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Misa de Alianza de la Juventud Femenina en Ciudad del Este Covenant Mass of the Girls' Youth in Ciudad del Este Bündnismesse der Mädchenjugend in Ciudad del Este |
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Celebrantes Celebrants Zelebranten |
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Firmando el libro de la Alianza Signing the Covenant book Unterschrift im Bündisbuch |
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Con la bandera de la Juventud Femenina With the Girls' Youth's flag Mit dem Banner der Mädchenjugend |
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Capitalario The poster with the contributions to the Capital of Grace made visible Auf diesem Plakat haben die Mädchen die Beiträge zum Gnadenkapital aufgezeichnet |
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Saludando a las encargadas de la Rueda de la Alianza Thanking the mothers who prepared the girls for the Covenant Dank an die Schönstatt-Mütter, die die Mädchen vorbereitet haben Fotos: Cabral © 2004 |
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Paraguay, Gloria Ruiz D. "A la Mater hay que decirle Sí nomás", afirmaba una chica, con ese peculiar y auténtico lenguaje de la juventud, en uno de los testimonios que se escuchó en ocasión del retiro espiritual, previo a la Alianza de Amor. "Yo no puedo hablar de grandes milagros en mi vida, como por ejemplo, que me ha salvado de las drogas, ya que gracias a Dios no he tenido que vivir momentos dramáticos como esos, pero sí les puedo hablar de esos pequeños milagros en mi vida diaria", decía otra de las chicas, ante la mirada atenta y los ojos humedecidos de las futuras aliadas de la Mater. Mencionaba una tercera chica, con varios años de Alianza; "Lo que yo les puedo contar es cómo hubiese sido mi vida sin la intervención de la Mater, ya que Ella me rescató de una vida totalmente desordenada, y hoy María me hace un nuevo regalo; mi hermana que se encuentra entre ustedes", y dirigiéndose a su hermana le dice: "Vamos a ser dos aliadas en la casa, para enfrentar todo el mal que hay dentro y que sólo vos y yo sabemos".
Como un gran desafío, y con muchas expectativas, se realizó el primer retiro de Alianza de las chicas, en el Alto Paraná, ya que tradicionalmente se participaba del retiro de Tuparendá, pero la Mater se encargó de que nuestras expectativas se cumplan ampliamente. La casa de retiros fue ornamentada con tanto cuidado por las chicas de la secundaria, que cuidaron hasta el último detalle, como el rincón del Padre, la Mater primorosamente expuesta en la capilla del lugar, frases del Padre Fundador por los pasillos, el comedor y los cuartos, y la bandera de la juventud en toda su amplitud en el salón de reuniones. Las monjitas encargadas del lugar dieron tanto cariño y cobijamiento a las chicas, que fueron invitadas muy especialmente por ellas para su Misa de Alianza. La riqueza de las charlas de la Hna. María Marta, las oraciones, el silencio (un renunciamiento grande para las chicas), los cantos a María, un hermoso audiovisual que prepararon las chicas de la secundaria, dieron ese marco tan especial para el hermoso retiro de un día completo, preparándolas para el intercambio de corazones con María.
"Ahh, también queremos pedirte que hoy no llueva..."
No hay lugar a dudas de que la juventud es el tesoro más preciado que tenemos en nuestra familia. Cuando nos damos a ellos, recibimos tanto, aprendemos tanto, como por ejemplo la forma tan particular en que se comunican con nuestro creador y la Mater. Un hecho anecdótico que se pude mencionar es que en el momento en que las chicas estaban dirigiendo el rosario meditado, y cada una de ellas iba adornando la imagen de la Inmaculada con flores, al llegar al ángelus, la chica que dirigía mencionó muy ceremoniosamente que lo rezaríamos por las intenciones del Papa, y como saliendo del libreto dice de pronto; "Ahh, Señor, también queremos pedirte que hoy no llueva, para que la misa se pueda celebrar en la explanada del Santuario", tras lo cual retomó la actitud formal para continuar con la oración. ¡Y el Señor las escuchó!, pues a pesar de que la misa se inició con algunos relámpagos, no llovió hasta después de terminada la misma.
A medida que se acercaba la hora de salir rumbo al Santuario, sentíamos todos un ambiente de fiesta, las chicas preparándose con tanto esmero, que denotaba el entusiasmo y la expectativa que tenían.
María es la luz que llena el corazón de sol
Como simbolizando el difícil caminar de nuestra juventud en los tiempos de hoy, 25 chicas de la juventud femenina de Schoenstatt del Alto Paraná, ingresaban en procesión por la explanada del Santuario, para participar de la misa en la que sellarían su Alianza de Amor con María, en medio de una total oscuridad, ya que se produjo un corte de energía eléctrica. El celebrante destacaba este hecho, además del estridente sonido de música que provenía de algún lugar cercano en que estaban de fiesta, como el desafío que tenemos hoy día los hijos de Dios: el de vivir en un complejo mundo en el que reinan la oscuridad y los ruidos que aturden, cuando la juventud busca más que nunca una luz que ilumine su transitar en esta vida, y la necesidad de hacer silencio en su interior para encontrarse con ella misma. María es esa luz, y quiere tomar el corazón de cada chica, para llenarlo de sol, tal como lo grafica el símbolo de la juventud. Cada chica portaba una flor blanca, como aporte de su pureza ante el altar, y en el momento de la ofrenda presentaron su capitalario en el que se destacaba la imagen de la Inmaculada en el centro, rodeada de ramilletes de flores, como aporte de las chicas a su Madre.
Tras muchas pruebas llegó el momento anhelado
El momento central se vivió cuando las chicas ingresaron al Santuario para sellar esa Alianza tan esperada, y cargadas de mucha emoción fueron recibiendo una a una sus medallas, mientras afuera la familia entonaba canciones de la juventud, acompañando ese momento tan íntimo y tan especial.
En medio de las chicas, todas muy emocionadas, se podía ver la gran emoción de Claudia, una de las chicas que tuvo que superar muchas pruebas para llegar a ese momento tan anhelado por ella: un problema de salud que hace tiempo la aqueja le ha impedido participar de algunas reuniones formativas, por lo que ella sentía que no estaba muy preparada para su Alianza. Una semana antes, los médicos le confirmaron que necesariamente debería ir a cirugía, cuando ella sintió que necesitaba de esa Alianza para tener la fuerza necesaria y enfrentar esa situación, por lo que confirmó su participación en el retiro, pero la Mater le tenía preparada una prueba más: el día del retiro falleció una tía muy querida, por lo que toda la familia tuvo que viajar y no pudo participar del retiro de las chicas. Ella hizo otro tipo de retiro, el del dolor y sufrimiento, y cuando creíamos que no llegaría a tiempo para la ceremonia, al llegar al Santuario, la vimos rezando, bañada en lágrimas, y al levantarse se dirigió a su dirigente diciéndole: "Aquí estoy, tía, vine a darle mi Sí a la Mater".
Al culminar, el celebrante destacó el inmenso amor de María, que sigue acrecentando el número de miembros de nuestra familia, y más aún, cuando se trata de jóvenes, a quienes instó a vivir de forma auténtica y fecunda esa Alianza de Amor con María.