Nachrichten - News - Noticias
 published: 2005-01-18

Santidad en el lavarse las manos...

El P. Ángel Strada es el Postulador del proceso de canonización de Mario Hiriart

Mario Hiriart – modelo de la santidad laical

Mario Hiriart – model of laical santity

Mario Hiriart – Modell laikaler Heiligkeit

 
 

Los postulatores de las causas en Roma: Hna Thomasine Treese (Hna Emilie), P. Joachim Schmiedl (José Engling), P. Angel Strada (Mario Hiriart – y ojala pronto el P. José Kentenich)

The postulators of the „causes“ already in Rome: Sr. Thomasine Treese (Sr. Emilie), Fr. Joachim Schmiedl (Joseph Engling), Fr. Angel Strada (Mario Hiriart, and hopefully soon Fr. Kentenich)

Die Postulatoren der “Causae”, die schon in Rom sind: Schw. Thomasine Treese (Schw Emilie), P. Joachim Schmiedl (Josef Engling), P. Angel Strada (Mario Hiriart, und hoffentlich bald P. Kentenich)

 
 

Compañeros de Mario Hiriart: Guillermo Tagle, Germano Arendes

Companions of Mario Hiriart: Guillermo Tagle, Hermann Arendes

Weggefährten von Mario Hiriart: Guillermo Tagle, Hermann Arendes

 
 

P. José Kentenich en la tumba de Mario Hiriart en Milwaukee

Fr. Joseph Kentenich at the tomb of Mario Hiriart in Milwaukee

P. Josef Kentenich am Grab von Mario Hiriart in Milwaukee

 

Tumba de Mario Hiriart en Bellavista, Chile

Tomb of Mario Hiriart in Bellavista, Chile

Grab von Mario Hiriart in Bellavista, Chile

 
 

8 de septiembre, en la bendición del Santuario de Belmonte: rosas de Mario para su Reina

September 8, day of the blessing of the Shrine in Belmonte: roses from Mario, for his Queen

8. September, Einweihung des Heiligtums in Belmonte: Rosen von Mario für seine Königin

Fotos: Springer © 2005

 

 

 

SCHOENSTATT, isp / mkf. "¿Qué influencia tiene Dios en el trabajo, en las diversiones, en los deportes, en las lecturas, en la manera de cantar, de viajar, de bailar o de lavarse las manos de un laico del siglo XX?" Esta pregunta la hizo en el año 1957 un joven ingeniero chileno que pensaba que la respuesta a esta cuestión lo transformaría en "un grande". Y la formuló aún antes del Concilio, en el que la Iglesia descubrió – después de siglos – que los laicos tienen una misión en la conformación del mundo, y que su tarea original más específica es la de penetrar toda la riqueza de la vida con la gracia de Cristo. Para los laicos del siglo XXI – muchos de los cuales todavía buscan la misión de su vida en el actuar del clero en vez de rastrearla en la santificación del mundo del trabajo – este joven chileno: Mario Hiriart, es un pionero que aún hay que descubrir.

El 5-10-2004 se produjo el nombramiento del P. Ángel L. Strada – que desde principios de enero es el Vicario del Superior General de los Padres de Schoenstatt – como postulador para continuar con el proceso de Mario Hiriart. Diversos equipos y un secretariado central en Schoenstatt apoyarán el trabajo del postulador en los respectivos países. "Me siento continuamente interpelado por la espiritualidad de este hombre," dice Monseñor Dr. Peter Wolf, Director General del Instituto Secular de los Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt. "Fue para mí una gran alegría que la documentación de su proceso fuera entregada en Roma el mismo día de la inauguración del Santuario de Belmonte. Lo considero el signo más fuerte de este día".

Aún ahora, cuarenta años después de su muerte, Mario Hiriart puede ser considerado como un pionero en su visión de la vocación laical, la conformación del mundo y la espiritualidad de la actividad profesional. Y algunos comienzan a ocuparse más de él. En la Universidad de Coblenza, el Sr. Hermann M. Arendes, del Instituto de los Hermanos de María de Schoenstatt, pronunció una conferencia sobre Mario Hiriart como modelo ejemplar de la santidad laical. Esto sucedió en el marco de un seminario teológico en el mes de diciembre de 2004. En Chile, su patria, la Juventud masculina de Schoenstatt organizó un encuentro con Mario Hiriart durante su jornada nacional, en la que participaron 850 jóvenes. Los talleres con Mario Hiriart, realizados en el año 2004 en la casa de los Hermanos de María en Bellavista y concebidos como escuela de vida y ayuda en la orientación, también estuvieron muy concurridos. Muchos visitaron allá la sala de encuentro con Mario, donde a través de imágenes y sonido, así como también a través de textos escogidos de Mario, se puede conocer más su persona y su vida.

