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 published: 2005-02-02

"Hazme un apóstol de Schoenstatt"

Leonardo "Polito" Kostner: instrumento dilecto de la Mater y el Padre

Una foto de  "Polito" Kostner que fue tomada el 30 de octubre pasado, cuando él vino a visitarnos a Villa Ballester por última vez. A su lado sus hijos Juan y José Kostner.

A photo of “Polito” Kostner taken last October 30, when he last visited his relatives in Villa Ballester. At his side his two eldest sons, Juan y José Kostner.

Das Foto zeigt “Polito” Kostner bei seinem letzten Besuch in Villa Ballester am vergangenen 30. Oktober; an seiner Seite seine beiden ältesten Söhne Juan und José Kostner.

 
 

Marzo de 1952: Retiro de jóvenes argentinos, en su mayoría de Villa Ballester, hijos o nietos de inmigrantes de habla alemana. Derás del padre esta un joven, a la izquierda de este esta Polito,el del jopo y saco blanco.Atrás del grupo se ve la casa que actualmente esta el "Oratorio del Padre".

March 1952: Retreat for young argentine boys, the majority of them from Villa Ballester, sons or grandson of German immigrants. Polito is at the left of the boy who is standing behind Fr. Kentenich.

März 1952: Besinnungstag für argentinische Jugendliche mit Pater Kentenich, in der Mehrzahl aus Villa Ballester, Söhne oder Enkel von deutschen Einwanderern. Polito steht links von dem Jungen, der direkt hinter Pater Kentenich steht, mit weißem Hemd und weißer Jacke.

Fotos: Kostner © 2005

 

ARGENTINA, Quitito Asencio. El 2 de enero de 2005 murió Leonardo Kostner, conocido por todos como "Polito", uno de los schoenstattianos argentinos de la primera hora. Conoció al Padre Kentenich, en 1952 participó, entre otros, en una jornada para jóvenes alemanes de Villa Ballester... Fue padre de 3 hijos, abuelo, apóstol incansable de la Mater. Para la historia del Schoenstatt argentino, fue factor de unión entre las dos corrientes que marcaron su fundación en los primeros tiempos – la del 20 de enero y la del 31 de mayo –, lo que fue signado también con su propia vida ya que nació en Ballester, fundada en la corriente del 20 de enero representada por las Hermanas y las primeras comunidades fundadas por ellas, como Ballester y Valentín Alsina entre otras, y murió en Paraná, fundada por la corriente del 31 de mayo, proveniente del interior, fundamentalmente Paraná y Córdoba, inspirada en el Schoenstatt chileno.

Si bien Polito era un apasionado de la corriente del 20 de enero, fue también un factor decisivo de unión entre ambas. Afirmaba que sin el 20 de enero, el 31 de mayo jamás hubiese existido, pero que sin el 31 de mayo, la Iglesia se hubiese quedado sin el gran aporte de Schoenstatt a ella. Así lo recuerda Juan Klobovs, de Villa Ballester, miembro de la Federación de Familias, quien perteneció a la segunda generación de la Juventud Masculina fundada por Polito, a quien considera también como uno de los gestores principales del Santuario de Villa Ballester y de su misión diocesana, llevando el aporte de "Nazaret" a la misión nacional.

"¿Qué fueron a ver?"

Maximiano "Quitito" Asencio, quien fundó Schoenstatt en Paraná, escribe sobre Polito, "un grande dentro del Movimiento Apostólico de Schoenstatt".

"¿Qué fueron a ver?… ¿una caña movida por el viento…?". Esta escena narrada por Jesucristo se me apareció una y otra vez en torno a Polito, al momento de su velatorio. Se me decía: ¿qué fuiste a ver…? ¿Qué fuiste a ver…? Y de lo hondo surgió la evidencia firme, sólida, como que eran palabras de vida eterna. La contestación estaba en el mismo pasaje, referido al Bautista. El Jesús histórico se refería a un grande, el más grande de los profetas. Aquí y ahora se refería a un grande dentro del Movimiento Apostólico de Schoenstatt. Un grande, de los grandes, con la sencillez de un niño.

