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A la sombra del Santuario... de Ciudad del Este At the shadow of the Shrine... of Ciudad del Este Im Schatten des Heiligtums … von Ciudad del Este |
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Rincón del Padre Father corner Vater-Eckchen |
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Chicos buscando la sombra del Santuario Children looking for the shadow of the Shrine Kinder im Schatten des Heiligtums |
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En la estatua de la Inmaculada At the statue of the Inmaculate Bei der Immakulatastatue |
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Pajaros reales Royal birds Königliche Vögel Fotos: Cabral © 2005 |
PARAGUAY, Javier Cabral. Cuando en 1929 el Padre Kentenich formuló por primera vez la frase "a la sombra del Santuario se codecidirán esencialmente los destinos de la Iglesia y del mundo", probablemente no pensó en un cielo desprovisto de nubes y un verano con temperaturas propias de un horno... (Estadísticamente, es muy probable que cuando lo dijo estuviera lloviendo...). Pero aunque la dimensión de dicha frase se refiere a la influencia del pequeño Santuario – ahora multiplicado más de 180 veces en todo el mundo – vale la pena observar lo que sucede "a la sombra del Santuario" en tiempos de calor, de un Santuario que es y quiere ser el centro, la fuente de gracias del jardín del Padre... El corresponsal de schoenstatt.de en Ciudad del Este se puso en marcha, con su cámara y mucho interés.
Recuerdo que en Asunción se decía: "en Paraguay hay dos estaciones: el verano y la del ferrocarril". ¿Y en Ciudad del Este? Y aquí la diferencia es que no tenemos estación de ferrocarril.
A la sombra del cartel que pide silencio...
En esta época en el Terruño, durante el día y a la tarde, los pajaritos se enseñorean del lugar. Aprovechan todos los lugares para posarse libremente. Otros buscan refugio en alguna sombra por más pequeña que sea, como uno de los teros que puso sus huevos en una de las zonas donde no hay sombra y como no se aleja del lugar, aprovecha la sombrita de uno de los carteles que pide silencio... A las 12,30 vimos a don Mariano, el cuidador y jardinero, durmiendo una merecida siesta en una hamaca. luego de cortar el césped toda la mañana.
La época tiene sus flores, como la flor de coco que perfuma los pesebres y la pequeña orquídea Oncidium. Las demás flores están casi todo el año. O por lo menos a mí me lo parece. Rodeado de tantas flores, bajo el fuerte sol y el cielo azul, el Santuario espera a los peregrinos...
Va la gente del barrio, buscando la sombra del Santuario
A partir de las 18,00 cuando el sol comienza a perder su fuerza, la gente del barrio, con sus termos con agua fría, viene a pasear al Terruño.
Los niños van directamente al lago a mirar, los adultos al entrar y salir del Santuario miran dentro de las ollas gigantes, como buscando algo. Quizás crean que desde allí surge el arco iris. No lo sé.
Se pueden ver niños rezando arrodillados frente a la Inmaculada y a otros detrás del Santuario protegiéndose del calor.
En el rincón del Padre hay una novedad: un cambuchí (cántaro de barro) con agua para que los peregrinos puedan servirse libremente. Este recipiente se utiliza mucho pues conserva fresca el agua.
Que idea hermosa: una visita al Padre es una visita que refresca. Además ¿quien visitó al Padre, durante su vida, sin recibir un regalo, aunque sea algo de agua fresca?
Dentro del Santuario el ambiente está más agradable después de que una señora donara dos ventiladores.
El cobijamiento que regala la Mater incluye los ventiladores en tiempos de calor.