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 published: 2004-12-10

Nació para servir a la Iglesia

El 12 de diciembre se celebra el centenario de Don Joao Pozzobon, apóstol y misionero de María

Apostol y misionero de Maria: Don Joao Pozzobon

Apostle and missionary of Mary: John Pozzobon

Apostel und Missionar Mariens: Joao Pozzobon

 
 

Joao Pozzobon con la Peregrina Original en el Santuario Original

John Pozzobon with the Original Pilgrim MTA in the Original Shrine

Joao Pozzobon mit der Peregrina Original im Urheiligtum

 
 

En el corazón de la Iglesia, al servicio de la Iglesia

In the heart of the church at service of the church

Im Herzen der Kirche  im Dienst an der Kirche

Fotos: Arendes © 2004

 
 

Vigilia, 7 de septiembre: respuesta espontanea de los misioneros a la caida de la imagen del Santuario

Vigil, September 7: spontanous reaction of the missionaries to the crash of the picture for the Shrine

Vigilfeier am 7. September: spontane Reaktion der Missionare der Kampagne auf den Sturz des Bildes für das Heiligtum

 

La renovación de la Iglesia ya comenzó

The renewal of the church has already begun

Die Erneuerung der Kirche hat schon begonnen

Fotos: POS Fischer © 2004

 

INTERNACIONAL, mca/mkf. "No tuve ninguna vinculación con Joao Pozzobon; una vez, creo, durante los años que estoy en Schoenstatt y llevo la peregrina, escuché su nombre, pero no me despertó interés", comenta Gerd Freisberg, de Alemania. "Hasta aquel día en Santa María, cansado, con 40° de calor, sentando, participando en el Congreso del Centenario de Joao Pozzobon. Hablaron testigos que lo conocieron. Me impactó. Olvidé mi cansancio. Me emocionó. Me dije: es un santo. Un santo que dio origen a todo lo que hacemos con la Virgen Peregrina. Vi su imagen, vi que otros llevaban imágenes como la suya, que llamaban Auxiliar, y supe que necesitábamos una Auxiliar para Alemania. Ahora la tengo a mi cargo, y me pregunto cómo pasó todo". ¿Simple casualidad? Desde hace unos meses trabaja en la Casa Marienau, donde se encuentra la "Peregrina del Padre", la peregrina que Don Joao le envió de regalo al Padre Kentenich. El 12 de diciembre, día de la Virgen de Guadalupe, patrona de las Américas, se celebra en Miami y Asunción, en Zagreb y Tucumán, en Schoenstatt y Santa Cruz de la Sierra el centenario de "un hombre sencillo, filial, solidario con los más necesitados, un apóstol heroico de María, un modelo de santo schoenstattiano", laico, casado, padre de siete hijos, que en 1950 comenzó a llevar una imagen de la Virgen de Schoenstatt a las familias, rezando el rosario con ellas. Este fue el inicio de la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, que hoy está presente en más de 90 países del mundo, llegando a niños y ancianos, presos y obispos al igual que a los misioneros. Una corriente de vida que nació para servir a la vida de la Iglesia.

¿Simple casualidad? Mientras Gerd Freisberg participaba junto con la delegación alemana en el Congreso en Santa Maria, Brasil, la Peregrina del Padre estuvo presente en la bendición del Santuario de Belmonte, el Santuario del amor a la Iglesia. Schoenstatt al servicio de la Iglesia: eso es lo que Don Joao Pozzobon quiso promover a través de la Campaña; algo tan sencillo y pequeño que todos pueden sumarse... Si bien son sumamente importantes los grandes signos – la designación de sacerdotes schoenstattianos como Obispos (o Papa...), roles destacados en los diversos ámbitos de la vida, iniciativas exitosas que trascienden las fronteras schoenstattians -, muchas veces la renovación de la Iglesia empieza con cosas simples, sencillas, pero efectivas. Estas cosas simples, aparentemente insignificantes – una peregrina, una ermita, la conversión de un preso, una oración que provoca el milagro, un rosario en la parroquia - sirven también como pequeños "granitos de arena" que van construyendo el edificio, como peldaños que allanan y afianzan el camino hacia la gran meta. Como decía el Padre Kentenich en el Acta de Fundación: ¿Cuántas veces en la historia del mundo ha sido lo pequeño e insignificante el origen de lo grande, de lo más excelso? Como, al mismo tiempo, nos lo recuerda también la "humilde doncella de Nazaret", Reina Inmaculada, en su celebración del 8 de diciembre, día en que Don Joao suelo renovar su compromiso con ella.

