ROMA, mkf. El Centro Internacional del Movimiento de los Focolares en Castelgandolfo abrió sus puertas para la celebración de la Eucaristía de envío del Movimiento de Schoenstatt: un bello signo de la unidad fraterna de las nuevas comunidades eclesiales.

Detrás del escenario (que después se transformó en presbiterio), daba la bienvenida a los peregrinos el logo animado del Santuario Internacional proyectado en una pantalla gigante, e indicaba que después de la bendición del Santuario y del encuentro con el Papa hay que ir mar adentro. "Seremos apóstoles", dijo el Cardenal Errázuriz al comienzo.

La procesión de entrada fue encabezada por dos misioneras de la Campaña de la Mater peregrina que llevaban la imagen Auxiliar, réplica de la que llevaba desde el Santuario don João Pozzobon a miles de personas. Y que siguiendo sus huellas, lo hacen actualmente innumerables personas en todo el mundo. El equipo responsable de la liturgia quiso mostrar conscientemente en esta Eucaristía de envío la relación de este acontecimiento actual con la Visitación de María a Isabel: la Virgen sale nuevamente a visitar a la humanidad para llevarle a Cristo. Como signo visible de esto, la imagen Auxiliar fue situada en un lugar destacado del presbiterio. Después de las fiestas y encuentros de los días pasados, dijo el cardenal Errázuriz, estamos todos llamados a construir la Iglesia del futuro, la Iglesia en las nuevas playas.

Un corazón amplio como el de Pablo, que abarca al mundo entero.

Al comenzar la Eucaristía la banda "Esperamor" generó rápidamente un clima de entusiasmo con sus cantos. El cardenal Errázuriz indicó en la homilía la importancia de los acontecimientos recién vividos en el marco de la actual situación de la Iglesia y de su misión, las que el Padre Kentenich había vinculado con este Santuario.

"Nuestro Santuario tiene que ser mucho más que un símbolo" dijo. "¿Cómo podría colaborar la Virgen con el sucesor de Pedro en la renovación de la Iglesia, si Ella no tiene herramientas?

Así lo dijo nuestro Padre y Fundador con su mirada puesta en Roma en la conferencia el 8 de diciembre de 1965: ‘Nuestro pequeño Santuario debe estar cerca, a la sombra de la Basílica de San Pedro, ¿qué significa esto? Queremos estar presentes en Roma y colaborar allí en la concreción de la (nueva) imagen de la Iglesia, es decir, de la misión posconciliar de la Iglesia’. (Pág. 31 en la edición en castellano)

Así nuestro Santuario será siempre una invitación a vivir el "Cor unum in Patre" con la amplitud del corazón de Pablo que abarca al mundo entero. Y como en este lema "Cor unum in Patre", el amor a Dios Padre y el amor al Padre Fundador están en último término fusionados en el sentido del cuarto hito de nuestra historia, así puede este lema expresar la fecundidad de la conjunción de otras dos corrientes de vida: la de la Alianza de Amor con nuestro Padre y la de la Alianza de toda la Iglesia con el que es su Padre y Pastor universal. En nuestro amor al Padre late su amor al Santo Padre, a su persona y a su misión. También estas dimensiones de nuestra Alianza son dones y tareas, sobre todo al comienzo del tercer milenio".

"Bendecimos la unidad del Movimiento de Schoenstatt y a cada uno".

Monseñor Dr. Wolf agradeció en alemán, castellano, italiano e inglés por todo lo que aportaron los grupos y las personas en estos días, que en intensidad e inspiración recordaron la conmemoración del centenario en el año 1985, o el año 1999 en Bellavista "quizás aún más" dijo alguien "porque fue preparado por todos", un ensayo general para el año 2014... "Estoy tan agradecida que haya demorado tanto la autorización de la construcción" dijo una joven señora. "Si hubiera sido hace treinta años no hubiera podido llegar aquí ni en cochecito de bebé".

Al final de la Sta. Misa se percibió claramente el envío: se renueva en común la Alianza de Amor con mucha fuerza y entusiasmo, los participantes intercambian las tarjetas que los identifican y después todos alzan sus pañoletas con el logo de Schoenstatt y forman una red , una red de Alianzas de Amor. El cardenal Errázuriz bendice "la unidad de la Familia de Schoenstatt y a cada uno".

Cuesta partir cuando la Sta. Misa ha terminado. Algunos jóvenes sacerdotes y muchachos y chicas bailan en torno a la maqueta del Santuario que fue construida en la audiencia papal. "Este es el día que hizo el Señor".

Enseguida los grupos más variados se dirigieron a los ómnibus: partían los primeros hacia el aeropuerto. Ha comenzado el "día después", y con él, el compromiso de todos los que vivieron estos días de gracia: "¡Despunta la aurora del tiempo nuevo! Llenos de esperanza, con María participamos en la realización de la misión de la Iglesia".

Traducción: Gabriela Kyling, Valdivia, Chile/hma