Fe y vida diaria: "dos lenguajes distintos, inarmónicos"

"En la vida del laico moderno, aún del que sinceramente se considera católico, lo religioso rara vez ocupa más espacio que la misa del domingo, algunas comuniones más o menos frecuentes y una u otra actividad piadosa o, preferentemente, de auxilio social". así escribía Mario Hiriart en 1957. "Pero, ¿qué influencia tiene Dios en el trabajo, en las diversiones, en los deportes, en las lecturas, en la manera de cantar, de viajar, de bailar o de lavarse las manos de un laico del siglo XX?

Para algunos, como para Nietzsche, el viejo Dios ha muerto. Para la inmensa mayoría, ese pobre viejo Dios está vivo, pero relegado a algún hermoso rincón del cielo: con todas aquellas actividades del hombre moderno no tiene ninguna relación. Aquí yace la última raíz de este total descentramiento de la vida del laico moderno: se ha quebrado en ella por principio la armonía entre la naturaleza y la gracia... Son lenguajes distintos, inarmónicos, vida en dos planos enormemente distantes que jamás se encuentran... Si la armonía está quebrada, el mundo de hoy vive fuera de su centro".

Él no se quedó solamente con un diagnóstico general, sino que sencillamente, como punto de partida, comenzó a luchar para reunir ambos mundos en si mismo: "El trabajo con tantos problemas, con tanta gente de pensar naturalista, fácilmente lo achata a uno en sus ideales. Podría olvidarme muy fácilmente de que el llamado de Dios no es en primer lugar un llamado a ser un magnífico profesor o un buen orientador de los alumnos, ni tampoco solamente un excelente profesional: es, por sobre todo, un llamado a ser santo... Pero no debo olvidarme de que es un llamado a una santidad adecuada a los tiempos, al estado de vida, a la vocación por el estado de vida del laico... Así contemplado el problema, es fácil encontrar la unión orgánica con el problema de ser un buen profesional, un buen profesor, etc." Esto lo escribió el 12 de agosto de 1960.

"Un giro copernicano: del egoísmo a la filialidad".

"Mario descubrió poco a poco el camino a la santidad", dice Amelia Peirone, colaboradora de la "Fundación Mario Hiriart" y del equipo que trabaja por el proceso de canonización. "Lo hizo a medida que fue abriendo su interior a Dios. Tenía valores éticos, pero fue recién en su juventud madura cuando descubrió la necesidad y la belleza de vivir su vida como la respuesta de amor al amor de Dios, sabiendo que Él siempre amó y se entregó primero. Todo esto lo hizo nítidamente por un camino personal, en alianza con María. En Ella fue descubriendo todos los secretos de la vida en Dios, con Él y para Él. Al descubrir este sentido en su vida se le abrieron los demás horizontes: del trabajo, del amor, de la fraternidad, de la profesión, de la común vida diaria, de la oración, del sufrimiento, de la donación de sí, de la muerte. De tanto andar con María, y mirarla a Ella como una transparencia de Dios, dio en su vida un giro copernicano, como dice él, del egoísmo al espíritu filial. Fue un cambio de actitud vital que consistió en poner el eje de su vida no en sí mismo, en el ‘yo’, sino ‘en relación’ a otro, a Dios, como lo hizo María. Eso le trajo de inmediato la libertad interior, la alegría y la necesidad de darlo todo, hasta él mismo, hasta su misma vida. Todo ello se tradujo en un incontenible anhelo por ser santo, por dejarle paso libre a Dios en su vida, ser un cáliz transparente, según sus propias palabras. O sea, que Dios sea todo en él – en Mario -, y a través de él – de Mario –, que todo se devuelva a Dios filialmente, la persona entera, su trabajo, la creación total, incluso cada minuto de la vida cotidiana".

