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 published: 2004-04-08

‘El buen pastor da la vida por las ovejas’.

La película "La pasión de Cristo", de Mel Gibson, y la pasión de Jesús de Nazaret

Cruz en la Iglesia de Peregrinos, Schoenstatt

Cross in the Pilgrims' Church, Schönstatt

Kreuz in der Pilgerkirche, Schönstatt

Foto: POS Brehm © 2004

ROMA, P. Alberto Eronti. Casi todos los días los periódicos traen alguna noticia sobre el film "La pasión". En este momento, en los Estados Unidos, son más de 4.000 las salas en las que se proyecta; en Damasco (Siria) las 70 salas en las que se exhibe, dada la demanda, han tenido que agregar una función a las normales. A partir de mañana, Jueves Santo, se podrá ver la obra en 700 salas de toda Italia. El periódico católico "Avvenire" trae una guía para comprender lo que se proyecta en la pantalla: las últimas 12 horas de la vida pública de Jesús. No he visto la película, tampoco sé si iré a verla, siento como una especie de saturación sobre el tema, siento que se ha dicho tanto que ya no tiene sorpresas… ¿o sí?

Hace unos días recibí de regalo un libro del Cardenal Carlo M. Martíni; "El absurdo de Auschwitz y el misterio de la cruz". Los dos campos de concentración de aquella zona, dice el Cardenal, son manifestación del misterio y del poder del mal. Un poder que se desencadenó brutalmente sobre millones de personas inocentes. Lo que leo en la guía del "Avvenire" es que, Mel Gibson quiso hacer ver lo que significa el poder del mal, entendido como odio, furia, rencor, obstinación. El periodista afirma que lo pretendido se logró. El uso de los llamados efectos especiales, del "rallenty" y del "flash back", ayudan a vivir y sentir el sufrimiento que asume sobre sí el Hijo de Dios. Posiblemente la realidad externa de aquel acontecimiento no diste mucho de lo que muestra la película.

Una ofrenda voluntaria de sí mismo

Martíni afirma que en Auschwitz el sufrimiento de los internados fue inmenso, como un descenso al infierno del mal. Recordado la pasión de Jesús, dirá que por lo menos dos personas se asemejaron a Jesús y vivieron su pasión según el Maestro de Nazaret: Maximiliano Kolbe y Edith Stein. ¿En qué radica "lo diferente" en la pasión de Jesús y el film? ¿Qué hizo distintas las muertes de Maximiliano y Edith, del resto de los deportados? Creo que aquí está lo que difícilmente la película - calificada de "excelente" - pueda mostrar. Se trata del ofrecimiento de uno mismo. Lo radicalmente distinto de la muerte de Jesucristo, de Maximiliano, de Edith, es que hubo una ofrenda voluntaria de sí mismo. Entrega voluntaria para salvar. Salvar el mundo, salvar a un prisionero, salvar a Alemania…

No sé si ésta faceta aparece con claridad en el film. En ninguno de los artículos que he leído, ni en los comentarios que he oído aparece esta realidad única y esencial. La ofrenda de sí mismo es el camino que eligió conscientemente Jesús. Cito a Martíni: "Lo que pretendo resaltar de este texto es el aspecto paradójico: el buen pastor no es simplemente el que lleva a los pastos, el que defiende, el que guía, el que reúne (ver: Ez.34,11ss), sino el que ofrece su vida. El tema aparece cuatro veces (ver: Jn.10,1-18). ‘El buen pastor da la vida por las ovejas’. ‘Yo doy mi vida por las ovejas’. ‘El Padre me ama porque yo doy la vida’. ‘Soy yo quien la doy por mi propia voluntad". Es claro que el "apacentar", como se entendía habitualmente en la metáfora bíblica - ser rey, guía, buen maestro, responsable - queda superado, rebasado, con el tema del don de la vida. ¡El misterio de la cruz!

El misterio de la cruz que salva al mundo

Entre la imagen del pastor del Antiguo Testamento y la que aporta Jesús en el Evangelio según San Juan, hay una distancia abismal. "Se trata de una metáfora paradójica: su entrega es sacrificial, y en ella la figura del pastor se confunde con la del cordero inmolado que cumple un acto libre, por puro amor, no por necesidad ineludible, como por ejemplo la lucha del pastor con el lobo". Una vez más nos hallamos en el corazón de un misterio inefable. De hecho, Jesús ofrece la vida como víctima sacrificial, "dejando que el mal del mundo - el de cada uno, el colectivo y el mal ideológico - caiga, se desencadene contra él. Se ofrece indefenso a la vorágine del mal y lo asume sobre sí". "Así vence el mal a fuerza de bien, y su victoria no es, por tanto, aniquilación de los malvados (cf. 2 Tes.2,8), final de la maldad, como todos esperaban y como nosotros instintivamente esperamos. No es justicia vengativa, sino aceptación de las consecuencias del mal sobre sí mismo, para exterminarlo en el fuego de su amor y su perdón". ¡He aquí, el misterio de la cruz que salva al mundo! En el corazón mismo de la "gran semana", la más santa de todas, lo que celebramos es la realización para cada uno de nosotros de las palabras de Jesús: "Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos" (Jn.15,13). Dio la vida "por mí", por cada uno, para que podamos "aniquilar" en nosotros el mal y ser libres.

"Hoy he estado junto a ti al pie de la cruz..."

¿Qué papel desempeña María en el Gólgota? Pareciera que la película de Gibson aporta mucho y bueno en este sentido, pero ¿llegó él y llegan los espectadores al misterio de la Madre y Colaboradora? Edith Stein tiene un texto luminoso, el mismo Padre Kentenich usa palabras parecidas en algunos de sus escritos. Dice la santa, meditando sobre María: "Hoy he estado junto a ti al pie de la cruz y he sentido más claramente que nunca que fuiste hecha Madre nuestra junto a ella. ¡Cómo se afana el amor fiel de una madre terrena para llevar a cabo la última voluntad de su hijo! Tú eres la Esclava del Señor. El Ser y la Vida del Ungido de Dios delatan - porque es tuyo - tu ser y tu vida. Con él diste a luz a los tuyos en tu corazón, y con la sangre de sus dolores amargos has comprado nueva vida a cada hijo".

Deseo vivamente que "La pasión", si vamos a verla, nos ayude lo más posible a contemplar la pasión de Jesús de Nazaret. Pero lo que es ineludible es que vivamos el itinerario: Cenáculo-Pasión-Muerte-Resurrección, con y como María para que la ofrenda de ella misma a la voluntad del Hijo, nos abra a nosotros el corazón, para recibir y guardar el Amor que brota del costado abierto, y la Vida que brilla en la mañana del primer domingo de la nueva creación.

Con el deseo de una bendecida y santa Pascua 2004.

P. Alberto E. Eronti



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Last Update: 08.04.2004 Mail: Editor /Webmaster
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