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 published: 2004-08-13

La Virgen Peregrina visita a las víctimas del incendio de Ycuá Bolaños

Solidaridad y confianza en los momentos de la tragedia más grande en la historia moderna del Paraguay

 

Con la Virgen Peregrina a las familias de las victimas del incendio en Asunción

With the Pilgrim Mother to the families of the victims of the fire tragedy in Asunción

Mit der Pilgernden Gottesmutter zu den Familien der Opfer der Brandkatastrophe in Paraguay

 
   
 

El consuelo que solo ella puede dar...

The comfort that only she can give ...

Trost, den nur sie geben kann...

 
   
 

La madre visita a sus hijos

The Mother visits her children

Die Mutter kommt zu ihren Kindern

Fotos: Luzardi (18 de octubre de 2003) © 2003

 
   
 

La Cruz de la Unidad in Tuparenda

The Unity Cross in Tuparenda

Kreuz der Einheit in Tuparenda

Foto: Cabral © 2004

 
     

PARAGUAY, Ani Pangrazio/mkf. " Es un momento de profunda tristeza y dolor. Todos, casi sin excepción se han visto enlutados por esta tragedia enorme, como es lógico que ocurra en un pueblo pequeño como el nuestro, pero también muy pocas veces en el mundo se han visto muestras de solidaridad de tal magnitud: los colegios, los jóvenes, las entidades financieras, las organizaciones con y sin fines de lucro, particulares, países vecinos, médicos, enfermeras, bomberos voluntarios (¡no tienen sueldo y ellos compran sus propios equipos!). Nuestro un país es cada vez más pobre, pero la solidaridad crece como fermento cuando un hermano sufre, es la naturaleza del paraguayo lo que hoy me hace sentir más orgullosa que nunca de mi pueblo y mitiga en parte mi dolor", así escribió Teresita Bittar, de Asunción, a pocas horas del incendio del 1º de agosto, "la tragedia más grande en la historia moderna del Paraguay", como en su carta escribe el P. Antonio Cosp, Director del Movimiento de Schoenstatt en el Paraguay.

"Por favor recen sin descanso ya que hoy empieza el duelo de los que han perdido a sus seres queridos y el dolor físico de los sobrevivientes. Algunos están literalmente calcinados. En la juguetería se encontraron 35 cadáveres de niños. ¡Qué Dios los tenga en su gloria y dé consuelo a sus familiares! Familias completas o parte de ellas, jóvenes, todos ellos hijos de Dios...", sigue el mail de Teresita. "El pueblo paraguayo está devastado, la gente llora en las calles, otros siguen buscando a sus muertos y otros ya los velan... por favor no dejen de rezar ni un minuto, la Familia está en todo el mundo y sentiremos sus oraciones de donde sea que vengan. Hagamos una gran cadena, Paraguay necesita hoy de toda la Familia de Schoenstatt en el mundo."

En la Alianza de Amor no hay lugares ni personas ajenos a nosotros, y especialmente cuando se trata de un lugar donde hay un Santuario, una Familia de Schoenstatt, un lugar que aparece 60 o 70 veces cuando se busca entre las noticias de schoenstatt.de. Porque se sabe que en cada lugar donde está la MTA está la Familia y cada vez que algún miembro de esta Familia sufre, se acude desde todo el mundo para ayudar con la oración y el capital de gracias. En estos momentos de dolor, la Familia de Schoenstatt en todo el mundo se unió en la oración los aportes al capital de gracias a la Familia de Paraguay. A las 17.00 hs. (hora de Alemania) del 2 de agosto, schoenstattianos del Ecuador, la Argentina, España, Alemania y México rezaron el Rosario en el Santuario Original por todos los afectados por el incendio en Paraguay.