Esta es la evidencia que se me dio y que quiero compartir.

Nos antecedió en mucho a todos los de Paraná, los que a veces nos llamamos los primeros; siempre hay un antecesor antes de llegar a la raíz, al fundamento. El tuvo la gracia, la elección, de ver y escuchar esta raíz del Movimiento, de ahí que sentía suya esa misión de transmitirla y, más que eso, transferirla. Y lo hizo en forma incansable, a diestra y siniestra, en cada oportunidad, revelando su "tesoro escondido".

"El Padre decía lo siguiente..."

Este "conocerlo" en persona, el cara a cara, aunque a veces haya sido con travesuras de adolescente, le dio la jerarquía interior de en qué estaba metido. Tuvo siempre una dimensión supraterrenal del Movimiento y de su misión. Lo sabía de la fuente original. Y este meterse fue incesante, permanente. Año a año agregaba algo más en su memoria, al enfrentarse con la criticidad de los tiempos.

Cuántas veces le sentimos decir, al comentar la angustia tremenda de este tiempo: "Para esto es Schoenstatt. Para esto Ella, con su instrumento, nos ha llamado a su obra". Lo suyo fue presentar una y otra vez a María, como vencedora de todas las batallas, la de los tiempos nuevos. A cada situación respondía: El Padre decía lo siguiente… y su aporte calzaba como anillo al dedo. Preciso y justo, y para eso no basta sólo leerlo sino amarlo filialmente.

Y porque grande es en el Schoenstatt argentino, es así de simple, así de auténtico, así de transparente, sin doblez. La firmeza de sus convicciones y certezas generó asentimiento y dieron vuelo a las responsabilidades en otros.

Dos comunidades entrelazadas en su corazón

Le tocó vivir, por designio del Amor, y para amar hasta el final, dos comunidades distintas, con singularidades propias: la de Ballester y Paraná, y digamos, fue hombre de ambas familias. Será inolvidable su aporte y lo continuará arriba. La obra de nuestras manos no acaba con lo que hacemos "ahora", veamos cuánta actividad desarrolla la Aliada para darnos cuenta de que él seguirá activísimo, dándonos a manos llenas el misterio de su misión que ahora ve y comprende más claramente.

El aliado ha llegado a la plenitud de su alianza para seguir siendo vida para la obra y el mundo. Creer en esto, ni el ojo vio ni el oído oyó, lo que será en esta plenitud, en favor de sus hermanos. La Epístola que escuchamos hoy nos decía que se nos ha entregado el poder de ser hijos de Dios… y esto en Polito será derramado en oleadas sucesivas a toda su familia: la íntima, la de la Loma y su Ballester.

Gestador de encuentros, síntesis interior, generoso con su tiempo

Pero creo que no queda aquí su contribución. Quién no recuerda de él su dedicación a los cursos prematrimoniales, años a años, con frutos que se le escurrían a veces, y otras veces, ¡qué retornos recibió! ¿No los cuidará acaso a los que participaron, y a todos los que hoy quieran consagrar su matrimonio con la Presencia permanente del Señor?

Hoy uno comprende que era inquietud de Ella. Que su Alianza germinó, ya que su permanente iniciativa y desafío es que El sea integrado a la familia, para que en todos realice el milagro de Cana.

María lo tuvo como aliado especial, fue a través suyo que el Movimiento se comprometió con la guardia de adoración de los días sábados en el Santuario de la iglesia San Miguel. Ella suscitaba en él el encuentro con Jesucristo en la Eucaristía. Cuánto se ha rezado allí. Cuántos diálogos memorables entre los que guardaban sus horarios y El o Ella en ese silencio de la medianoche o la madrugada. Allí se vivieron páginas evangélicas que ahora él conocerá en detalle, podrá ver en Él el corazón de cada uno, el nudo de cada súplica, de cada alabanza y de cada ruego.

¿Por qué digo que es un grande para la familia nacional?

