Los misioneritos en el Santuario de La Plata The "little missionaries" at the Shrine in La Plata Die "kleinen Missionare" beim Heiligtum in La Plata
Compromiso Commitment Zeichen für ihren Einsatz
Las sonrisas de los niños dan esperanzas The smile of the children gives hope Das Lächeln der Kinder macht Hoffnung Fotos: Bellone © 2004

ARGENTINA, Alicia Bellone/mkf. El sábado 25 se reunieron los misioneritos de la Campaña de La Plata para dar la bienvenida a los niños que quieren llevar a nuestra Madre Tres Veces Admirable a peregrinar.

Se reunieron de 10 a 12 horas en la casa de la familia, frente al Santuario del Amor a la Iglesia y la Liberación del Padre, y a la sombra de la Catedral, donde estuvieron trabajando en una tarea espiritual que incluyó la realización de una hermosa pancarta que expresaba su deseo de ser Misioneritos en Comunión, y una visita al Santuario para ofrecer, mediante cantos, su agradecimiento y profundo amor a nuestra querida Madre.

Qué hermoso lema que resume en una sola palabra un profundo compromiso de amor por parte de ellos con el prójimo en un mundo convulsionado por la violencia, la guerra y el individualismo de la persona.

La Patria nueva a partir de los niños y los jóvenes

El equipo de la Campaña para niños, que coordinan Julia Baigorri, Silvia Gaias y Silvia Saez, trabajó con mucha dedicación y amor este tema basándose en el lema del año de nuestra familia: "en comunión forjemos la Patria nueva", y también en el trabajo del Congreso Eucarístico Nacional celebrado hace poco en la ciudad de Corrientes.

Sin lugar a dudas, el mejor lugar para empezar a forjar esa Patria nueva es trabajando a partir de los niños. Ellos poseen: espontaneidad, alegría, sencillez y mucho amor, que vuelcan permanentemente en sus familias, siendo portadores de un mundo nuevo que queremos construir entre todos.

Nuestra Madre, desde su Santuario, será el mejor instrumento de ayuda para la transformación necesaria, en cada uno de nosotros, para poder reencontrarnos con las más pequeñas cosas (al igual que lo hacen ellos) y, por ende, con nuestro Padre, única forma de lograr la transformación interior necesaria.

Si observamos las fotos, veremos las hermosas sonrisas que nos dan fuerza para pensar que la meta es posible.

Apreciamos también, en las mismas, el acopio de baldosas para la colocación en el atrio de nuestro Santuario, iguales a las del Santuario Nacional de Florencio Varela. Esperamos que prontito se concluyan las obras incluyendo la colocación de un portón que permitirá el acceso al lugar a través de una rampa para discapacitados (hasta la fecha hay escaleras de acceso).

Para finalizar, a las 12 horas se fueron todos caminando a realizar un hermoso picnic en la Plaza Malvinas, lugar en el que el día 21 un grupo de jóvenes del movimiento estuvo limpiando, simbolizando así la Patria nueva que desean y que construiremos entre todos con acciones simples y cotidianas.

Las actividades de los misioneritos en La Plata están dedicadas básicamente a niños de 7 a 11 años.

Desde ese momento, María fue nuestra aliada

"Para mí es una gran alegría poder colaborar en la Campaña de los niños, ya que es un gran desafío y una hermosa experiencia. Cada día aprendo más de los niños, que nos sorprenden con su entrega y su compromiso y con la seriedad y la alegría con la que han recibido la misión", cuenta Silvia Gaias. "Mi vinculación con el Santuario de La Plata fue muy lenta pero profunda. En los comienzos me acercaba como peregrina; cada vez que tenía que rendir un examen o necesitaba ayuda me acercaba a rezar, encontraba "fuerzas" en el Santuario. Me atraía la figura del Padre Kentenich... Muchos años después, ya casada y con un niño de 6 años, un día del mes de agosto del año 2000, pasamos por una prueba muy fuerte: Juan Manuel, mi hijo, tuvo un accidente. Se cayó desde una altura bastante elevada, por lo que sufrió fracturas de cráneo, perdió el conocimiento y estuvo internado. Desde el primer momento recurrimos a María para pedir ayuda y Ella se manifestó como Madre. Mientras estaba en el Hospital, recibió la visita de una peregrina y comenzamos a rezar el rosario con más frecuencia y fuerza que antes, ya que sólo veíamos la oración como única ayuda. Juan Manuel se recuperó y salió del hospital, sin necesitar ninguna operación o tratamiento médico. Todo estaba perfecto... Desde ese momento la Mater fue nuestra aliada, María comenzó a ocupar una lugar de privilegio en nuestra casa, nuestra familia, nuestras vidas... Juan Manuel ahora es misionerito de María.

En familia, Gustavo, mi esposo, Juan Manuel, mi hijo, mis padres y hermanos, comenzamos a visitar el Santuario Nacional; sellamos la Alianza de Amor y el lazo con la Mater es algo que crece día a día. A lo largo del tiempo, la presencia de María es cada vez algo más real. Ella nos educa y nos modela; nos damos cuenta de que como matrimonio y como padres, nuestras vidas tienden a la voluntad del Padre sobre todo; que la realidad de esfuerzo y de intensas pruebas que a diario la vida nos pone por delante, sin la compañía de María, hubiesen sido difíciles y a menudo se hubieran convertido en fracasos. Ya hace varios años que estamos misionando con la peregrina que recibimos como matrimonio y las gracias obradas por la Virgen son cada vez mayores..."