Los cardenales de la Iglesia trabajan y rezan en preparación al ConclaveNovena al Espíritu Santo - Entre los cardenales electores hay también un miembro del Movimiento de Schoenstatt |
ROMA, P. Alberto Eronti. Los Cardenales, al igual que la iglesia toda, rezan intensamente a lo largo de este tiempo que precede al cónclave. A su vez, se reúnen en plenarios y trabajan en grupos a fin de percibir, en el Espíritu, el perfil del futuro Papa según las necesidades de la Iglesia y del mundo. No quiero dejar de hacer referencia a un hecho que debe involucrarnos como Familia de Schoenstatt: un hijo espiritual del Padre Kentenich será Cardenal elector del futuro Papa, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa. El Cardenal Errázuriz fue durante 18 años Superior General de los Padres de Schoenstatt y presidente de la Presidencia Internacional de la Obra. El 6 de enero de 1991 fue ordenado obispo por Juan Pablo II y nombrado Secretario de la Congregación para la Vida Consagrada y Apostólica. En 1996 regresa a Chile y tras un fugaz paso por la diócesis de Valparaíso asume como arzobispo de Santiago. Actualmente es también Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). "Entrar todos en el Cónclave"Esto significa que, a través de uno de sus hijos, también el Padre estará espiritualmente presente en este evento esencial de la vida de la Iglesia. Por eso, más allá del resultado final de la elección, lo que hemos de hacer es "entrar todos en el Cónclave" acompañando a nuestro hermano Cardenal y a todos los Cardenales con los aportes al Capital de Gracias. Se trata de una súplica incesante al Espíritu para que se realicen las palabras de los Hechos de los Apóstoles: "el Espíritu Santo y nosotros hemos decidido" la elección del nuevo Papa. También hemos de apelar a la intercesión de San Vicente Pallotti y del beato Karl Leisner, de nuestro Padre Fundador, José Engling y los hijos de la Familia que están en proceso de beatificación. ¿Qué hacen durante esta semana los Cardenales de la Iglesia? ¡Rezan y trabajan! Cada día participan mayoritariamente en la Misa del novenario por Juan Pablo II, realizan uno o dos encuentros plenarios y trabajan en grupos afines en un gran esfuerzo de discernimiento. Se trata de percibir, en el Espíritu, el perfil del futuro Papa según las necesidades de la Iglesia y del mundo. No hay, como algunos medios insinúan, luchas internas o facciones irreconciliables. Son pastores que asumen, en esta hora de "sede vacante", la responsabilidad por la Iglesia. Lo que sí hay, son las normales diferencias de percepción en lo tocante a qué acentos ha de poner el futuro Papa en la conducción de la Iglesia, y quién reúne las condiciones mejores para ello. Este es trabajo de lo que se ha dado por llamar el "pre-cónclave". "Todo por la Madre de la Iglesia, todo por la Madre Iglesia".El Cónclave se inicia formalmente el lunes 18 de abril por la tarde. No hemos de tomar la fecha como mera casualidad, sino como un signo de la Providencia: ¡es el día de la Alianza! Por eso, unidos a nuestra Madre Tres Veces Admirable -Madre y Corazón de la Iglesia- hemos de asumir nuestra responsabilidad de miembros de la familia de Dios, según el lema: "Todo por la Madre de la Iglesia, todo por la Madre Iglesia". Querría transcribir ahora la parte final de la "Introducción" del libro "La renovación de la Iglesia", con la recopilación de textos del Padre Kentenich, editadas por el Dr. Peter Wolf (Monte Moria-Alemania). Se trata de una síntesis de "la imagen de la Iglesia de la nueva ribera". Son palabras dichas antes y después del Concilio Vaticano II. Creo que los textos pueden alentar nuestra oración y compromiso con lo por venir. La Iglesia que anheló el Padre KentenichEl Padre Kentenich "estaba muy seguro de que en este Concilio la Iglesia había adquirido una nueva imagen de sí misma, netamente distinta de la imagen y concepción anteriores. Y expresó esta diferencia con la figura de la roca que abandona su inmovilidad. La peña comenzaba a moverse, pasaba a ser una roca peregrina. Asimismo la antigua imagen de la barca comenzó a adquirir nueva fuerza expresiva… de manera atractiva expuso… los rasgos de la Iglesia" de la nueva ribera:
Quizás podamos decir con el Padre: "¡Ha llegado la hora de tu amor!". Sí, es una nueva hora de amor a la Iglesia. Con amor oramos y esperamos la alegría de conocer al nuevo Papa como el don de Dios a la Iglesia y al mundo. Y como Familia renovamos el compromiso a nuestro Fundador: "¡Padre, contigo amaremos a la Iglesia!". Por ello asumimos la sugerencia de rezar cada día y hasta la elección del Papa, la "hora de vísperas" del "Oficio de Schoenstatt", "Hacia el Padre" nº 211-215. "Alegres por la esperanza y seguros de la victoria, con María hacia los tiempos más nuevos". |
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14.04.2005
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