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 published: 2004-11-12

De cartero a Padre de Schoenstatt

Ordenación sacerdotal del diácono Helmut Müller, el 6 de noviembre en Schoenstatt

Helmut Müller: ordenación sacerdotal el 6 de noviembre de 2004

Helmut Müller: ordination on November 6, 2004

Helmut Müller empfing am 6. November die Priesterweihe

 
 

Evangelio

Gospel

Evangelium

 
 

Ordenación sacerdotal por manos de Monseñor Robert Zollitsch, Friburgo

Priestly ordination through the imposition of hands by Archbishop Robert Zollitsch

Priesterweihe durch die Hände von Erzbischof Dr. Robert Zollitsch, Freiburg

 
 

Imposición de manos: P. Heinrich Walter

Imposition of hands: Fr. Heinrich Walter

Handauflegung durch P. Heinrich Walter, Generaloberer

 

Rito

Rite

Ritus

 
 

Muchos amigos, familiares y schoenstattianos participaron en la Misa

Many relatives, friends, and Schoenstatt members filled the Adoration Church to capacity

Viele Angehörige, Freunde und zahlreiche Schönstätter füllten die Anbetungskirche

 
 

Celebrantes

Main celebrants

Hauptzelebranten

Fotos: A. Espinoza © 2004

 

 

 

SCHOENSTATT. ajh. El pasado 6 de noviembre, una gran fiesta reunió a todo el Movimiento de Schoenstatt de la diócesis de Friburgo – ¡y aún más allá! – en la Iglesia de la Adoración en el Monte Schoenstatt. El diácono Helmut Müller fue ordenado sacerdote por el Arzobispo de Friburgo, Mons. Robert Zollitsch. Incontables sacerdotes, sobre todo de la comunidad de los Padres de Schoenstatt, concelebraron la Sta. Misa en este extraordinario acontecimiento.

Aún cuando las nubes no dejaban pasar la luz del sol, tanto más había motivos para que su luz brillara en los corazones de los que participaban en esta gran fiesta. El pasado 6 de noviembre el diácono Helmut Müller, que procede de la región rural de Uissigheim en la arquidiócesis de Friburgo, se ha consagrado totalmente al seguimiento de Jesús. El lema de su ordenación, tomado del evangelio de San Juan: "He venido para que tengan vida y la tengan en abundancia", ya se pudo vislumbrar en este día. Durante la ceremonia, la Iglesia de la Adoración estaba llena de una atmósfera celestial.

Hacer un paso decisivo

El P. Müller llegó al seminario arquidiocesano de Friburgo luego de trabajar como cartero y posteriormente como empleado en la Delegación de Hacienda impositiva. Su experiencia en la juventud schoenstattiana lo llevó a dar este paso y a estudiar teología en el seminario de Lantershofen, cerca de Bonn.

Durante este período de sus estudios y ya cerca de su ordenación, conoció mejor el Movimiento de Schoenstatt y su misión. Así, durante su diaconado tomó la decisión de ingresar en el Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt. Luego de un noviciado de dos años en Schoenstatt, hizo aún unos meses de práctica como diácono en Gießen hasta recibir la ordenación sacerdotal por manos de su Obispo diocesano, Mons. Robert Zollitsch.

La ordenación, una verdadera fiesta de la fe

La Iglesia de la Adoración estaba repleta cuando se produjo la impresionante entrada de incontables sacerdotes, Padres de Schoenstatt y Mons. Zollitsch, mientras el organista Ralf Stiewe arrancaba al órgano sonidos excelsos.

El P. Heinrich Walter, superior general de los Padres de Schoenstatt, saludó amistosamente al Arzobispo y a toda la comunidad. A continuación el P. Brügger, superior provincial, le pidió al Arzobispo que otorgara la ordenación sacerdotal al diácono Helmut Müller.

Con los nuevos cantos religiosos de Gregor Linßen, el coro de la juventud de Schoenstatt y su pequeña orquesta, aportó el proverbial mensaje de alegría a la celebración. Cerca del cielo, pero también cerca del Evangelio, que proclamó el diácono Anbu, nativo de la India.

En una homilía muy personal, Mons. Zollitsch sostuvo que podemos ver a María como modelo y Madre de una Iglesia abierta. El sacerdote es también un peregrino que debe ir hacia los hombres, tal como se experimentó recientemente con el paso por Alemania de la cruz y el ícono de la Jornada mundial de la Juventud. Continuó diciendo que si María permitió una irrupción de lo divino, entonces al fin de cuentas Dios lo espera de nosotros. No solamente lo espera, sino que ya Él ha llegado a nosotros en Jesucristo. Él ha venido para que tengamos Vida en abundancia.

La liturgia se concentró en forma impresionante en el acto de la consagración sacerdotal que siguió a continuación. Ante todo la imposición de manos por tantos sacerdotes dio la clara dimensión de la grandeza del paso que daba el P. Helmut.

En resumen, la celebración fue una verdadera fiesta de la fe y una esperanza para el futuro. En el clima familiar se podía adivinar algo de la presencia de Dios y del soplo del Espíritu. Las palabras de las oraciones enmarcadas armoniosamente por la música sacra de variados estilos, en el ámbito festivo de la Iglesia de la Adoración, acompañaron el bendecido comienzo del sacerdocio del P. Helmut Müller.

Primera Santa Misa: la vida diaria en la luz divina

El domingo 7 de noviembre centenares de personas participaron en la primera Santa Misa del P. Helmut Müller en la Iglesia de Peregrinos, en Schoenstatt.

En la homilía, el P. Markus Thomm presentó vivamente el currículum del P. Müller y aclaró un tema que hasta hoy es vital para el neo sacerdote: "Ver la vida diaria en la luz divina". La plenitud y las ansias por la vida, las podemos ver si nosotros miramos de cerca en lo cotidiano para descubrir el mensaje de Dios en muchos pequeños acontecimientos de la vida diaria, en los demás.

Esta primera Eucaristía fue especialmente resaltada por el marco musical que dio el coro de la juventud schoenstattiana. Con nuevos cantos sagrados animaron la espera por la bendición y el encuentro personal con el neo sacerdote.



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Last Update: 12.11.2004 Mail: Editor /Webmaster
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