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 published: 2004-04-02

La misión de mi Vida

El retiro de las Profesionales con el Padre Ángel Strada , visto de la perspectiva de una participante chilena

Entrega de la "bolsita de misión": Marcela Mas, P. Angel Strada

Marcela Mas receiving her "mission bag"

Marcela Mas erhält ihren Sendungsbeutel

 
 

El rosal

The rosebush grows…

Der Rosenstock wächst ...

Fotos: POS Fischer © 2004

 

 

 

SCHOENSTATT, Marcela Mas. Hoy, martes 23 de marzo, al despertar me hice la siguiente pregunta: ¿dónde estoy y cómo llegué aquí? Se suponía que venía a ayudar en la Oficina de prensa a la Hermana Kornelia, pero apenas llegué me ví zambullida en un retiro de silencio, con personas que no conozco, en alemán, en Alemania… El título del retiro: "La misión de mi vida".

Ella es la responsable, Ella planificó todo esto cuando yo pedí venir a "trabajar" con la Hermana Kornelia. Si yo hubiese querido venir a un retiro quién sabe en qué hubiera resultado todo. Pero como yo no pedí nada lo hizo todo Ella por mí. Sabe que no soy muy buena para organizar algunas cosas de mi vida, es más, sabe mejor que yo lo que necesito para mi crecimiento espiritual. Es así como, sin peguntarme, me trajo aquí. Y se preocupó hasta del más mínimo detalle: me tenía una pieza linda con un edredón calentito en un día en que realmente hacía mucho frío.

Amos a Dios en el cotidiano - hacer lo cotidiano con amor

Esa es su forma de actuar y a mí me viene bien que alguien haga algo por mí sin preguntarme sino, más bien, aprovechando las circunstancias. Una vez más la Mater ha sido muy tierna, hábil y fina en su forma al aprovechar esta ocasión para educarme otro poco en el camino de Dios. Y lo más lindo es que me toma de sorpresa y nunca me desilusiona. Por lo tanto no me quedó más que aceptar, abrí mi corazón y mi mente y desde ayer estoy recibiendo los regalos que Ella me quiera dar.

Asisto a las charlas del Padre Angel y comienzo a descubrir que lo cotidiano puede convertirse cada día en una mejor forma de amar a Dios: hacer lo cotidiano con amor y amar a Dios en lo cotidiano (se convierten en los dos pilares que forman la cruz: hacer lo cotidiano con amor será el madero horizontal; amar a Dios en lo cotidiano, el madero vertical). Y descubro una mejor forma de llevar esta cruz que me toca. Y para colocarla sobre mis hombros primero debo levantarla haciendo una fuerza hacia arriba y otra hacia adelante para avanzar (horizontal y vertical).

Yo invierto dando amor y esa entrega se me devuelve en fuerza que utilizo en soportar el peso de la cruz

Y se transforma en una tarea tan fácil que hasta la puede acarrear mi pequeña niña interior, aquella que Dios quiere que mantenga viva a lo largo de la vida, ya que Él la ama por su inocencia, su alegría y su sencillez. Y también mi parte de mujer madura se encarga de llevarla con la experiencia de vida que ha acumulado. Porque … para qué aprendemos cosas durante la vida si no las aplicamos? Hay momentos en que desearía que mi cruz no existiera. Otros, en que quisiera dejarla parada y olvidada en cualquier esquina de la vida. Creo que Dios quiere que yo conjugue todo lo que soy con mi experiencia de vida, le agregue buen humor, confianza y alegría a mi caminar. Ame a los que me rodean, ya que el negocio es bueno: yo invierto dando amor y esa entrega se me devuelve en fuerza que utilizo en soportar el peso de la cruz. Porque muchos, como voy descubriendo, pueden ayudarme a llevarla con su apoyo, alegría, amor y cariño. Es lo más lindo que podemos recoger si hemos sembrado con amor - así como, si hemos regado nuestro rosal, los pétalos de rosas adornarán nuestro camino -. Y todo sirve de gran ayuda. Lo único que definitivamente nunca podrá ocurrir es que otro cargue por completo con la cruz que, en este mundo, Dios permitió para mí.



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Last Update: 02.04.2004 Mail: Editor /Webmaster
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