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Mario Hiriart: "Caliz vivo" Mario Hiriart: "Living Chalice" Mario Hiriart: "Lebendiger Kelch" Foto: Archiv |
CHILE, Amelia Peirone. Cada año, entre noviembre y diciembre, se celebra en Santiago de Chile la "Hora de gratitud con Mario". Siempre cae dentro del Mes de María en el hemisferio sur. Esto es importante por la maravillosa relación de aliados con la Reina y Madre que Mario ha ido nutriendo en su vida. Este año 2004 ocurre el 17 de noviembre junto al Santuario de Campanario y en vísperas del cumpleaños del Padre y Fundador. Hasta ahora había sido en Bellavista.
Por todo el encuentro corre la brisa de lo mariano, lo filial y lo eucarístico, improntas de fuego desde la médula de Mario.
La Eucaristía de este miércoles fue concelebrada por el P. Horacio Rivas y el P. Carlos Cox, Vicepostulador de la Causa de Mario, y reunió a unas 100 personas, ya declaradamente amigos de Mario. En el momento de la ofrenda se presentó una bandeja con productos, no ya de la tierra, sino del claro trabajo del hombre. Estas obras silenciosas en su origen, deben llegar a ser grito profético en su despliegue. Avanzaban en manos de un matrimonio amigo: uno de los tomos ahora encuadernado de la copia auténtica del proceso que se entregó en Roma; el libro de la biografía científica de Mario; un video que se proyectó en Canal 13 de televisión con el título "Mario Hiriart: la sonrisa del dolor"; uno de los muchos cuadernos de testimonios que siempre están disponibles en el atril junto a la tumba de Mario; y una última creación llena de belleza en el diseño y en el espíritu que se llama "el ABC de Mario" y es su diccionario en miniatura para acompañar a cada uno en su Santuario del trabajo, del hogar y del corazón.
Mil gracias
Cuando pasaron a una sala para hacer memoria del año, los acompañaron muchos de los presentes y el P. Carlos, bajo la inspiración del ABC guió estos recuerdos vivos. A = Agradecer; B = Bendecir; C = Comprometerse. La gratitud lleva en sí la carga de un alud, siempre encuentra más y más motivos para dar gracias. Así pasó anoche: gracias a Dios y a la Mater por Mario, gracias por lo vivido en el proceso, gracias por la santidad silenciosa y tenaz, gracias por la cruz, gracias por los millones de favores recibidos a través de Mario, gracias por la creatividad despierta, gracias por el milagro de la vida cotidiana.
Las bendiciones son incontables, innumerables. También cada persona es y responde bendiciendo cada vez que se abre al don de Dios hablando y actuando en la vida diaria.
Y el compromiso es orar desde las entrañas y sin miedo a pedir y esperar milagros. Pedirlos por intercesión de Mario. En estos días, claramente por Ricardo Quiroga, un joven papá, y por María Elena Sánchez, una amada mamá. El compromiso anhela crecer en arraigo y en intensidad y eso hacerlo con y por Mario. ‘Qué maravilla si también crece sin fronteras y el mundo se une pidiendo y confiando!
Con Mario día a día
Un joven Eduardo Hidalgo compartió su testimonio de encuentro con Mario por la Eucaristía y viceversa. ‘Increíble centro del tesoro!
Y se dio inicio oficial a la "pastoral del Santuario-corazón". Se trata del compromiso de algunos de llevar CON MARIO, DÍA A DÍA, una libreta de notas, oraciones, anhelos, escritos confidencialmente con este amigo. Es un lugarcito cálido y acogedor para un encuentro, donde uno es visitante y visitado, morador y morada. Los frutos maravillosos de contemplación, de nunca estar solo y de alegría porque alguien lleva con uno los dolores y la vida de todos los días, ya se notan. Cada uno firmó su acta de compromiso y de envío y recibió su pequeña libreta. Cada uno quiere ser un Santuario viviente, como lo soñaba Mario.
Por fin, compartieron todos un alfajor de Mario todo en la vida diaria lleva su sello y una bebida fresca. Sonriendo esperaron los ya conocidos dulces bañados en chocolate que llevan, impresos en blanco, un cáliz y las iniciales de Mario: MH. Como niños con espíritu filial también en los detalles cotidianos se puede aprender a vivir presentes en Dios y Él presente en cada uno, todos los minutos y todas las horas de gratitud de la vida.