ECUADOR, Angie Santos. La expectativa por la Peregrinación anual en vísperas del Día de la Madre al Santuario de Guayaquil, se empezó a manifestar con una mayor anticipación y una mayor intensidad en este año 2004 ya que se cumplían 25 años desde que se inició esa hermosa tradición que surgió como un regalo de Schoenstatt a la Iglesia a partir del Año Mariano.

La Revista de Schoenstatt "Familia del Padre" en su edición de abril - cuyo tema principal era la maternidad - le dedicó varias páginas. Y la Iglesia había hecho a su vez un gran regalo: otorgar la Indulgencia Plenaria para los que visitaran el Santuario en gracia de Dios.

"Mayo, mes de María". Anuncios en "El Universo"

Cada año la comisión organizadora se prepara con una coordinación que alguien llamó "alemana" y este año no fue la excepción, los comentarios se repitieron: hubo una organización sobresaliente, un sonido impecable, y una asistencia superior que la de años pasados. Seguramente se debió entre otras cosas a que en una de las secciones del "El Universo", el diario más importante de Guayaquil, toda la semana previa se anunció la Peregrinación, resaltándola con fotos. Algo que también llamó la atención no sólo del Diario sino de los transeúntes, fue el inmenso cartel publicitario con colores cálidos, que se colocó en una de las Avenidas más importantes de la ciudad que decía "Mayo, Mes de María" e invitaba a la Misa de la Peregrinación. Detrás de ésta y otras iniciativas está el inmenso amor a la Mater y la creatividad de sus hijos.

Hubo interminables filas para entrar al Santuario...

Sobre el desarrollo de la peregrinación, que consiste en la celebración de la Sta. Misa en los alrededores del Santuario a las 7 de la mañana en las vísperas del Día de la Madre, una de las asistentes lo describió con lujo de detalles: "Había unas 7.000 a 8.000 personas. El Santuario lucía de gala, todo el camino fue adornado con ramos de rosas de colores, colocados en pedestales. También se había colocado banderines blancos en toda la explanada, la carpa del altar era mucho más grande que otros años y había mucho más espacio pues el coro estaba a la izquierda del altar en el sitio adaptado para ellos y la imagen de la Mater peregrina en el lado derecho.  En la primera fila, en un lugar de honor, estaban cuatro o cinco señoras, miembros de la Rama de Madres, iniciadoras de la peregrinación, como Nana de Loor, Inge de Calderón, Georgette de Kronfle y Piedad de Burbano. Hubo orden, mucha gente se confesó y comulgó para recibir la indulgencia. Hubo interminables filas para entrar al Santuario. Yo llegué a las 6.10 y ya había mucha gente rezando el rosario, lo bonito es que llega gente de toda condición social, muchos de ellos caminando de lejos".

Un aporte de Schoenstatt a la Iglesia local

Esta era también la primera peregrinación a la que asistía el nuevo Arzobispo. Mons. Antonio Arregui, un Pastor muy cercano y muy mariano. Como es tradición él Arzobispo propone el Lema de la Peregrinación que este año fue "Con María caminemos al encuentro del Señor", lema al cual se le puso música y así se pudo repetir en varias ocasiones. Alguien comentó sobre la reacción del Arzobispo: "El Obispo estaba feliz de ver como Schoenstatt, un Movimiento apostólico, se entrega tanto para estos acontecimientos y como vive su espíritu Mariano al cien por cien. Quedó gratamente sorprendido y muy agradecido porque esto es un aporte de Schoenstatt a la Iglesia... de allí que debemos ser Corazón de la Iglesia."

Colaboraciones de Marcela Endara y Pepe Plaza