud le debemos por sus palabras en el encuentro que tuvo con él la Familia Internacional de Schoenstatt en 1985, referidas a la Alianza de Amor original schoenstattiana. Dijo: "Si ustedes forman su vida con esta Alianza, llegarán a la plenitud de su vocación cristiana".

Schoenstatt encontró también su lugar y la comprensión de su carisma en su amplia visión de los Movimientos como nueva primavera de la Iglesia.

Mariano, católico y por lo tanto también ecuménico

"La apertura de espíritu para María le regaló una pasión por lo humano y por lo divino", así describió el P. Penners el espíritu mariano del Papa. Justamente lo hace tan cercano a nosotros la autocomprensión de cómo él vivió y anunció su vinculación a María, continuó diciendo. Tal como el Padre Kentenich, también Karol Wojtyla encontró en María los vínculos que le dieron seguridad y vigor. La profunda vivencia de que la vinculación a las Personas del Más allá puede ser decisiva también para el desarrollo humano, coincide con la experiencia, práctica y doctrina del Padre Kentenich del organismo universal de vinculaciones.

La apertura del espíritu a María, dijo el P. Penners, le dio la apertura para lo humano, para la verdad, para la vida, para la mística y transmisión de la fe y la disposición para el diálogo, y le dio las cualidades humanas cuyo atractivo podía fascinar: cordialidad y afabilidad, firmeza de espíritu y espontaneidad en el trato.

"Su pensamiento y su corazón giraban en torno al hombre", afirmó el P. Penners. Sus palabras ante el nuevo comienzo de la historia de la fe en Alemania, pronunciadas en el año 1980, fueron la chispa inicial para hacer, en 1984, la Alianza de Amor por nuestro pueblo. Fueron también el comienzo de una más fuerte integración de Schoenstatt en las corrientes de vida de la Iglesia, participando activamente primero y contribuyendo silenciosamente después – como la levadura – y finalmente, en una corresponsabilidad madura, Schoenstatt pudo y quiso regalar su experiencia con el trabajo con corrientes y procesos de vida en la preparación del año santo 2000: una manera de trabajo pastoral que el Papa introdujo en la Iglesia. Lo que para Schoenstatt es ya una costumbre fue algo nuevo para Ella.

Él mismo se ha transformado en un signo

Él mismo se ha transformado en un signo, concluyó el P. Penners en su homilía, que fue seguida por varios testimonios subrayando ese carácter de signo.

Es un signo para la familia, así definieron Elisabeth y Bernhard Neiser el obrar del Papa tal como ellos lo habían experimentado.

Es un signo para la búsqueda de la vocación personal y del amor a Cristo: la Hna. Christa-Maria Brück dio el testimonio personal de un encuentro con el Santo Padre: la participación en la Santa Misa por él celebrada en su Capilla privada y la charla posterior con él, marcaron su vida en la juventud y le señalaron el camino para servir indivisamente a Cristo y a su Iglesia.

Es un signo de la paz: la Hna. Rosa María Lamberti, argentina, valoró la intervención del Santo Padre, que evitó una guerra entre la Argentina y Chile.

Es un símbolo para la juventud: Stefanie Gerber habló en nombre de la juventud schoenstattiana, que se compromete a conservar la herencia de la JMJ y trabajar por ella "con más compromiso que hasta ahora".

Con textos y frases del Papa después de la comunión, y con la renovación de la Alianza de Amor después de la bendición, finalizó la Santa Misa que la Familia de Schoenstatt ofreció en la víspera del entierro del Santo Padre, reunida en torno a él y vinculada con la Iglesia universal.

Traducción: aat, Argentina



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Last Update: 12.04.2005 Mail: Editor /Webmaster
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