Una irrupción de gracias destinada a llevar la corriente de vida de Schoenstatt a los círculos más amplios del pueblo.

"Dios nos regaló en la persona de Don Joao un hombre sencillo, filial, solidario con los más necesitados, un apóstol heroico de María, un modelo de santo schoenstattiano. María lo fue formando en su Santuario con un profundo espíritu de filialidad heroica que traslucía en todo su ser. Fue un hombre de oración extraordinario, de honda vida contemplativa, marcada por su tierno amor a su Madre y Reina y por una notable devoción eucarística y trinitaria. Al mismo tiempo fue esposo y padre de familia ejemplar, un hombre de trabajo, justo y honesto. Nunca descuidó sus obligaciones familiares o laborales por un intenso apostolado. Su íntima Alianza de Amor con María plasmó en él un modelo de santidad en la vida diaria", expresa el Documento de Consenso 1989 elaborado a pocos años de la muerte de Don Joao, cuando su Campaña ya había comenzado a cambiar y marcar la realidad schoenstattiana y eclesial de Brasil, Argentina, Chile y Paraguay, países de los cuales se reunieron los asesores del Movimiento y responsables de la Campaña en Santa Maria para reflexionar sobre la persona y obra de Don Joao, destacando que: "La persona de Don Joao es un ejemplo con rasgos marcadamente particulares de la encarnación de los ideales de Schoenstatt y es para la misma Campaña un modelo de lo que ella quiere lograr y seguro y garantía de fidelidad a las fuerzas originales de las cuales ha surgido."

"Todas las puertas se abren para recibirla"

Es la intuición sobre la garantía de fidelidad a las fuerzas originales, es la intuición acerca de la gracia más pura del origen – lo que se celebra en la Fiesta de la Inmaculada – lo que hace buscar la cercanía de Don Joao y lo que despertó un sinfín de festejos en acción de gracias por su centenario a lo largo de todo el año. La Campaña de Rosario de Paraguay invita el domingo 12 de diciembre en Tuparenda a todos los misioneros, peregrinos, y a toda la familia al gran festejo por los cien años de Don Joao Pozzobon, comenzando a partir de las 8:30 hs. Con el rezo del Santo Rosario; a las 9:00 hs. la Santa Misa, seguido de charlas, proyecciones y actividades artísticas - informa el boletín de Paraguay. El día 11 tendrá lugar una gran celebración en la Catedral de Sé, el día 12 en muchos lugares se celebrará un día de fiesta y acción de gracias – cuenta, por su lado, Brasil. Se celebra también en Miami, en el terruño del futuro Santuario; al igual que en Croacia con la entrega de la Peregrina N° 1000, y en Schoenstatt, Alemania, con una Misa en la Iglesia de la Adoración, presentaciones y Rosario en el Santuario Original. Se celebra a la Gran Misionera, que en la Campaña del Rosario quiso hacerse peregrina para salir en busca de la gente, como quiere ser y hacerlo también la Iglesia peregrina, una peregrina sencilla que viene en humildad como hace 2000 años vino Jesús, "para que el mundo ame a Dios, y no sólo quede impactado", como dice un cuento de adviento. "Todas las puertas se abren para recibirla", comentó Don Joao. "Todos los corazones se abren, sean ricos o pobres, sabios o ignorantes; se abren las puertas de las escuelas, de los hospitales, de las cárceles". Una estudiante de Ecuador, hace unas semanas, con algo de miedo, decidió llevar a la peregrina a la universidad. Armándose de coraje, la sacó de la bolsa donde estaba guardada y la colocó a su lado, sobre su escritorio. Entró el profesor, y para susto de la joven estudiante, preguntó: "¿De quién es esa Virgen?" – "Es mía..." – "Ese no el lugar para la Virgen, ¡póngala al frente de la sala para que presida la clase! Yo la recibo en mi casa también, y ella se merece el lugar de una Reina".

