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 published: 2004-08-17

Un hombre con un impresionante mundo interior.

El 17 de diciembre se cumplen 60 años de la ordenación sacerdotal de Carlos Leisner ¿Patrono de la Jornada mundial de la juventud?

Placa de Carlos Leisner

Plaque with the picture of Karl Leisner

Plakette mit dem Bild von Karl Leisner

 
 

Altar de la capilla en bloque 26 en Dachau, ahora en Monte Moriah

Altar of the chapel at block 26 in Dachau, now at Mount Moriah

Altar aus der Kapelle von Block 26 in Dachau, jetzt auf Berg Moriah

Fotos: Bühler © 2004

 

 

 

SCHOENSTATT / MONTE MORIAH , Padre Oskar Bühler. "Carlos Leisner, un hombre con un impresionante mundo interior: era totalmente alemán y totalmente europeo, católico de firmes convicciones, y a la vez abierto a lo ecuménico". Esto está escrito en la cubierta del nuevo libro "Carlos Leisner: su ordenación sacerdotal y primera Misa en el campo de concentración de Dachau", editado por el círculo internacional Carlos Leisner y escrito por Hans Karl Seeger y Gabriele Latzel.

El 12 de agosto se conmemora el día del Beato Carlos Leisner, el primer schoenstattiano que ha sido elevado al honor de los altares. En este año 2004, hubo un motivo especial para recordar en este día un hecho importante en la vida de este beato.

Lo más llamativo es la ordenación en el campo de concentración en Dachau el 17 de diciembre de 1944, hace 60 años. En vistas a este acontecimiento, se publicó el libro antes mencionado. En diciembre este hecho va a ser especialmente conmemorado en dos lugares: el tercer domingo de Adviento en Xanten, donde está la tumba de Carlos Leisner y el cuarto domingo de Adviento en Dachau; en esta celebración participará el obispo de Clermont, sucesor de Mons. Gabriel Piguet, quien ordenó sacerdote a Carlos Leisner, su compañero de prisión.

1934: año de la decisión. Ingreso al seminario

En vista al inminente aniversario, conviene volver la vista diez años atrás, al año 1934. En él hubo tres acontecimientos especiales en la vida de Carlos Leisner.

El primero es el ingreso al Colegio San Carlos Borromeo, el seminario de la Diócesis de Münster, el 5 de mayo de 1934. Ya en el segundo semestre de 1933 Carlos se preocupó intensamente por su camino vocacional. Hermann Gebert escribe sobre esto: "durante el campamento en las montañas de Bockholter, cerca de Münster, Carlos salió una mañana silenciosamente. Quería participar en una ordenación sacerdotal en la ciudad. La ceremonia le pareció ‘una maravillosa hora de gracias’ "

El 7 de agosto de 1933 escribió en su diario lo que le pareció esta fiesta : "yo pensaba: es hermoso ser sacerdote, pero difícil, casi demasiado difícil, y deben serlo sólo aquellos a quienes Dios les da la enorme gracia del llamado..." Su decisión definitiva de ser sacerdote se produjo durante o después de sus ejercicios en diciembre de 1933.Todavía no tenía claro si comenzar los estudios de teología inmediatamente después del bachillerato o después del período de servicio social (obligatorio durante el III Reich) al que de todos modos sería convocado en algún momento. Y debido al gran número de aspirantes – algo que hoy es difícil de creer – era dudoso que lo aceptaran en el seminario en 1934. Ya había sido convocado para el trabajo social cuando en el último momento le comunicaron de Münster que había aún un lugar en el seminario. Él tomó este aviso como una manifestación de la voluntad de Dios, como lo escribe en su diario el 1º de mayo: "Por lo tanto, es la voluntad de Dios que comience este año el estudio de teología".

Al iniciar sus estudios se presentó otro problema: "Carlos había aprobado el bachillerato con la calificación de ‘bueno’. Esto no era suficiente para asegurar el comienzo de sus estudios. Las nuevas autoridades le solicitaron un certificado especial de capacidad para los estudios superiores, con el que no podía calcular si no era fiel a la línea del partido. Carlos debió esperar hasta el 4 de julio, hasta que llegó el certificado que atestiguaba que tenía capacidades para iniciar los estudios superiores. Carlos supuso que detrás de la larga demora estaba la influencia de sus anteriores profesores. En las negociaciones con las autoridades, el obispo logró que empezara los estudios de teología sin el requerido certificado de capacidad". (Hermann Gebert).

También en el año 1934 se integró a un grupo de Schoenstatt.

Con el ingreso al seminario estuvo vinculado un segundo acontecimiento que tendría un significado decisivo en la vida de Carlos Leisner. Formó un grupo de Schoenstatt con otros once estudiantes del primer semestre. Heinrich Tenhumberg era el jefe de este grupo, quien posteriormente fue obispo de Münster y presidió la Presidencia general de la Obra de Schoenstatt.