- Porque atravesó todo el proceso de encuentro y nacimiento de la Familia "Con María, familia del Padre", dando la armonía al espacio, gestando encuentros en su propio corazón, para soldar estas vivencias a veces tan distintas. Su persona acrisoló el todo y guiado por el P. Kentenich. vigorizó esta familia desde adentro. No podía equivocarse, fue llevado de la mano de esa manera. Es volver a recordar las Jornadas de la Falda, los primeros encuentros nacionales, los campamentos de matrimonios y las incontables visitas de intercambio que generaron las consagraciones de los Santuarios de La Plata, Paraná, Córdoba, Ballester. Allí estuvo su aporte significativo.

- Porque mantuvo siempre una síntesis interior, natural, ordinaria, que todo refería al Padre Fundador y a la Mater. Esto le daba autoridad a todas sus expresiones. Todo lo refería a estas últimas causas. Se mantenía firme, fiel, seguro. Nunca vi vacilaciones o dudas. Estaba anclado. De este "tesoro escondido" sacaba decisiones, propuestas, orientaciones, que eran su inmenso aporte de sabiduría de vida.

- Porque fue enormemente generoso con su tiempo, siempre dispuesto, siempre cooperante, aquí en Paraná, como en Gualeguaychú, Hasemkamp y donde fuere, llevaba su mochila llena de vivencias y de un pensar desde el P. Kentenich. que lo ofrecía sin cejar. Generosidad por fundar, generosidad para conducir, generosidad para educar, generosidad para las infinitas reuniones de matrimonio de uno u otro círculo, en una batalla permanente por abastecer de ideales a todos, según la visión de Schoenstatt, y esta generosidad es desprendimiento de sí, es saber que a veces el "yo" estorba y no conduce a más amor.

Esta generosidad en darse, impregnó su tiempo personal dejó su sello… no es por casualidad que le solicitaran una y otra vez sus charlas sobre el Padre o el Movimiento, y esto circuló por la familia. Se sabía que se disponía de él, y no sólo eso, sino la riqueza que se recibía era puro canal de vida, instrumento directo de Ella y El.

Sabiduría de los simples

Por último, dos detalles de su persona que a mí me significan.

Uno, su tenacidad y constancia. Era fiel a su sangre, ¡qué bien nos hace tener un hermano así, que todos los días empuña el arado con el mismo entusiasmo y dedicación! Era de aquellos que realizaba en cada día su propio afán, y a la mañana siguiente, vivirlo a fondo totalmente. Tenacidad para la impronta de las ideas, tenacidad para la gestación y crecimiento de la familia, tenacidad para las vivencias que construyen las nuevas orillas.

Sinceramente a él le pido que desde allá nos dé a todos esta tenacidad para lo cotidiano y para enfrentarnos al mundo. Tenacidad para construir poco a poco pero sólidamente; tenacidad para que la Loma sea el Tabor de María; tenacidad para asegurar los ideales, tenacidad para con nuestra propia radicalidad de vida.

Lo otro, una anécdota. Una mañana, visitando su casa, lo encontré cocinando, preparando el almuerzo para su familia. Me explicó con detalles y énfasis lo que estaba haciendo. Era el mismo que se apasionaba hablando del P. Kentenich. Allí vi su armonía personal. Hacía con total interés lo uno y lo otro, sabiduría de los simples, dice la Biblia, y en esto ahondé en la riqueza de su persona. Lo grande no está en saber hablar bien, o en las frases importantes, sino en llenar lo que nos toca de total entrega y sabiduría. Hoy esto, mañana aquello, pero todo desde uno mismo, enamorado como él estaba.

Gracias Polito por tu vida. Te conocí más a fondo con Rosa María, ella tiene una gran parte, lo sé, vos también lo sabías, ya que en la enfermedad quisiste tenerla siempre a tu lado. A no quedarse quieto y vigila a los hermanos, que todos lleguen a comprender el Poder de ser hijos de Dios. Finalmente transcribo para él, el Eclesiástico cap. 37. vers. 23 al 26:
" El varón sabio enseña a su pueblo y los frutos de su inteligencia son dignos de fe. El varón sabio es colmado de bendiciones y le llaman feliz todos los que lo ven. El sabio en su pueblo se gana la confianza y su nombre vivirá por los siglos".



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Last Update: 02.02.2005 Mail: Editor /Webmaster
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