8 de septiembre en Paraná, Argentina: Alfredo Godoy y Héctor Ríos ofrendan el Santuarito September 8 in Paraná, Argentina: Alfredo Godoy and Hector Rios offering the little Shrine 8. September in Paraná, Argentinien: Alfredo Godoy und Hector Rios schenken ein kleines Heiligtum
Candela ofrenda las tinajitas Candela offering the little jars Candela schenkt die kleinen Krüge
Las madres ofrendan la tinaja con los capitalarios The mothers offering the jar with the "capitalaries" Die Mütter schenken den Krug, Symbol für die Beiträge zum Gnadenkapital Fotos: Ríos © 2004

ARGENTINA/ROMA, Tita Ríos No sólo las 3000 personas presentes en Belmonte aquel 8 de septiembre celebraron la bendición del Santuario de Belmonte sino que este acontecimiento se celebró también en el Santuario de La Loma, en Paraná.

Fue una verdadera fiesta de la Natividad de la Virgen, en La Loma, vinculada por la conferencia de la Hna. M. Sofía con la bendición del Santuario de Roma.

La misa estuvo a cargo del Padre José Carlos Badano, que resaltó lo de la Natividad y el nuevo Santuario, donde María una vez mas descendió para cobijar a sus hijos.

Las mujeres embarazadas recibieron una bendición especial, lo mismo que aquellas que anhelan tener un hijo y hasta el momento aún no han recibido este don preciado.

Pensando en la Vigilia en Roma

A continuación, se encaminaron todos en procesión desde el Santuario hasta el "Ranchito del Padre", precedidos por la Peregrina Auxiliar y las banderas, muchos con la imagen grabada en su mente de la procesión de la vigilia en los Jardines del Vaticano, donde también

llevaron una Auxiliar, banderas, y peregrinas – como ya todos en Paraná estaban informados gracias a las noticias enviadas por schoenstatt.de

Las ofrendas de la Misa también fueron presentadas al Padre: un santuarito, la tinaja con los capitalarios y las tinajitas hechas a mano en los días previos, como recuerdo.

También Santa Fe se sumó a los festejos, entregando un ramo de flores, un cantarito con tierra santafesina pidiendo por un futuro Santuario, un corazón con palomitas que simbolizaban las Mil Avemarías ofrecidas por el Santuario de Roma.

No faltaron las tortas de cumpleaños y los cantos: una verdadera fiesta de familia acompañada de muchos peregrinos del interior y de Paraná, unidos de corazón a los 3000 peregrinos en Roma.