Casi nadie del Movimiento se ha salvado de perder a un ser querido o un amigo o alguien cercano

"El supermercado queda a unos 3 kilómetros del Santuario joven y en su entorno viven varios schoenstattianos. Algunos de ellos acostumbran a hacer sus compras o almorzar allí los domingos" escribió el P Antonio Cosp el 2 de agosto al recibir las primeras expresiones de la solidaridad de la Familia internacional. "A partir de los datos que hoy tenemos se encontraba dentro del predio el matrimonio Villamayor, jefes de su grupo Yrenda, con su hijito Tiago y la beba que esperaban para dentro de tres meses. Acabo de venir del velorio de la mamá, Leticia y de visitar a su esposo José en el sanatorio. Él y Tiago se han salvado. Pero casi nadie del Movimiento se ha librado de perder a un ser querido o un amigo o alguien cercano. Esta tarde Asunción estaba en casas de velatorio y en cementerios. La solidaridad es muy grande. La tristeza también. Los deseos de seguir construyendo la Nación de Dios se acrecientan. Muchas gracias por sus oraciones y cercanía. Gracias a la Hna. Kornelia que ha transmitido al mundo schoenstattiano nuestro dolor. Dios y la Mater los bendigan a todos".

María Madre visita a sus hijos

Bajo el lema "María Madre visita a sus hijos" se inició el lunes pasado el trabajo sostenido pero constante de visitar los hogares de las víctimas del incendio de Ycuá Bolaños. Guiados por el P. Gerardo, todos los jóvenes misioneros, con el afán de llevar un poco de consuelo (el consuelo que solo María puede dar), en compañía de uno o dos adultos que los transportan hasta los barrios, visitan casa por casa a todos los afectados.

En sus manos va la Virgen Peregrina.  Cuando las personas salen a recibirlos, ni siquiera los miran a ellos. Corren hasta la puerta, toman a la Virgen en sus manos y le preguntan: "¿por qué?".  La abrazan con fuerza... la colocan en sus pechos... la colocan contra sus cabezas... luego la vuelven a abrazar... Es realmente una escena muy conmovedora... tierna... Hijos llorando en los brazos de su Madre... Muchas familias, no conocen a la Mater, pero al ver la imagen saben que es la Virgen María quien está de visita para darles un abrazo... para decirles: - "¡Yo también sufrí con ustedes!" - "¡Aquí estoy, para aliviar su dolor!". 

Luego de la emoción inicial, invitan a los jóvenes a tomar asiento en sus humildes hogares. Se inicia una conversación con la familia. Cada persona habla de sus seres queridos que murieron, muestran sus fotos, lloran, gritan, se desesperan porque ya no tendrán el sustento diario. ¡Qué difícil es ver tanta desolación!. ¡Qué difícil es no llorar con ellos, mantener la calma cuando es tanto el dolor que irradian. Luego los jóvenes les invitan a rezar por sus seres queridos, por los que están en los hospitales, por cada uno de ellos... Se inicia entonces una oración sincera... muchos saben rezar el rosario y quieren rezar el rosario completo... no les basta una decena. Si fuera por ellos rezarían todo el día... es el único momento en que sienten una franca comunión con María... que la sienten cerca...

Terminada la visita, las familias agradecen de todo corazón ese gesto de amor... de solidaridad... y se despiden hasta con una pequeña sonrisa con un: "¡Gracias por venir a visitarnos!". ¡Ése es el consuelo de María!. Es indescriptible lo que cada joven siente después de esta experiencia del AMOR DE JESÚS, del contacto con los más necesitados, del donar su tiempo para visitar a las familias...  Esto es construir Iglesia, verdaderos Santuarios del Corazón... Esto es construir esa nueva comunidad donde somos capaces de "dar y recibir amor".

