Sergio Eichemberger, que fuera miembro de la Juventud Masculina de Rosario, recibió la ordenación sacerdotal el 28 de mayo Sergio Eichemberger, who was a member of the Schoenstatt Boys' Youth of Rosario, was ordained to the priesthood on May 28. Sergio Eichemberger, der in der SMJ von Rosario aktiv war, wurde am 28. Mai zum Priester geweiht
Promesa de fidelidad Promise of faithfulness Treueversprechen
Entrega total Self surrender Hingabe des ganzen Seins Fotos: Lavini © 2004

ARGENTINA, ROSARIO, Joaquín Lavini. El pasado viernes 28 de mayo, en el marco de una "Fiesta Familiar" acompañado de parroquianos, vecinos, amigos, familiares y gran parte de la Familia de Schoenstatt de Rosario, el Diácono Sergio José Eichemberger, recibió, de manos de Mons. Eduardo Vicente Mirás – Arzobispo de Rosario y Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina – la ordenación sacerdotal que lo elevó a presbítero y nuevo servidor sacerdotal de la Arquidiócesis en el templo parroquial de Nuestra Señora de la Guardia. Acompañaban a Mons. Miras los dos obispos auxiliares de Rosario: Mons. Luis Collazuol y Mons. Sergio Fenoy más un grupo de alrededor de 40 sacerdotes del presbiterio rosarino.

Fruto de una caracterizada familia perteneciente a la Liga de la Obra de Familias desde los inicios de la fundación rosarina, Sergio nació en Rosario, fue bautizado por el P. Ernesto Sponton en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de Romang, al norte de Santa Fe, el 6 de enero de 1963. Recibió su primera comunión en la Capilla Nuestra Señora de Fátima de los Franciscanos, en Rosario. En su juventud militó en la rama de la Juventud Masculina de Schoenstatt donde se consagró a María sellando su Alianza de Amor, paso que le sirvió para encontrar su vocación sacerdotal que canalizó a través del clero diocesano, ingresando en el Seminario San Carlos Borromeo el 13-03-95.

Recibió la gracia del Diaconado en la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, en Rosario, el 12 de diciembre de 2002.

Se caracterizó siempre por su profundo amor a la Santísima Virgen María y por el trabajo con los jóvenes. Les deseamos una muy fecunda vida sacerdotal y la gracia de la perseverancia.