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 published: 2004-05-08

Por una Europa del amor y la hermandad

"Mensaje final" de los representantes de 170 Movimientos, más de 50 Obispos y casi 10.000 personas: el mensaje de Stuttgart

Mitwirken, in geschwisterlicher Verbundenheit, ...

 

... an einem Europa der Liebe und Geschwisterlichkeit

 

"So wollen wir Europa"

 

Unser Traum ...

 

"So wollen wir Europa"

 

Teilnehmer aus Schönstatt

 

Gemeinschaften stellen sich vor

 

Die Schönstattbewegung wird von Frau Sigrun Mai vorgestellt

 

Kardinal Walter Kaspers

 

Der Kreis der Verantwortlichen des Treffens

 

Die Erklärung von Stuttgart wird vorgetragen

 

Zustimmung zur Erklärung im Publikum

 

Jugendliche bringen zum Abschluss die Fahnen Europas auf die Bühne

 

Fotos: POS, Brehm © 2004

EUROPA, MOVIMIENTOS, mkf. Subieron al estrado del estadio Martín Schleyer los representantes de 170 Movimientos y Comunidades y más de 50 Obispos de las iglesias Católica, Ortodoxa, Anglicana, y Evangélica. Las diez mil personas reunidas en el estadio de Stuttgart poco antes se habían tomado de las manos como señal de una "Alianza de amor" que sellaban mutuamente por Europa. Los Obispos rezaron la oración de Jesús por la unidad de los suyos. Luego subió al estrado la reina Fabiola de Bélgica y entonó el Padre Nuestro. La oración de Jesús sonó en todos los idiomas. Y con toda espontaneidad, seguramente no previsto en el programa, siguió: "¡Y el Avemaría! Dios te salve, María..."

Y con eso María – que en los días previos tantas veces fue mencionada frecuentemente en el contexto de la misión de los Movimientos, su unidad y su servicio a la Iglesia – entra en juego en el momento en el que gente de buena voluntad, gente de la "dimensión mariana" de la Iglesia - los brotes carismáticos, los movimientos - junto con representantes de la jerarquía, se comprometen a actuar, en vinculación fraterna, por una Europa de Amor y hermandad, por una Europa que asume su responsabilidad y se comprende a sí misma como parte de la comunidad mundial.

Hermandad vivida – Un mensaje de Paz

Con prolongados y calurosos aplausos, las personas presentes en el estadio Martín Schleyer aceptaron el "Mensaje final", escrito durante los días del Congreso "Juntos queremos descubrir y compartir las riquezas", leído en varios idiomas,

Todos se pusieron de pie espontáneamente cuando Helmut Nicklas, a quien se le cumplía en ese momento el sueño de su vida, anunció el Mensaje final e invitó a todos los representantes a subir al estrado.

En el Mensaje se vuelve una vez más a hacer hincapié en la variedad y la belleza que posee Europa, pero también sobre las guerras vividas, los campos de concentración, los Gulag y la Shoah y el llamado a los Movimientos eclesiales para que trabajen por una Europa cuya "unidad se realiza en la diversidad".

Fraternidad como clave de la unidad, es el mensaje de Stuttgart; se destaca como la verdadera vocación de Europa: una vida desde el amor, como la proclama el evangelio.

En concreto se llega a la fraternidad aquí y ahora a través del justo reparto de los bienes y de los recursos; con igualdad y libertad para todos; conservando nuestra herencia cultural; con apertura para las personas provenientes de otras culturas y tradiciones religiosas; siendo solidarios con los débiles y necesitados de nuestras ciudades; valorando nuestras familias; cuidando la vida humana en cada fase de su desarrollo; cuidando la naturaleza y el medio ambiente; haciendo que los medios de comunicación estén al servicio de la gente.

A través de esta fraternidad vivida, Europa misma se convierte en un mensajero de paz en la "globalización de la solidaridad y la justicia".

Una alianza de amor

Los obispos presentes se unieron a este proceso de fraternidad. En representación de sus respectivas Iglesias, el cardenal Josip Bozanic, vicepresidente del consejo europeo de Obispos; el Metropolita Serafim Joanta (Patriarcado Ortodoxo Rumano), el Obispo Robin Smith (Iglesia Anglicana) y el Obispo Krause, leyeron una proclamación propia, en la que "en este día histórico" se unen con el compromiso de los Movimientos por Europa y al anhelo de una verdadera unidad del pueblo de Dios. Muchos de los presentes en las sillas tuvieron que luchar para guardar la calma, se ven caer las lágrimas, cuando los Obispos de las diferentes confesiones rezaron juntos, en distintos idiomas, la oración de Jesús:

"Que todos sean uno, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mi. Así alcanzarán la perfección en la unidad, y el mundo conocerá que tú me has enviado y que yo los he amado a ellos como tú me amas a mí" (Jn. 17, 22-23)

¿No era ese el mensaje de este día? pregunta Helmut Niklas. "Una Europa del corazón. Queremos comprometernos a seguir caminando juntos y comprometernos para lo que deberá ser nuestra Europa. ¿No deberíamos sellar de nuevo esa alianza de amor, por la que nos hacemos responsables mutuamente, y que nos enriquece?" Él pregunta a los representantes y ellos se estrechan la mano como señal de esa alianza. (N.R.: sellada por primera vez en 2001 por inspiración de Chiara Lubich, la expresión es totalmente de Schoenstatt; la tarde anterior la sellaron o renovaron los participantes del congreso) Entonces la pregunta le llega a los 10.000 asistentes. y ellos también se estrechan la mano. Esta alianza es sellada con una oración en común, con Jesús y María en el centro.