Son los pequeños signos que nos hacen familia

Llegó la noticia por Internet a la familia de Schoenstatt... no hay distancias, hay solidaridad y cercanía. En Córdoba, Argentina, Sofía Barbosa con una estudiante paraguaya, muy amiga de la juventud de Schoenstatt en Asunción, organizó una colecta de medicamentos. La jefa de la rama de madres de la diócesis de Friburgo, Alemania, Hannelore Spannagel, el 3 de agosto llevó el artículo sobre el incendio en Asunción a la reunión de su grupo. Esta noche tuvieron su tradicional "fiesta de verano", junto con los grupos de matrimonios de la ciudad. Espontáneamente se decidieron a hacer una peregrinación de ermita a ermita, rezando el rosario por los fallecidos, especialmente por Leticia y su bebé, por todos los que murieron en medio de la desesperación y por los sobrevivientes, también desesperados. Por los chicos fallecidos y sus familias. La peregrinación duró dos horas, con un calor tremendo para lo que es el verano en Alemania. Entre los participantes en la peregrinación había dos señoras de 80 años... Luego fueron, como siempre, a la heladería. Y cada uno regaló el importe de su helado para "la Familia de Schoenstatt de Paraguay". Fueron unos 110 Euros que Magdi Cosp de Flecha, de Asunción, que estaba en Schoenstatt en esos días, pudo recibir para llevar a su país. El domingo 8 de agosto en las Misas celebradas en la Iglesia de Peregrinos en Schoenstatt, se habló en la prédica sobre el dolor de la Familia de Schoenstatt de Paraguay, y se pidieron donaciones. Las canastas en las puertas de la Iglesia recogieron 1.150,11 Euros. Llegaron cartas de solidaridad desde Canadá, Estados Unidos, México, Panamá, Uruguay, Chile, Argentina, Brasil, Australia, Sudafrica, Alemania ...

"Miré largamente la Cruz de la unidad..."

En su mensaje a la Familia de Paraguay, el P. Antonio Cosp, Director del Movimiento, escribe:

La tragedia más grande en la historia moderna del Paraguay ha sacudido a nuestra Patria, al mundo y, por cierto nos ha tocado hondamente a los schoenstattianos. De todas partes nos han llegado y siguen llegando muestras de cercanía y solidaridad. Como era previsible algunos miembros y allegados de nuestra Familia están heridos y han fallecido. Leticia Villamayor y el hijo en gestación fallecieron. Su esposo e hijo están en el Sanatorio San Roque. Ellos son jefes de un grupo de la rama familiar. Falleció una hermana de Elba de Ramírez de la rama de madres. También los consuegros (familia Urbieta) de Emilia de Carpinelli, jefa de la rama de madres, y los dos hijos de este mismo matrimonio Urbieta. Internada está una chica perteneciente a las Apóstoles, Celia González. Quien más, quien menos hemos perdido un amigo, un ser querido.

Ante hechos de esta magnitud sólo se puede movilizar la solidaridad. Intentar una explicación y un consuelo son tareas casi imposibles. Para los que sufren pérdidas terribles queda la cercanía y el abrazo. 

Pienso en María junto a la Cruz. 

Pienso en la Cruz de la unidad que estuve mirando largamente. "No teman, soy yo", les dijo Jesús a los apóstoles cuando llegaba a acompañarlos en medio de las olas y de la tormenta, signo de las dificultades de la vida. En cambio, en su momento de lucha en la Cruz, sólo hay soledad y oscuridad en su alma: "Dios mío, ¿por qué me has abandonado?".

Muchas cosas nos regala Dios. Todas ellas son buenas. Nos aferramos a ellas y nos duelen las pérdidas. Estas son numerosas ya que todo lo que poseemos es frágil. Pero siempre tienen un sentido. Desde que sabemos que Jesús muere "abandonado" en su Cruz y que luego resucita lleno de poder, de amor y de luz, sabemos que hay un Don que no es frágil. Es él mismo. Su amor es siempre fiel. La apariencia de abandono no es otra cosa que el poder de la oscuridad y la tristeza que no nos permite ver al que siempre está para mí y a mi favor. Es eso lo que significa la palabra Yahwé. ¡Qué buena la frase de San Agustín: "No te digo Señor, por qué me lo quitaste. Te digo: gracias por habérmelo prestado".

Todo el Movimiento se ha movilizado de una u otra manera. Bati dirige el PC en la Casa del Padre que canaliza múltiples donaciones. A partir de hoy a las 20 hs. todos los días subsiguientes se lanza una gran misión para visitar familias en duelo y acompañarlas con nuestra calidez y oración. Estoy muy orgulloso de todo lo que hace nuestra Familia, grandes y chicos. 