"El exceso de trabajo no puede justificar lo sucedido, sino a lo más explicarlo"

Aquí está un hombre joven en camino "al honor de los altares", que ha luchado con el exceso de trabajo y el estrés, como lo hacen hoy incontables profesionales. Que había perdido el contacto con Dios en la vida diaria y no podía conformarse con eso. "Hacía bastante tiempo que no pasaba por un período de tanto olvido de lo espiritual durante el día como estos últimos días, sin duda se debe al exceso de trabajos y preocupaciones, pero eso no puede justificar lo sucedido, sino a lo más explicarlo. No he tenido la actitud interior de volverme instintiva o conscientemente hacia Dios y ofrecerle ese trabajo o esas preocupaciones que me obligan a mantener la mente lejos de él. Por mi interna desunión con Dios durante el día, tengo que crearme un verdadero hábito de vinculación al mundo sobrenatural fácil y espontánea, y, lo que es importantísimo, a través de lo que me es más propio. Ofreceré a mi Madrecita todo lo que haga durante el día para que disponga de ello como contribución a su capital de gracias en tres oportunidades bien precisas: la oración de la mañana, el Ángelus de mediodía y mis oraciones de la tarde; y lo haré como un cáliz que se alza hacia Dios en las manos del hombre, sacerdote de la naturaleza, con su pobre ofrenda, para que él, bendiciéndola, la haga valiosa". Así lo escribió el 13 de junio de 1954.

Y el 11 de junio de 1959 escribió lo que verdaderamente importa: "No es un simple hacer bien muchas cosas, sino hacerlas bien porque las hago en presencia de Dios, para su gloria y ofreciéndoselas. Ese ofrecimiento es el núcleo de todo. Si hago una buena clase simplemente porque sé que mis alumnos tienen derecho a ello, se trata de un acto sólo éticamente valioso; si la hago extraordinariamente bien porque sé que eso es lo que Dios quiere de mí, y antes de comenzar la clase se la ofrezco, pidiéndole que ella sea eficiente para su mayor gloria, y que, a través de cualquier detalle que a mí se me escape tal vez él acerque a los muchachos un poco más hacia sí, y si al terminar la clase se la ofrezco nuevamente, ya haya sido un éxito o un fracaso, entonces todo ello se convierte en un acto de unión con Dios, en un comienzo de orgánica contemplación de él en la vida diaria. Así, el día de trabajo puede convertirse en una silenciosa pero efectiva ininterrumpida oración.

Nazaret fue para ti un continuo hacerlo todo junto con él, como expresión de amor... Madrecita mía, hazme vivir también la presencia de Dios en mí y a mi alrededor, y todo mi actuar del día será una silenciosa pero real contemplación y unión a él en amor".

"Combatir mi despreocupación en el trabajo de la oficina"

"En primer lugar, creo que tengo un frente de ataque inmediato e ineludible: recuperar la dedicación al trabajo", escribe el mismo Mario Hiriart en 1955 en su diario, y describe la lucha por lograr un trabajo eficaz, concienzudo, comprometido. "He notado que las facilidades que me concedieron en la oficina para trabajar en la memoria, me llevaron poco a poco a dejar en segundo plano mis obligaciones para con ella, problema que se ha hecho más claro ahora que terminé la memoria. Noto una fuerte tendencia a poner poco interés en mi trabajo, a preocuparme interiormente de muchas otras cosas y aún a desentenderme exteriormente de él. Todo me indica claramente que no estoy cumpliendo a la perfección mi deber de estado fundamental: las distracciones en la calle y el trato con las secretarias en la oficina; respecto del segundo asunto, procuraré en adelante, y como norma general, ser mucho más cuidadoso, tratarlas con más respeto y exigirlo también de ellas: esto, al mismo tiempo, me ayudará a rendir más en mi trabajo. Para combatir mi despreocupación en el trabajo de la oficina, tendré como propósito el de luchar por mantener la máxima atención e interés en él, y no malgastar el tiempo de trabajo; para hacerlo concreto: cada vez que note tendencia a distraerme durante las horas de oficina, sacaré la imagen de la MTA de la cartera, y aprovecharé ese momento para pedirte auxilio."

Los textos y la entrevista con Amelia Peirone fueron tomados de la Circular "Mario Hiriart"

La circular, escritos y videos, CD y otras breves informaciones se pueden obtener en: mario.sekretariat@schoenstatt.net, o telefónicamente (en Schoenstatt) (0261) 65080 o (0261) 640980. Más informaciones en: www.schoenstatt.net



Zurück/Back: [Seitenanfang / Top] [letzte Seite / last page] [Homepage]

Last Update: 18.01.2005 Mail: Editor /Webmaster
© 2005 Schönstatt-Bewegung in Deutschland, PressOffice Schönstatt, hbre, All rights reserved, Impressum