Ermita de la Mater en la Bahia de Lapataia, Tierra del Fuego Wayside Shrine of the MTA in the Lapatia Bay, Tierra del Fuego Bildstock der MTA in der Bahia de Lapataia, Feuerland Foto: Capezio © 2005

HACIA 2014, Pe. Antonio Bracht, Presidente Nacional de la Obra de Schoenstatt en el Brasil. Días pasados, volando, no recuerdo de donde hacia donde, abrí la revista que hay a bordo y me detuve en un artículo cuyo título llamaba la atención: "Una decisión para el año 2010" (Icaro, junio de 2004, p. 20) Leí el artículo. Era desafiante y motivador. Hacía pensar. Me identifiqué con él. Es más: pensé que sería provechoso para la Familia de Schoenstatt, precisamente en este momento, cuando comenzamos a dirigir nuestra mirada hacia el 2014. De modo que decidí trasladarlo a nuestro mundo espiritual, aún a riesgo de ser acusado de plagio...

Decía lo siguiente, en un lenguaje levemente "schoenstatianizado":

– ¿De qué lado de la realidad quiere estar usted en octubre de 2014? ¿Dentro de una pecera o en el océano?

Mucha gente se asusta con este planteo. Le parece que todavía es muy temprano para preocuparse por una decisión como ésta.

El hecho es que en el mundo actual muchos han perdido la costumbre de soñar y el coraje de posicionarse en el futuro, para desde allí, contemplar el presente. Aún no han captado que es preciso administrar el presente con base en el mañana. Razonan de cara al pasado. La mayoría de la gente pasa aproximadamente el 90 por ciento de su tiempo recordando de dónde vino, el 9 por ciento justificando dónde está y tan sólo el 1 por ciento del tiempo meditando adónde quiere llegar.

Por tanto, llegó la hora de revertir esa situación. ¡Lo importante es adónde quieres llegar! Quien se aferra al pasado no logra avanzar en dirección a ese océano que le espera, donde puede nadar libremente. Se instala, rodeándose de personas que piensan igual, de gente pesimista, coartando las iniciativas de quienes anhelan adentrarse en el mar abierto.

Pero, ¿qué es esa pecera que aprisiona, así, a la gente? Puede ser una tarea, un cargo, una coordinación. Puede ser una relación afectiva, un contrato mal hecho, una tarjeta de crédito que nos convierte en rehén de deudas. O puede ser, también, un acontecimiento no deseado, una enfermedad, una catástrofe.

Atención a este detalle: esa pecera es algo que la persona carga dentro de sí, un esquema mental. La pecera está dentro de la gente!

El primer paso para liberarse de esta es pensar en octubre de 2014 y decidirse desde ahora por esta opción íntima: ¿pecera u océano?

Fuente: Tabor em Paginas, Brasil.