El día en que cerraron las puertas...

Un texto de Luis Celma, miembro de la Obra Familiar de Asunción, nos ayuda a tomar conciencia de lo tremendo de la situación.

"Que diferente está todo. Las calles de Asunción están mustias y solitarias,
pareciera que todo se detuvo por un momento, esperando despertar de una pesadilla.
El silencio aturde, ensordece, y el aire que se respira es un aire de agonías.

Los rostros ardiendo se apoderaron de los vientos y nos dieron parte en dolor de su muerte.
En el denso silencio, solo se escuchan los gritos de nuestros amigos, de nuestros vecinos,
de la abuela con los regalos, del chico del carrito, del señor de las verduras, de nuestra gente,
de nuestro pueblo suplicando por un segundo más, un segundo solamente, para intentar salvar sus vidas de la furiosa llama de la muerte.
Eran familias enteras en un domingo de supermercado preparando el entrañable almuerzo familiar, eran festejos, eran madres y padres llevando con amor el sacrificio de todo un mes a la casa,
eran niños eligiendo lápices de colores para las tareas de la escuela,
eran madres eligiendo las mejores verduras para sus hijitos, eran niños deseando impactados unos juguetes, eran sueños, eran proyectos, eran vidas.
Creo que se los puede escuchar aún:

- ¿Mamá por qué cerraron las puertas?
- ¡Señor no queremos robarle, es que nos cuesta respirar, es que nos lastima el fuego!
- ¡Cuidado, no pisen a la niña!
- ¡Abra Señor, mis hijos me esperan!
- ¡Abra señor! ¡mi familia está adentro!
- ¿Papá? - ¿Mamá que pasa?
- ¡Señora siga caminando!
- ¡Abuelo no te mueras!
- ¡Abra por favor!, gritos que retumban en nuestros oídos y no nos dejarán olvidar el DIA que se cerraron las puertas a sus vidas.

Más de cuatrocientos cuerpos presos en una lujosa y moderna trampa de muerte, trampa de colores con olor a pan fresco, caldera con tuberías de aire acondicionado, templo mezquino de fieles ingenuos.
Estuvimos con ellos, quisimos defenderlos, quisimos ayudarles a respirar, tiramos piedras contra la trampa y rompimos sus ventanas, abrimos huecos en las paredes de la trampa, pero la trampa era demasiado fuerte y el fuego traicionaba a su favor.
Hoy hay puestos de trabajos vacíos, hoy hay sillas en las guarderías vacías, hoy faltan abrazos de madres,
hoy faltan consejos de abuelos, hoy falta alguien que empuje la hamaca, hoy sobra un plato en la mesa,
hoy falta una canción, hoy falta uno en el equipo de fútbol, hoy faltan los que cayeron en la trampa.

Familias enteras se enfrentaron al fuego tomadas de los brazos,
otras personas lo hicieron absolutamente solas, ancianos, jóvenes, niños,
pero todos estaban unidos en un solo grito que hizo temblar la tierra y la trascendió,
dando testimonio del dolor, la desesperación, la impotencia,
¡¡¡¡¡¡ABRAN LAS PUERTAS!!!!!!!".

Y se abrieron las puertas de la eternidad*
DOMINGO 1º DE AGOSTO: "EL DIA EN QUE CERRARON LAS PUERTAS"

En los planes de Dios su última palabra no es muerte sino nueva vida a partir de una resurrección

Así dice en "La vida es una fiesta" el Padre Antonio Cosp.

El 22 de agosto es la renovación de la coronación de la Mater en Tupãrenda. En el Santuario está la tinaja para los aportes al capital de gracias para el Santuario de Roma. En medio de un dolor tremendo Ani Pangrazio puede escribir: "¡Qué hermosa familia schoenstattiana tenemos!!! El P. Kentenich seguro sonríe desde el cielo... GRACIAS!!!"



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Last Update: 13.08.2004 Mail: Editor /Webmaster
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