Alegría en los rostros

De los rostros de las casi 10.000 personas presentes en el estadio Martín Schleyer nos habló Andrea Riccardi en su presentación, de su alegría en su fe y en su comunidad, rostros que nos hablan de sus encuentros con Dios y entre ellos, rostros donde se manifiesta un sueño que comienza a hacerse realidad en Europa; esto no se nota solamente en los representantes de los distintos Movimientos, sino también en los jóvenes que nos hablan de su visión sobre Europa, en las personas presentes en el estadio junto a los que están unidos por la transmisión en vivo a París, Budapest, etc.

La cantante Judy Bailey volvió a concentrar al público después de la pausa del medio día; la extrema seguridad cortó en algunos momentos un poco la espontaneidad, ¡pero solo un poco!.

Transmisión en vivo con testimonios y saludos desde distintas ciudades de Europa; el ballet clásico (Ballet-Ensemble Cosi-Stefanescu); el coro de niños; la Orquesta de Cámara (Uni-suono, de Hamburgo); jóvenes que en el verdadero sentido de la palabra "tomaron por asalto" el escenario y transmitieron desde allí su mensaje de unidad, solidaridad y amistad de los pueblos y culturas; un sinnúmero de imágenes que mostraban la vida de los Movimientos; más la simpatía de Andrea Fleming y su compañero (Focolares), que moderaron, hicieron sentir durante el programa de la tarde que esto puede ser un adelanto o un ejemplo de lo que es la unidad en la diversidad, que es el anhelo para la Iglesia y para Europa.

Un aporte para Europa: se presentan los Movimientos

Se presentaron algunos de los Movimientos más reconocidos, ellos son representantes de tantos otros que tiene las mismas orientaciones y los mismos fines. Los Focolares con su misión puesta en la unidad se presentaron con un hermoso video sobre su historia; también se ve la Asociación Juventud Ortodoxa, jóvenes ortodoxos de Finlandia que son una minoría y se integraron al proceso ecuménico.

Evangelio y vida: Walter Heidenreich presenta a la Comunidad Libre Joven, con su organización evangélica; Family Life Mission, es una comunidad que ofrece a la familia un tiempo para compartir y convivir; Cursillos, YMCA, la fraternidad cristiana de Selbitz – una comunidad de Hermanas de la iglesia evangélica – Teen Challenge, con su acento en la juventud drogadicta que encuentra salvación y perdón en el amor de Jesús y en su comunidad; San Egidio con su compromiso por los pobres y la paz, y los encuentros inter-religiosos por la paz; testimonios o principios, acompañados por videos o fotos, históricos o procesados; tan variada como los Movimientos fue su presentación.

Sigrun Mai presenta al Movimiento de Schoenstatt y recalca que la fe práctica en la divina providencia y la alianza de amor con María son dos fuentes de las que vive el Movimiento. .

"Tejen una red de amistad que va más allá de las fronteras"

Después de la presentación de los Movimientos, el Cardenal Kaspar dice: "Europa" - la gran visión al finalizar la segunda guerra mundial. Que Alemania y Francia serían "enemigos por la eternidad" era para él todavía parte de las clases impartidas en el colegio: "Qué cosas tontas, aprendíamos" Ahora Europa se hace una sola, en el Oeste y en el Este, dice el Cardenal: una oportunidad histórica, como pocas veces se ha presentado.

El obispo protestante Johannes Friedrich (de Baviera) transmite en su conversación con Hubert Schulze Hobeling una experiencia muy personal. Dice que su concepto sobre los Movimientos cambió a partir de lo vivido en diciembre 2001 con "Juntos, como entonces": su encuentro con Chiara Lubich y la demostración de tantos jóvenes reunidos alegremente, durante horas, en la helada iglesia.

Los nuevos Movimientos son un regalo del Espíritu Santo a la Iglesia, dijo el Cardenal Kasper. ¿Qué nos quiso decir el Cardenal? Sigan tejiendo su red de amistad más allá de las fronteras.

Necesitamos un nuevo Pentecostés, dice, y sería como en aquel primer Pentecostés, donde los Apóstoles se reunieron con María y las mujeres para pedir la venida del Espíritu Santo.

Es el hito que marca el punto de partida para una Europa unida y cristiana, dice el Obispo Friedrich. Y desea que este día se extienda a la concreta vida diaria en Europa. Necesitamos una Europa con alma, acentúa. Esa alma son los Movimientos Eclesiales, que pueden hacer de Europa algo que va más allá que el comercio y las instituciones, una Europa viva, una Europa con alma.

Por una Europa hermanada

Por una Europa hermanada, levantó una vez más la voz Chiara Lubich un momento antes del Mensaje final y la Alianza de amor.

Con la canción de Jesús, la luz que iluminará a esta tierra con la gloria del Padre y la coreografía de la bandera de Europa que nace de las banderas europeas, se pone un brillante punto final a este día cuya preparación implicó grandes y prolongados esfuerzos.

Un día histórico para una Europa hermanada, para un juntos como Movimientos, un juntos hacia la unidad de la Iglesia. O, como decía la noticia de Radio Vaticano "Una gran señal de esperanza para el ecumenismo en Stuttgart"

Traducción: Ana Hoffmann de Correa, San Isidro, Argentina



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Last Update: 14.05.2004 Mail: Editor /Webmaster
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