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 published: 2004-08-13

En medio de frutas y verduras la Mater visita a sus hijos

La Virgen Peregrina en la Feria Villa O’Higgins – La Florida

La Mater en la Feria Villa O'Higgins - La Florida, Chile

The Pilgrim MTA at the rural market of Villa O'Higgins - La Florida, Chile

Die Pilgernde Gottesmutter auf dem Markt von Villa O'Higgins - La Florida, Chile

 
 

En medio de frutas y verduras...

Between fruit and vegetables...

Zwischen Obst und Gemüse…

Foto: Galarce/Vinculo © 2004

 

 

 

CHILE, Hna. María Paz Laubreaux / Vínculo En el tiempo de la técnica, de la globalización, de las grandes tiendas; las ferias aparecen como un largo y apretado grupo de personas que viven realidades pasadas. Allí se trabaja de madrugada y se duerme al atardecer. Toda la familia participa del trabajo y los que son trabajadores, logran un estándar de vida bueno, hasta pueden costear los gastos de universidad de sus hijos. En la Feria Villa O'Higgins - La Florida, Chile, en medio de frutos y verduras, la Virgen Peregrina está presente, regalando las gracias del Santuario a todos los que trabajan aquí.

Pasearse por esos lugares es encontrarse con diferentes productos, diferentes realidades, diferentes expresiones. Sólo en algunos minutos de recorrido pasan cantando un grupo nortino, un dúo de tango y bolero y un solista acompañado de un instrumento original.

Por entre estos puestos coloridos que ofrecen de todo "a voz en cuello", se detiene la Peregrina y hace su trabajo como sólo Ella sabe hacerlo. Va de puesto en puesto acogiendo la vida con todas sus realidades.

"Qué bendición de Dios que la Madre de Jesús quisiera estar en mi casa"

Algunos testimonios nos pintan rápidamente su paso de Madre y Reina:

"Todos en la Feria Villa O´Higgins me conocen por desordenada y llevada de mis ideas", dice Leslie Rivera. "Por eso esa tarde cuando llegaron a preguntarme si quería recibir la visita de la Virgen Peregrina se rieron y pensaron que no la aceptaría. Dije que si al tiro, pero tuve que esperar tres días para que llegara a mi puesto. En esos días pensé qué bendición de Dios que la Madre de Jesús quisiera estar en mi casa, con mi familia. Este pensamiento me llevó a reconocer muchas faltas y errores que he cometido, pero me propuse que, cuando ella llegara, la esperaría de forma diferente, trataría de ser más cariñosa con mi esposo, no me enojaría por pequeñeces. Me preocupé de tenerle un lugar especial en la casa y de rezarle aunque fuera un poquito. ¡Gracias Virgencita!".

Ella, que también sufrió la pérdida de su hijo...

"En septiembre del año pasado había recibido la visita de la Virgen Peregrina, llegó en un  momento muy difícil para mi familia y nos hizo mucho bien", dice Elba Fuentes. "En diciembre perdí a mi única hija mujer de 17 años. El dolor que se siente al perder un hijo es inexplicable. Muchas han sido las preguntas que me he hecho. El ¿por qué? me rondaba día y noche. Pero entre tanto dolor me acordé de la Virgen y fui a verla al Santuario de Schoenstatt, mejor dicho a buscarla. Pensé que ella, que también sufrió la pérdida de su hijo, podría ayudarme, y aunque aún siento mucho dolor, debo reconocer que el sentirme acompañada por la madre de Jesús, me permite seguir adelante. Lo hago también por mi familia y por mi otro hijo que tiene problemas y que me necesita. Ahora sé que mi hija está con Dios y eso me da la tranquilidad y la seguridad de que la volveré a ver. ¡Gracias Virgen Peregrina!".

No había vendido nada

"Esa mañana no había vendido nada, el día anterior tampoco, y llegó la Virgencita a visitar mi puesto. Mi angustia era muy grande, tenía que pagar muchas cosas y no tenía nada", cuenta Sandra. " Me dijeron: pídale, pídale con fe, Ella hace milagros. Y yo le pedí sacar por lo menos algo de las verduras porque si no lo iba a perder todo, y ella hizo el milagro: a las tres de la tarde yo tenía todo vendido; es como si ella hubiese estado allí vendiendo conmigo, la gente se acercaba y me compraba, algunos que pasaban de largo se volvían, les llamaba la atención ver la imagen de la Virgen en medio de las habas, las acelgas, pero yo me sentía tan feliz de tener a mi lado a la mejor vendedora de verduras, claro, era ella, la mismísima Madre de Jesús que había bajado del cielo para ayudarme a mí.¡Gracias Virgen Peregrina!".



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Last Update: 13.08.2004 Mail: Editor /Webmaster
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