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 published: 2004-09-24

Si, ¡soy feliz!

En Schoenstatt hay lugar para todos: las mujeres que pasaron por la separación y el divorcio, encuentran un sentido y una misión para su vida

El equipo a cargo de las jornadas para mujeres separadas o divorciadas

The responsable team for the retreat for seperated or divorced women

Das Team, das für die Tagungen für Frauen nach Trennung oder Scheidung verantwortlich ist

 
 

Luise Wolking en su casa en Lohne

Luise Wolking in her house at Lohne

Luise Wolking in ihrem Haus in Lohne

Fotos: Brück © 2004

 

 

 

ALEMANIA, mkf. "Si, soy feliz". Luise Wolking sólo titubeó un momento. "Sí, soy feliz", repitió. Convence con su mirada serena y sus ojos brillantes, pero también por la fuerza que despliega al servicio de otras mujeres que, como ella, experimentaron el fracaso de su matrimonio y pasaron por la separación y el divorcio. Junto con Franke Kraus, Gertrud Schwarberg, Karin Abel, Marita Kluth, Luise Halbich, ella es la responsable junto con la Hermana Anne-Meike Brück, por la iniciativa relativamente nueva de la rama de señoras y madres del Movimiento de Schoenstatt, con y por las mujeres después de la separación y el divorcio.

Crece el número de las que sufren la separación y el divorcio. Hay miles de preguntas y problemas que tratar; el caos en los sentimientos, una nueva orientación profesional, financiera y personal. Luise Wolking y las otras mujeres del grupo conocen esta problemática por experiencia propia. "Cuando una relación se rompe, se pierde también la autoestima y la seguridad de la vida" dice Luise Wolking. A ella le abrió nuevas perspectivas un encuentro casual con Schoenstatt en una de las primeras reuniones para mujeres después de la separación y el divorcio. "Entendí que también tenía que ver con algo de mi personalidad el que mi matrimonio se haya roto. Y yo también sé que la separación era el paso correcto". Volver a casarse, ni pensarlo. "Es posible vivir sola y para mí es mejor vivir sola, eso lo sé ahora. También se trata del sacramento del matrimonio, por supuesto" agrega.

Empezar de nuevo sin un compañero

Luise Wolking hace algunos meses profundizó su Alianza de Amor mediante la Consagración como miembro de la Liga Apostólica, lo que incluyó entregar el Poder en Blanco a la Mater. En las últimas semanas ha estado organizando, con su equipo, la jornada que tuvo lugar el fin de semana pasado: "Mi árbol de la vida". Del 22 al 24 de octubre preparan otra jornada bajo el lema "Reconocer mi propio camino y seguirlo", para mujeres que han pasado por la separación y el divorcio. Es un círculo abierto de señoras que participan más o menos regularmente en estos encuentros. Ellas tienen que experimentar en estas reuniones que a pesar de la ruptura del matrimonio se puede volver a ser feliz, se puede reconstruir la autoestima y se puede tener un nuevo enfoque de la vida."Siempre hay un ambiente muy entretenido", dice Luise Wolking, que ofrece también una reunión con desayuno para mujeres después de la separación y del divorcio, en Lohne, su lugar de residencia en el Norte de Alemania. "Lo que las señoras traen es muy cercano y llega a lo más hondo del alma". Se trata de fortalecerles su autoestima para un nuevo comienzo sin compañero."Yo soy apreciada, hay un camino, hay una segunda posibilidad, no tengo que quedarme inmóvil en la ruptura, tengo que continuar; eso es lo que queremos aportarles a las mujeres", dice Luise Wolking y lo que ella quiere dar está respaldado con su propia vida: "¡Sí, yo soy feliz!"

"Muchas ven sólo lo difícil, la ruptura, lo que se terminó", añade la Hermana Anne-Meike. "Ellas no tienen más motivación".

"Hice muy buenas migas con María".

Luise Wolking explica que las mujeres no vienen en primer lugar a una jornada espiritual, pero se da así, que esté en juego la fe. Ella misma en su primer encuentro no preguntó nada del tema separación y divorcio, sino que quería saber más de Schoenstatt. Una señora que parecía no tener mucho interés en asuntos de fe, aportó como resultado en la reunión final: "Hice muy buenas migas con María".

Es importante la experiencia: "en Schoenstatt hay un lugar para nosotras después de la separación y del divorcio. Podemos llevar a Schoenstatt a las mujeres que se han separado y divorciado".

Allí no sólo crece el propio afecto y amistad con María, sino que allí también se sienten bien los hijos, allí crece en primer lugar la amistad y la solidaridad en el equipo. "Nosotras rezamos unas por las otras, por las familias de las demás, por un trabajo, nos apoyamos también financieramente". No hay subsidios de las diócesis o del estado para estos encuentros.



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Last Update: 29.09.2004 Mail: Editor /Webmaster
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