Una peregrinación a Belmonte, ocho días despues... A pilgrimage to Belmonte, a week later Eine Wallfahrt nach Belmonte, eine Woche danach
Sigue la construcción The construction work continues Die Bauarbeiten gehen weiter
El Santuario, centro del terreno The Shrine, center of the land Das Heiligtum, Mittelpunkt des Geländes
Llenar Belmonte con peregrinos... Fill Belmonte with pilgrims Belmonte mit Pilgern füllen
Sta. Gemma Parish church St. Gemma Pfarrkirche St. Gemma Fotos: POS Fischer © 2004

ROMA, P. Alberto Eronti. Belmonte, ocho días después de la bendición, ocho días después de que casi tres mil peregrinos rodearon el Santuario "de todos nosotros" bajo un sol abrasador con sus banderas, pañuelos, tinajas... Mientras las agencias de noticias internacionales, el Osservatore Romano, diarios de varios países cubrieron intensamente los acontecimientos del 8 y 9 de septiembre, y los peregrinos estuvieron ya de vuelta en casa o en Schoenstatt, el Santuario de Belmonte ya recibió los primeros peregrinos "posteriores al 8 de septiembre", y todavía están ahí tinajas, cuadros, fotos y una gran cantidad de objetos traídos por la Familia de diferentes países.

El 15 de septiembre había decidido peregrinar a Belmonte. La idea era celebrar mi primera Misa en el Santuario "Matri Ecclesiae" en el día de la partida de nuestro Padre. Pero la palabra temida apareció en los medios: ¡sciopero! Sí, huelga de transportes. Así es que recién el 16 a la mañana me puse en camino. Durante el viaje, que duró más de dos horas por un accidente vial, fui reviviendo algunos momentos de la larga historia de este nuevo lugar de gracias. El domingo pasado por la noche, algo más distendidos y relajados tras las semanas previas a los días 7, 8 y 9, conversábamos con el P. Ludovico Tedeschi del misterioso y sacrificado camino que se le pidió caminar a nuestros hermanos del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt. ¡Cuántos años manteniendo la llama! ¡Cuánta entrega sacrificada y oculta, heroica y fiel! ¡Cuánta incertidumbre hubo de ser vencida! Pero, siempre constatamos lo mismo: "Jamás se perderá quien permanece fiel a su Alianza de Amor". La fidelidad de nuestros hermanos diocesanos y de muchos miembros de la Obra, posibilitó que el anhelo del Padre y la promesa de la Familia fuera hoy una feliz realidad.

Sin duda es un "Belmonte"

Cuando llegué a la plaza del Castello de Porcarricia y atravesé el portón de entrada, me detuve en la parte alta contemplando todo. No se veía a nadie; junto al Santuario había tres vehículos estacionados (después supe que eran de los obreros que están terminando la carpintería de la sacristía y la instalación del aire acondicionado en el subsuelo). Junto a las casillas de la empresa había una moto estacionada, por lo que supe que el ingeniero Marco Bonamoneta (hijo del director de la obra) estaba trabajando ahí (ya se iniciaron las obras de la primera de las casas del Centro). Las dos zonas verdes mostraban un césped muy crecido a pesar del fuerte calor, los caminos y la explanada de piedras blancuzcas parecían más amplios que el día 8 en que unos 3.000 peregrinos ocupaban todos los espacios. Me impactó el silencio, la amplitud y la renovada belleza del entorno, sin duda es un "Belmonte". Con calma pude detenerme en los detalles del Santuario y su entorno inmediato ya que la ausencia de tiendas, sillas, cables, etc, posibilitaba que cada parte del conjunto resaltara con una extraña y simple luminosidad.

Un Centro para la Iglesia de las nuevas playas, donde el amor a la Madre de la Iglesia y a la Madre Iglesia sea una radiante realidad.

Al entrar en el Santuario observé que todavía están ahí tinajas, cuadros, fotos y una gran cantidad de objetos traídos por la Familia de diferentes países. Me senté en uno de los bancos para dejarme estar y para dejar que el misterio del nuevo lugar de gracias me "hablara" y yo pudiera ir oyendo y descifrando su mensaje. ¡No hay nada como el silencio y la soledad para oír el susurro del Espíritu! Recordé palabras del Padre Fundador dichas en esa tierra hollada por él, amada e imaginada por él. ¡Un Centro Internacional de Schoenstatt en el corazón de la Iglesia! Un Centro para la Iglesia de las nuevas playas, donde el amor a la Madre de la Iglesia y a la Madre Iglesia fuera una radiante realidad. Un Centro que le posibilite a María, por los aportes al Capital de Gracias de cada hijo de Schoenstatt, ser Madre, Educadora y Reina Victoriosa de la Iglesia en el inicio del tercer milenio cristiano. Se trata nada más ni nada menos de una certeza total de nuestro Padre y Fundador: "Vamos hacia una época mariana como jamás la conoció la Iglesia ni el mundo". Sí, la Iglesia tiene necesidad de María para ser alma del mundo, y nosotros queremos ponernos en las manos de María como instrumentos de su amor… El tiempo fue pasando volví a repasar los detalles. De manera reiterada he sentido atracción por las ventanas y sus vitrales tan finamente logrados, la colocación y simpleza artística de las luces, el piso de mármol de una belleza única y cálida.

Los vecinos van hasta la Capilla a rezar...

Iniciando el regreso a Roma saludé a algunos vecinos. Así supe que por las tardes, de 16,00 a 20,00 horas, el Santuario está abierto. Nivaldo y Teresinha Abram llegan poco antes y con el toque de campana anuncian el rezo del Santo Rosario. Según dicen, la tarde es tiempo de romería. Los vecinos van hasta la Capilla a rezar, a curiosear, a "apropiarse" de lo que les llegó como un sorpresivo regalo. Ayer, 15 de septiembre, tres sacerdotes del Seminario San Carlos Borromeo (del Movimiento de Comunión y Liberación) concelebraron la Misa. Nuestras Hermanas del Santuario Cor Ecclesiae peregrinaron hasta Belmonte. El próximo fin de semana llegarán dos ómnibus con peregrinos guiados por la Hna. Ivonne. Así está Belmonte tras los días intensos del triduo, y María comienza a trabajar "atrayendo" corazones para "educarlos como instrumentos" de su amor. Así está Belmonte en el día octavo de su bendición.