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La delegación de la iniciativa “Dignidad del hombre en todas las fases de la vida – No a la legalización de la eutanasia”, en Estrasburgo The delegation of the Initiative “Human dignity in all phases of life – no to legalization of euthanasia”, in Strasbourg Delegation der Initiative “Menschenwürde in allen Phasen des Lebens – Nein zur Legalisierung der aktiven Sterbenhilfe“ in Straßburg |
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Entrega de 50.000 firmas a Marcel Glesener, vicepresidente de la Asamblea parlamentaria y presidente de la comisión para el orden social, la salud y la familia Presentation of 50,000 signatures to Marcel Glesener, vice-president of the Parliamentary Assembly, and president of the commission in charge of the Marty-Report Überreichung der 50.000 Unterschriften an Marcel Glesener, Vorsitzender des für den Bericht zuständigen Ausschusses des Europarates |
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Marcel Glesener agradece a Hannelore Spannagel y a todos Marcel Glesener thanks Hannelore Spannagel and all who committed themselves to the initiative Marcel Glesener bedankt sich bei Hannelore Spannagel für den Einsatz aller |
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Después de la decisión inesperada: Alegría, asombra, gratitud After the unexpected decisión: Joy, astonishment, gratitude Nach der unerwarteten Entscheidung: Freude, Staunen, Dank Fotos: POS Fischer © 2005 |
EUROPA, mkf. El 27 de abril de 2005 por la mañana, poco menos de una hora antes del comienzo de la sesión de la asamblea parlamentaria del Consejo Europeo, se hizo entrega de más de cincuenta mil firmas a Marcel Glesener, vicepresidente de la Asamblea parlamentaria y presidente de la comisión para el orden social, la salud y la familia. Las firmas fueron entregadas por una delegación del Movimiento de Schoenstatt, propulsor de la iniciativa por "La dignidad del hombre en todas las fases de la vida. No a la legalización de la eutanasia". Con gran alegría el señor Glesener recibió a la delegación, que siguió desde la tribuna pública el extenso debate y la votación de numerosas enmiendas hechas al proyecto sobre la eutanasia del diputado suizo Dick Marty, culminando finalmente con el rechazo de dicho proyecto, aún cuando había sido modificado sustancialmente.
El tema prácticamente no tuvo cobertura en los medios, por lo cual pasó casi desapercibido para la opinión pública el interrogante que se abría: si debía contemplarse también en los 46 Estados miembros del Consejo Europeo la posibilidad de la eutanasia en el "acompañamiento de los enfermos terminales en su etapa final de vida" (tal como decía el título modificado del proyecto). Probablemente haya sido también gracias a la actividad pública desarrollada por la iniciativa "Dignidad del hombre en todas las fases de la vida", que un equipo de la emisora ARD (primera cadena de televisión alemana) se hizo presente en Estrasburgo y algunas agencias informativas católicas como KNA, ACIprensa y Zenit destacaron la noticia.
Quedó en pie la resolución 1418
A lo largo de un prolongado debate los parlamentarios tuvieron que votar en total más de 71 enmiendas. 138 miembros votaron en contra del proyecto, 26 a favor, y hubo 5 abstenciones. Dick Marty, autor del proyecto – que entretanto había sido modificado sustancialmente – finalmente votó en contra también, quedando así en pie la resolución 1418 del año 1999, que condena expresamente la eutanasia. Al mismo tiempo, esta resolución exigía facilitar el acceso de los enfermos terminales y moribundos a los beneficios de la medicina paliativa. "Desde enero de 2004 venimos bregando a través de nuestra iniciativa para que quede firme la resolución de 1999", dijo Hannelore Spannagel, jefa de la rama de madres del Movimiento de Schoenstatt en la arquidiócesis de Friburgo, y portavoz de la iniciativa. "Estoy muy contenta por la decisión que se tomó hoy, que apunta al verdadero desafío: mejorar la situación de las personas en grave estado de salud y la de sus parientes, fomentar la medicina paliativa e insistir en la necesidad de crear y sostener ámbitos de asistencia y cuidado que preserven la dignidad del hombre. También espero que con la decisión de hoy se haya aclarado que la dignidad del hombre no depende en absoluto de una determinada calidad de vida o del grado de conciencia". Fue éste también uno de los argumentos más contundentes durante el debate, expresado por el Sr. Rigoni, de Italia: Los cuidados paliativos, afirmó, eran sólo un justificativo para la eutanasia al considerarlos innecesarios. Recordó la afirmación del Papa Juan Pablo II, recientemente fallecido, de que el valor de la dignidad humana no está supeditado al estado de salud del individuo sino que es menester preservar la dignidad de los seres humanos.
