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 published: 2005-02-22

En general se los ve muy felices...

La encuesta encargada al instituto Allensbach por el Foro para el fortalecimiento de la familia muestra la importancia de los rituales y las tradiciones en la familia

 

 
 
 

ALEMANIA, ffs. / mkf. El tema de la familia ocupa un lugar importante en la lucha electoral de Schleswig Holstein. El tema de la familia moviliza a los participantes en la conferencia anual de la Juventud masculina de Schoenstatt. Una gran cantidad de gente joven opina que este es el campo previsto para la acción social. Muchos ven a la familia más bien como un caso problemático, como un lugar para la intervención estatal o institucional. Pero totalmente del lado opuesto, el Foro para el fortalecimiento de la familia, hizo público a comienzos de febrero el estudio del instituto de demoscopia Allensbach: La familia y la felicidad van de la mano. "Mi familia me hace feliz", dice el 68% de la población. Entre los padres con hijos menores de 6 años el porcentaje llega al 95%. Este fue el resultado de la consulta hecha por el instituto Allensbach, por encargo del Foro para fortalecer a la familia. La pregunta: "¿Es necesaria la familia para ser feliz?", se hizo a más de dos mil personas representativas de la población de todos los estados de Alemania.

Para que una persona sea feliz se deben considerar distintas facetas, que varían de acuerdo a la edad y nivel de vida. Ante la pregunta: "Si alguien considera que usted es una persona muy feliz, ¿tendría razón?" el 31 % de los entrevistados contestó: "Si, yo soy muy feliz". Significativamente mayor es el porcentaje entre los padres de bebes y niños pequeños: el 45% se describió como muy feliz. Este porcentaje no es superado por ningún otro grupo de la población. 

Una ventaja en el balance de los sentimientos

Un cuadro parecido se presenta con la sensación actual de felicidad, que se manifiesta como placer. Aquí cuentan sentimientos de entusiasmo, alegría, confianza como también sensaciones de soledad, tristeza y aburrimiento. Otra vez el porcentaje de padres de niños pequeños es el más alto en la escala de la felicidad. Sus sentimientos positivos están por encima de todo. También se informa sobre las experiencias negativas de estos grupos. Ellos no miran la vida diaria solamente con lentes de color rosa. Más bien evidentemente, los jóvenes padres tienen con sus pequeños retoños una cantidad adicional de vivencias positivas que son una ventaja perceptible en el balance de los sentimientos. Así lo confirma el 70% de ese grupo, que en el último tiempo se han sentido al menos una vez como "en el séptimo cielo". Así ellos se sienten más intensamente felices que las parejas recién enamoradas (68%). Sólo el 45% de la población total pudo afirmar esto.

Para hacer más completo este cuadro se le preguntó al mismo entrevistado sobre la diferencia entre estar conforme y ser feliz. En este test nuevamente los padres de hijos pequeños obtuvieron el porcentaje más alto. Al 83% llegaron los que obtuvieron la descripción "en general, se los ve felices" aunque solamente el 66% daba esa impresión.

Los padres de niños pequeños, tienen ventajas a la hora de ser felices

Este grupo de "los más felices" eran padres jóvenes con hijos de hasta 12 años. La próxima etapa de gran felicidad se lograba cuando llegaban los nietos.

Aunque los padres de hijos pequeños dan el porcentaje más alto en cuanto a ser los más felices, solamente una familia y los bebes no garantizan una vida feliz. Lo que sí se destaca como componente especial, es el conservar una familia unida, donde los parientes están atentos a lo que les pasa a los demás, donde hay cariño, donde se busca el intercambio y se preocupan por alcanzar una vida en común. Todo esto da a los  integrantes de la familia sentimientos de confianza, seguridad y recogimiento. Estos valores son los que protegen y aseguran la felicidad en la familia.

Muy de cerca acompañan las actividades, rituales y tradiciones que se conservan en la familia. Estas costumbres hacen más fuertes los vínculos familiares, las hacen más felices y las mantienen unidas. Así lo asegura el 78% de los padres jóvenes con hijos pequeños, que comparten mucho con sus respectivas familias. Más del 70% de los padres con hijos aseguran que es bueno compartir las vacaciones. Entre los padres de hijos pequeños ese porcentaje llega al 75%. 

Son importantes las comidas en común

Poco depende de las edades cuando se trata de actividades donde los miembros de la familia festejan cosas en común, como en fechas propias de la familia o para Navidad. El resultado de la encuesta del Foro para fortalecer a la familia muestra que estas tradiciones y rituales familiares están lejos de estar pasados de moda: el 72 % de las familias donde los hijos todavía comparten el mismo techo continúan hoy todavía con estas tradiciones. Puede ser la cena de Navidad, o el festejo de un cumpleaños.

¡Lo más significativo de estos encuentros es el compartir la mesa! ¡El 78% de del padres con hijos pequeños y el 83% de los matrimonios con hijos más grandes dicen que ellos disfrutan las comidas en familia!

El compartir una comida diaria en familia da un sentimiento de pertenencia mucho más fuerte que si sólo se hace durante las fiestas o en las vacaciones.

El 85 % de los entrevistados sobre si se alegraban por las comidas en común, contestaron que así crecía la unidad familiar y el sentimiento de cobijamiento y seguridad en la familia. 

Más información (alemán) en www.familie-stark-machen.de

Traducción: Ana Hoffmann de Correa, San Isidro/ aat, Argentina



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Last Update: 15.03.2005 Mail: Editor /Webmaster
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