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 published: 2004-06-30

Reflexión sobre el curso de "dirección espiritual" en el Monte Moriah

Impresiones de una participante

Christine Praetorius
 

Fotos: © 2004

 

¿Qué más puedo aprender aún? Al fin y al cabo siendo psicoterapeuta, adquirí buenas herramientas para dirigir con éxito una conversación y he aplicado exitosamente lo aprendido en mi profesión. Pero sin embargo me inscribí en este curso porque me parece que de alguna manera me faltó algo en la formación académica: fue abstracta, teórica e irreligiosa. Y como terapeuta cristiana quizás me hace falta un curso de perfeccionamiento bien fundamentado. ¿Lo podré encontrar aquí, en el Monte Moriah?

El curso constaba de diez unidades de cuatro días de duración, desarrolladas en el espacio de dos años. Los instructores fueron la Sra. Bárbara Stolzberger, el Padre Hans Stehle y el Padre Günter Niehüser. Participaron treinta personas, entre ellos había sacerdotes, párrocos y religiosos, pero también laicos que tienen un compromiso cristiano en su trabajo con personas. En cada unidad del curso se trataba un tema esencial. Después de una cordial bienvenida nos familiarizábamos con el programa del día.

Al comenzar el día tuvimos refrescantes y armonizadores ejercicios corporales. Un apacible rezo de Laudes terminaba con el desayuno en común que nos daba energías para trabajar en la primera unidad. Después almorzábamos y a continuación había una larga y agradable pausa. La merienda nos ponía de buen humor para trabajar en la segunda unidad, que terminaba con la cena. Cada atardecer participábamos de una Sta. Misa maravillosamente preparada, en la que se podía revisar y entregar los acontecimientos del día. Como colofón nos reuníamos a menudo junto a la acogedora chimenea. Allí empezábamos a contar, a discutir, a reírnos y de vez en cuando comentábamos la película que habíamos visto el lunes y que era adecuada al tema principal del día. Nos divertimos mucho, lo que sencillamente nos hizo bien después de un día de trabajo serio.

¿Qué hemos elaborado?

Quisiera mencionar los mejores puntos de estos temas: acompañamiento en la búsqueda de lo que se anhela en la vida; conversaciones guiadas en la dirección espiritual; acompañamiento del desarrollo y maduración de una persona; capacidad de amar y de relacionarse; acompañamiento en la búsqueda de la experiencia de Dios y de la imagen de Dios; relación entre psique y soma; acompañamiento de las personas en sus impulsos vitales; guía en un proceso de discernimiento; psicopatología y límites correspondientes en la dirección espiritual, y puntos esenciales en la dirección espiritual.

En la elaboración de extensos conocimientos pude experimentar lo hermoso que puede ser aprender: ¡fue un aprendizaje integral, con todos los sentidos!. Elementos del drama bíblico, pasos simples de danza, música, trabajo personal en silencio, trabajos grupales: Al principio estábamos algo temerosos, pero pronto pudimos dejar nuestras preocupaciones. Nadie fue obligado a hacer algo, cada uno se decidía por si mismo y nunca hubo una valoración negativa: cada uno podía ser simplemente como era.

Yo creo que esa fue la mayor obra de arte para que el curso funcionara tan bien y para que fuera tan útil. Los tres instructores crearon una atmósfera cordial, plena de valoración y comprensión: exactamente esos son los elementos fundamentales de la dirección espiritual y por eso mismo me permito hablar por todos. Todos nosotros nos hemos perfeccionado y hemos podido asimilar e integrar muy bien lo aprendido. Y por eso mismo podremos tal vez transmitir esto en el futuro: Estar atento a quien tengo frente a mí, tener empatía con él y valorarlo; escuchar todas sus preguntas y al mismo tiempo reconocer las propias necesidades sin que ellas lo tapen. Sería hermoso lograrlo.

La dirección espiritual es para mí:

Ser sensible ante las preguntas y necesidades (religiosas) de quien está ante mí, considerar su actual punto de vista, acompañarlo cuidadosamente en su camino, "detrás y delante" de Dios, e inclusive dejar obrar la gracia de Dios.

Amor

Al comienzo del curso formulé una frase que vale para mí hasta el día de hoy. Sé ahora que esa frase es exacta. Y este conocimiento se ha profundizado infinitamente en mí, se ha enriquecido y ampliado.

Estoy contenta y agradecida por haber participado en este curso. El esfuerzo para llegar al curso y el costo han valido la pena. Las nuevas amistades y la profundización de los conocimientos han sido muy enriquecedores para mí.

Puedo decir: Venga y vea usted mismo, haga esta experiencia y estará bien.

Traducción: Lourdes Heinzl, Alemania



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Last Update: 17.08.2004 Mail: Editor /Webmaster
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