Una experiencia alentadora
En su alegato, Marcel Glesener hizo referencia a las 50.000 firmas "Ha viajado hoy expresamente a Estrasburgo la delegación que se encuentra en la tribuna", señaló, para "dar testimonio" del acompañamiento inherente a la dignidad humana ante la muerte, que se contrapone con la eutanasia. Al momento de la entrega de firmas agradeció el compromiso manifestado a través de esta iniciativa. Fue un encuentro breve, en el que no fue posible – ni necesario por otra parte – explayarse mucho sobre el tema. Sin duda, las numerosas enmiendas, dijo Marcel Glesener, habrían modificado considerablemente el texto, que, de esa manera, hubiese sido aprobado por un margen muy escaso en la comisión. A esa altura no se sabía a ciencia cierta cuál podía llegar a ser el dictamen del parlamento al respecto. De allí que fuera tan decisiva y motivadora en esa instancia la impronta de estas 50.000 firmas. "Recién en ese momento tomé conciencia cabal de lo importante que ha sido nuestra intervención", expresó Hannelore Spannagel. Jamás se ha rezado tanto en una asamblea plenaria del Consejo Europeo, "desde lo alto", es decir, desde las tribunas. La delegación entera de Schoenstatt – rosario y peregrina en mano – rezaba y escuchaba simultáneamente! Asimismo, son muchos los schoenstattianos que han rezado también, especialmente en Oberkirch, donde está localizado el Santuario más cercano a la ciudad de Estrasburgo.
Despenalizar: un argumento obvio – pero sólo en apariencia
A lo largo del debate, al igual que en la conferencia de prensa llevada a cabo a continuación, quedó claro que la perspectiva de "despenalización" era el argumento clave de los precursores del dictamen a favor de la eutanasia... Quienes defendían la legalización de la eutanasia argumentaron que es menester despenalizar lo que invariablemente se realiza en forma habitual a fin de posibilitar que el tema sea tratado bajo el prisma del derecho de autodeterminación, estableciendo marcos legales que abran camino a soluciones satisfactorias. "Como lo logramos hace 30 años con la despenalización del aborto", acotó Dick Marty en rueda de periodistas.
Pero precisamente la legalización del aborto (fruto de la despenalización) ha demostrado ser indicio de un camino que conduce al precipicio – un indicio que da luz verde a la razón y al actuar, trasformando lo anteriormente prohibido en algo factible de hacer – incluso hasta en algo que "se hace" o debe hacerse. "A punto tal que hoy día una mujer debe justificarse si decide no abortar un bebe defectuoso", dijo Monika Walter, integrante de la delegación schoenstattiana.
"Se corre un serio peligro cuando, de forma simplista, el debate sobre la asistencia al moribundo se centra en la manera de paliar los gastos pertinentes. Como ecónomo de la salud soy plenamente conciente de que los tres últimos meses de vida suelen ser de costo más elevado en términos de tratamiento médico y cuidado asistencial. Los funcionarios alemanes se han enfrentado con la dificultad de costear los gastos de la medicina paliativa. De postergar todo esfuerzo por acompañar a las personas moribundas, los demás tomarían el camino más fácil, más sencillo y más económico", fue uno de los tantos aportes impactantes durante la asamblea.
¿Qué despenalizaremos en el futuro – se pregunta uno ante los fundamentos en pro de la legalización de eutanasia – simplemente tan sólo porque "muchos lo hacen": el doping en el deporte, o quizás el robo en las tiendas, el abuso de menores o la corrupción de los políticos?
"Seguiremos creando conciencia en la opinión pública y generando un clima propicio a la dignidad del hombre en todas las fases de la vida, incluso en la etapa final", dijo Hannelore Spannagel. "Deseo agradecer a todos los aquí presentes: a los políticos, a los que brindaron su apoyo a través de su firma y a quienes se encargaron de recolectarlas. La experiencia de hoy es un signo de aliento, que nos compromete a seguir adelante con la tarea".
"Esto es verdaderamente un milagro", comentó Claudia Roth, "nadie lo esperaba...". "¡Me puse a aplaudir sola ante mi PC...!", escribió una Hermana de María al leer la noticia, mientras que otra persona comentó pensativa: "Es obra de Juan Pablo II, que evidentemente ha llegado al cielo".
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