Leben Pur - Pure life - Pura Vida
 published: 2005-02-25

Iremos siempre

Un testimonio de Teresa Olazábal, de la rama de madres de Portugal

 

Ayudar a Jesús en los pobres

Helping Jesús in the poor

Jesus begegnen in den Armen

Foto: Bieler © 2005

PURA VIDA. Me adormecí rezando por Anabela, por Carla, por Fernando, por Mario, cada uno con una historia triste, y me fui durmiendo con sobresaltos, nunca duermo muy bien en estos días, parece que todo esto no se va de mi cabeza, de mis ojos ni de mi memoria. Después, todo se va aclarando y la vida retoma su rutina. Pero... ¿todo es igual? No lo sé, creo que no...

Carla, por ejemplo, está embarazada de cinco meses, ya tiene dos hijos y continúa prostituyéndose. ¡Está hambrienta! Mario reconoció que no puede resistir a la heroína. "Tengo tanta pena de no poder estar con mis hijas... soy cocinero, soy de Aveiro, allá tengo un buen trabajo y no es por nada, pero soy muy buen cocinero. Pero esto de la droga... Gano algún dinero y no resisto: ¡voy corriendo a comprar droga! Noto que mi familia me aparta de mis hijas, las extraño mucho... Esta cosa de no poder resistir..." Más bien bajo, con unos ojos llenos de esperanza y de pena, Mario me fue contando su historia, reconociendo su drama, a la espera del día en que consiga resistir... Y por allí las historias se repiten en la miseria y la infelicidad...

¡Fuimos en dos autos! seis personas, dos nuevas: Zé y Fernando. Los autos estaban completamente llenos – el baúl y los asientos – de ropa, zapatos y de las "bolsas de cariño". Esta vez contenían dos mandarinas, una porción de queso, una tableta de chocolate, pastillas masticables y caramelos una caja de galletitas, una caja de leche chocolatada y otra de jugo... 70 bolsas.

"Fue un problema de dinero..."

Zé llevó también cuatro cajas enormes con pastel de carne. Además llevábamos la gran caja acostumbrada, de budines y medialunas que nos hornea la Confitería de Foz. ¡Un lujo! Volvimos prácticamente sin ropa. Las "bolsas de cariño" tuvieron que ser muy bien administradas. Y llegamos a la última parada con poca ropa...

¿A dónde irá a parar esto? "- ¿Por qué estás en la calle?" le pregunté a aquella muchacha que estaba con un "aire de hacer nada" apoyada en una esquina de la calle Julio Dinis. "- ¿Droga?". "- No". "- ¿Prostitución?". "- No". "- ¿Entonces? ¿Quieres hablar?". "- Fue un problema de dinero" y se calló. Yo también. "-¿Quieres comer?". "– Quiero". "- ¿Quieres ropa?". "- No, gracias, no tengo dónde guardarla"... Anabela estaba allí, apoyada en una puerta, con cara de no saber qué hacer, a donde y cómo ir a dormir, quizás al lado de otros sin techo, donde tal vez sienta alguna protección... Veo que hace días que está en la calle, tiene mucha hambre.

El hambre impresiona, el frío era increíble y también impresiona. El desamparo de Anabela era impresionante, todo es impresionante...

¡Volveremos en febrero!

Ahora rezo y pienso en todos: en los que entre tanto van a morir, los que van a seguir así, los que quisieran salir, los que van a aparecer, los que ya son amigos, rezo por todos, por todos. Agradecida por este mes, continúo diciendo; fuimos porque ustedes existen, fuimos a llevar lo que nos confiaron, iremos en cuanto ustedes nos requieran. Y siempre iremos así: a rezar sin juzgar, iremos lo mismo sin comprender, iremos a llevar a Jesús, iremos para amarlos...

"Jesús hoy no tiene brazos, solo tiene los nuestros... Jesús hoy no tiene pies, solo tiene los nuestros... Jesús hoy no puede hablar, solo tiene nuestros labios para anunciarlo..." Iremos siempre...

Fuente: "Fundamento y Corona", Portugal.



Zurück/Back: [Seitenanfang / Top] [letzte Seite / last page] [Homepage]

Last Update: 25.02.2005 Mail: Editor /Webmaster
© 2005 Schönstatt-Bewegung in Deutschland, PressOffice Schönstatt, hbre, All rights reserved, Impressum