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El 10 de diciembre de 1939, el Padre Kentenich regaló la corona a la Mater en el Santuario Original December 10, 1939, Father Kentenich offered the crown to the MTA in the Original Shrine Am 10. Dezember 1939 schenkte Pater Kentenich der Gottesmutter im Urheiligtum die Krone Foto: POS Fischer © 2004 |
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Se prepara a la coronación de la MTA en el Santuario de Tucumán, Argentina The crowning of the MTA in the Shrine in Tucumán is being prepared these months Die Krönung der Gottesmutter im Heiligtum in Tucumán wird in diesen Monaten vorbereitet. Foto: Losada © 2004 |
ARGENTINA, Tucumán, Silvia de Losada. El 10 de diciembre se cumplen 65 años de la coronación de la Mater en el Santuario Original; la corona fue regalada por las Hermanas de María con motivo del 25° aniversario de Schoenstatt, celebrado el 18 de octubre de 1939. En estos 65 años innumerables coronas han sido regaladas a la Madre tres veces Admirable como símbolo de confianza, de entrega, de compromiso y de alabanza a la humilde Virgen y cariñosa Reina, alabada por todas las generaciones... Con un anhelo unánime, la familia tucumana trabaja en la conquista espiritual de la corona que ofrecerá a la Mater en el Santuario.
"Nuestros corazones arden de emoción por el gran honor que significa el que la Divina Providencia, en su amor misericordioso, nos haya elegido como la generación que corone a nuestra amada Madrecita. Trabajamos con alegría, entrega y perseverancia para que la corona que logremos no sea sólo un objeto material, sino que simbolice la entrega de nuestra vida a nuestra Madre y Reina". De esta forma se expresan los que conforman el Equipo de trabajo para la coronación, prevista para el 17 de abril de 2005, mes en el que el Santuario de Tucumán cumplirá 6 años.
El compromiso de ser coronas vivas
El equipo preparó "Seis pasos para la conquista de la Corona de la Reina". Cada paso corresponde a un mes. Cada mes se entrega una cartilla que contiene un pequeño capitalario para ofrecerlo con los aportes al Capital de Gracias.
Entre todos trazarán el camino que lleva a la lucha, la renuncia y la entrega, en la conquista de esa corona que significará el compromiso de ser coronas vivas.
"Si María reina, la Victoria está asegurada, no por nuestra frágil condición, sino porque Ella es la Vencedora del pecado, porque con su Sí confiado y generoso vino la salvación del mundo".