La bendición del "Santuario de todos nosotros" y el centenario de Don Joao

En una de las paredes de la habitación de Don Joao, en su casa, transformada hoy en Museo, se encuentra un enorme afiche del Santo Padre, Juan Pablo II, con la siguiente inscripción, acuñada por él, de puño y letra: "Todos los días me uno a él". Es conocida por todos la fuerte vinculación que unía a Don Joao con la Iglesia, tanto a través de la persona del Santo Padre como de Obispos y sacerdotes en general, por quienes ofrecía diariamente su oración y sus aportes al capital de gracias. Antes de comenzar a trabajar con la Campaña en algún lugar, pedía autorización al párroco correspondiente, a la vez que enviaba un informe anual a su Obispo detallando las actividades realizadas a través de la Campaña: escuelas visitadas, maestros, alumnos, imágenes que recorren las familias, familias que reciben la visita, rosarios rezados durante las visitas, personas que acompañaron la imagen, personas que visitaron la imagen durante el día, oraciones, jaculatorias, peregrinaciones al Santuario, casamientos, bautismos, primeras comuniones, conversiones, total de kilómetros recorridos... Un exhaustivo informe de su apostolado realizado con la Campaña.

"Toda la labor de Don Joao y su Campaña tienen por finalidad un servicio a la renovación de la Iglesia y la sociedad. El mismo tenía presente este horizonte histórico. Demostró este servicio a la Iglesia en una fidelidad probada a los obispos y en una actitud filial y respetuosa ante los párrocos, a quienes pedía siempre autorización y con quienes colaboraba generosamente. En su propia parroquia y múltiples capillas, antes y después de ser ordenado diácono, dio pruebas de esta servicialidad. Así también la Campaña desea ser el brazo prolongado del párroco. Por su sencillez, la Campaña se presta especialmente para acercar muchos sacerdotes a Schoenstatt", continúa diciendo el Documento de Consenso Santa María 89.

"Una y otra vez vuelve a mi memoria la Vigilia del 7 de septiembre, el momento de la caída del cuadro y su reemplazo inmediato por una peregrina y por la Auxiliar Internacional, el gesto espontáneo de los misioneros levantando en alto sus imágenes, las reflexiones posteriores de los Padres Diocesanos y de muchos participantes", reflexiona una misionera que estuvo presente en Roma esos días. "Todos sentimos muy claro el mensaje del Padre en aquella circunstancia: la Mater quiere peregrinar con su pueblo, como Iglesia peregrina, que va al encuentro de sus hijos sin esperar que estos acudan a ella, para llevarles consuelo, ayuda, alegría, en cada circunstancia que les toca vivir. No es una Virgen "estática", sino una Virgen que nos acompaña en cada etapa de nuestro camino, aún cuando no se lo pidamos o no se nos ocurra pedírselo; Ella viene a nuestro encuentro a través de un simple ofrecimiento: su visita de dos días a nuestra casa, donde se produce el gran cambio, la verdadera transformación; donde se hace vida la Alianza, casi sin darnos cuenta; donde sentimos y sabemos que no podemos lograr nada sin Ella, pero que con Ella todo lo podemos; donde nuestra casa se convierte en un Santuario en el que Ella nos cobija, transforma y envía como instrumentos.

Dios quiera que sea un signo de muchos más que vendrán, a partir del fuego encendido por el Santuario de Belmonte en todos. Es como que todos quieren llevar la antorcha de su mensaje, y en ese camino, algunos descubren la Campaña, portadora por excelencia del mensaje y la misión de Schoenstatt. Por su amplitud, su profundidad, su universalidad, su respuesta a miles de situaciones y desafíos que presenta el mundo actual.

En mi opinión, la Campaña y Belmonte se "potencian" y complementan mutuamente, alimentándose uno de otro, sacando la Campaña, de este Santuario, la fuerza para llevar la misión al mundo y retornando a él con las vasijas cargadas de aportes. Algo así como la cara visible del 31 de Mayo, expresado en dos vertientes que en el fondo es una sola: Schoenstatt para la Iglesia.

Como dijeran tantas personas, quiera Dios que surjan en Schoenstatt muchos Joaos, hijos fieles del Padre y cireneos suyos, que le ayuden a tirar del carro de triunfo de la Mater, para bien de la Iglesia. Quien descubre este tesoro, como Gerd Freisberg, ha encontrado la perla escondida en el campo, aquella por la que es capaz de vender todos sus bienes, nada más y nada menos que la misión del Padre".

Que esta grandiosa Campaña del Santo Rosario signifique un gran florecimiento espiritual en la gran Obra de Schoenstatt, que se extienda por todo el mundo, para el mayor bien de la Santa Iglesia (Oración de consagración de Don Joao Pozzobon, 8 de diciembre de 1983)

Documento de Consenso


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Last Update: 10.12.2004 Mail: Editor /Webmaster
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