El primer encuentro de Leisner con Schoenstatt se había producido el año anterior. Con su compañero Jupp Vermeegen participaron en una tanda de ejercicios espirituales en Schoenstatt durante la Semana Santa de 1933. Este primer encuentro con Schoenstatt lo describió Carlos cinco años después con una mirada retrospectiva: "los dos días tranquilos allá arriba, entre los primeros brotes de la primavera y cerca de las alturas del Westerwald; la silenciosa oración en el Santuario ante de la imagen de la Madre Tres Veces Admirable; la bendición sacramental de la tarde; los pedidos a Dios y el amor del prójimo, me llegaron profundamente al alma. Todo lo anterior encendió, despertó e hizo surgir lo sacerdotal y caballeresco que estaba oculto en mí..."

Mons. Heinrich Tenhumberg cuenta acerca del interés que Carlos Leisner tenía por su grupo de Schoenstatt: "cuando llegué al Seminario San Carlos Borromeo en la Pascua de 1934, Carlos Leisner me dijo en uno de nuestros primeros encuentros que él estaba vinculado a Schoenstatt y que le gustaría trabajar en un grupo. Desde entonces él fue uno de los miembros más fieles del grupo". En el mismo año 1934 el Movimiento de Schoenstatt en Münster recibió un pequeño punto de apoyo, que sería muy importante para Carlos y todo el grupo. En el marco del ‘Año Popular Mariano’ se creó una capilla lateral dedicada a la Mater en la iglesia de Santa María Magdalena. Carlos Leisner asumió muy conscientemente las ideas y metas de esta corriente: "ahora es el Año Popular Mariano". "Esto es moderno y le da al pueblo un sentimiento católico".

La imagen de la Mater en la iglesia de Santa María Magdalena fue para Carlos y para todo el grupo "su lugarcito predilecto". Carlos lo visitaba continuamente. El trabajo de este grupo fue muy fructífero para cada uno de sus integrantes. Herbert Gebert lo resume más o menos así: "en el grupo se despertó una comunidad fraternal durante los dos primeros años de estudio, la que se mantuvo viva en el semestre que hicieron como externos y durante el trabajo social obligatorio. En el seminario de Münster el grupo comenzó una especie de noviciado para formar la Federación de los sacerdotes de Schoenstatt. El objetivo era formar una comunidad permanente de sacerdotes diocesanos, animada por el espíritu de los consejos evangélicos.

"No podían faltar a lo largo de los años de estudio de Carlos Leisner, los cuestionamientos, las dudas, la inseguridad sobre su vocación. Él encontró una valiosa ayuda, claridad y fuerza para el largo camino que debía recorrer, en la vinculación a Schoenstatt, en la unión a la Madre de Dios, en el Santuario y en el grupo".

Tercer acontecimiento: la misión para la juventud.

El tercer acontecimiento importante ocurrió el 17 de septiembre de 1934: fue nombrado jefe diocesano de la juventud. Durante dos años él cumplió con esta tarea con mucho entusiasmo y con gran responsabilidad, mientras cursaba sus estudios de teología. Él sabía que esto no podía ser un jugueteo juvenil y menos en un momento en que crecía la presión contra la Iglesia en Alemania. En los casi trece mil jóvenes por los que él era responsable, él vio "a la Iglesia joven de su diócesis". Su tarea era guiarlos y animarlos, los confiaba a la Sma. Virgen. "Ella era para mi una poderosa intercesora que me utilizaba como su instrumento y como instrumento de su Hijo para una santa misión en el pueblo alemán... ¡Arriba la acción católica alemana! ¡Contigo, mi Señor y mi Dios! ¡Sin Ti nada tiene fuerza y sentido!" Él había encontrado en este apostolado su fuerza y su fuente de vida en 1933.

Recordando su estancia en Schoenstatt en 1933 escribe dos años más tarde: "los más excelentes ejercicios en Schoenstatt. Desde entonces cambia el apostolado de la juventud".

La preocupación por los jóvenes acompañó a Carlos Leisner hasta su muerte, incluso durante el tiempo en el que él "solamente" podía sufrir y rezar. Éste es el especial carisma de su vida.

En los próximos meses y en el año que viene surge la preocupación por la juventud actual, especialmente la más cercana.

El Movimiento de Schoenstatt se prepara para el Día Mundial de la Juventud junto con toda la Iglesia. Schoenstatt sabe que podrá ofrecer su carisma a la juventud de todo el mundo.

El inminente aniversario del beato Carlos Leisner nos recuerda que tenemos un poderoso intercesor y colaborador para estos preparativos.

En vista de la responsabilidad que nos impone el Día Mundial de la Juventud en Colonia, ¿no tendríamos que descubrir, por primera vez o nuevamente, a nuestro beato en esta ocasión? ¿No tendríamos que elegirlo como patrono del Día Mundial de la Juventud? ¿Por lo menos nosotros?

Traducción: Gabriela Kyling, Valdivia, Chile



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Last Update: 24.08.2004 Mail: Editor /Webmaster
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