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 published: 2004-04-08

Cuando un Padre de Schoenstatt llega al cielo

El Santuario Sión en Jaraguá, Brasil, está presente en Internet con noticias de la tierra y del cielo

El Santuario de Jaraguá, Brasil

The Shrine of Jaraguá, Brazil

Das Heiligtum in Jaraguá, Brasilien

 
 

Última foto del Padre Francisco Hoernle frente al Santuario de Sión de Jaraguá, SP, sacada en Enero de 2004, cuando celebró su última Misa con toda la Comunidad de los Padres reunida.

Last photo of Father Francisco Hoernle, on front of the Sion of Jaraguá Shrine, taken in January 2004, when he celebrated his last Mass with the entire community of the Schoenstatt Fathers

Letztes Foto von Pater Franz Hörnle, vor dem Heiligtum Sion-Jaraguá, aufgenommen im Januar 2004, als er zum letzten Mal mit der gesamten Patres-Gemeinschaft die heilige Messe feierte

 
 

El Padre Antonio Maria Borges, el Padre cantante

Father Antonio Maria Borges, the Singer

Pater Antonio Maria Borges: Evangelisierung durch Singen

 
 

Siempre con la Peregrina

Always with the Pilgrim MTA

Immer mit der Pilgernden Gottesmutter

 

Centro de Retiro, Jaraguá

Retreat House, Jaraguá

Tagungshaus in Jaraguá

Fotos: www.santuariojaragua.com.br

 

 

 

BRASIL, Marcela Mas. El Santuario Sión de Jaraguá tiene su página web, www.santuariodojaragua.hpg.ig.com.br/, que les aconsejamos visitar por la cantidad de información que ofrece sobre temas muy variados. La última noticia en esta página es sobre la muerte del Padre Francisco Hörnle, de 90 años, que dedicó muchos años de su vida al trabajo con la Campaña de la Virgen Peregrina.

El Santuario de Sión, bendecido el 31 de mayo de 1969, se encuentra situado en el barrio de Jaraguá, en la ciudad de San Pablo. Cerca del Santuario, hay una casa de retiros que ofrece lugar a cursos o grupos, ubicada en las afueras de San Pablo, pero de fácil acceso. El Santuario de Jaraguá es un Santuario muy animado, contando incluso con la presencia del Padre Cantor, Padre Antonio Maria Borges.

Uno de los sitios que ofrece, por ejemplo, está dedicado al Padre Antonio María, sacerdote brasilero, muy ingenioso, quien destaca por la forma particular que utiliza para evangelizar. El Padre Antonio María nació en Río de Janeiro como Antonio Moreira Borges el 17 de agosto de 1945. Después de su ordenación asumió a María como madre y por eso decidió también adoptar su nombre. Él mismo comenta: "Evangelizo cantando porque creo que Dios me dio esa misión. Canto y rezo para los Padres porque creo en su misión divina de llevar hijos a Dios. A ellos la gratitud de alimentarnos en la fe".

"¡Bienvenido, Padre Franz!"

En la última actualización de esta página vemos que está de luto por la muerte del Padre Francisco Hoernle, más conocido como el Padre Franz, el 20 de marzo recién pasado. El Padre Antonio María (recién mencionado) celebró la misa de despedida y, en su prédica, se imagina la llegada del Padre Franz al cielo, de esta manera:

Queridos hermanos padres,
Queridos fieles, Hermanos y Hermanas,

Me imagino la llegada del Padre Franz al cielo, ayer sábado, día dedicado a la Santísima Virgen.

Un señor, abriendo la puerta, le dice:

  • - ¡Bienvenido, Padre Franz!
  • - ¡Gracias!

Y, como hacía siempre que se encontraba con alguien, el Padre Franz pregunta:

  • - ¿Cuál es su nombre?
  • - Soy Pedro, Padre.

El Padre Franz de inmediato hace su segunda pregunta típica:

  • - ¿Qué edad tiene?

Antes de que San Pedro pueda responder, un angelito pasa por ahí y le hace al Padre Franz la misma pregunta que él hacía ante la muerte de alguien:

  • - ¿De qué murió?
  • - Ah, sí!!! - responde el Padre Franz. de lo más orgulloso – ¡morí de felicidad porque viví de amor!

En realidad, esa fue la "causa mortis": Vivió de amor y murió de amor. Noventa años de vida. Casi 50 años de sacerdocio. Amor-Amor-Amor. Murió de amor a Dios y a la elección que éste hizo de él.

Murió de amor

Murió de amor a la Santísima Virgen. El Padre Franz recibió una estampa de la Madre y Reina tres veces Admirable de Schoenstatt regalada por una amiga de su tierra natal. Esa estampa lo acompañó siempre. En la guerra fue despojado de todo, menos de esta imagen, y aunque se la hubiesen quitado, no habrían logrado arrancársela de su corazón, consagrado a Ella por entero.

Murió de amor a dos grandes hombres, sus mayores maestros: San Vicente Pallotti y el Padre José Kentenich. El Padre Franz hizo todo para vivir la misión de esos dos grandes profetas y padres.

Murió de amor a la familia de Schoenstatt, a su tierra natal, a sus amigos. Todos aquí sabemos bien cuánto nos amó él … sí, el Padre Franz murió de amor.

En su humildad, el Padre Franz, a veces, acudió a mí para el sacramento de la penitencia. Sólo puedo decir que fue un hombre de un gran amor y su mayor preocupación era la de faltar al amor de Dios.

Encuentro de aliados y amigos

Hermanos, volvamos nuestra mirada al cielo, adonde ayer llegó el Padre Franz. Luego de haber sido recibido por San Pedro, fue conducido también, cariñosamente, por él.

  • - ¡Adelante, Padre Franz, pase, hay una recepción especial para usted!

Allí, en una salita, del tamaño y la forma de la capillita de San Miguel, en el valle de Schoenstatt, estaba la Mater vestida con sus mejores galas: vestido del color del amor, manto azul y velo blanco. Ella lo recibió, muy delicadamente, hablando en alemán.

La Madre sabe hablar todas las leguas:

  • - ¡Bienvenido Padre Franz, hijo querido!

El Padre Franz ya estaba en casa. La Mater le presenta entonces al Padre Kentenich y conversan largamente en alemán.

San Vicente Palloti se aproxima luego y comienza a hablarle al Padre Franz (en italiano) refiriéndose a la Santísima Virgen:

  • - ¿No es bella mi amantísima madre María?
  • - ¡Sí, sí! Es bella nuestra amantísima madre María.

Como vemos, en pocos minutos al Padre Franz hasta aprendió a hablar italiano. En el cielo se aprende todo.

Se alegró mucho de ver a sus compañeros de seminario alemán, a los padres palotinos, a quienes apreciaba mucho.

Abrazó, con mucho cariño, a su hermano de curso, el Padre Celestino, y sus hermanos de la Región de Cristo: Padre Brás, Padre Rubens, Padre Máximo. Abrazó también a Fray Martino, Joao Pozzobon.

Afectuosamente, abrazó a sus padres, hermanos, sobrinos.

Qué alegría poder conocer personalmente a José Engling, Karl Leisner, la Hermana Emilia, Hans Wormer, Max Bruner, el Padre Reinisch, Gertraud von Buillon.

Se alegró mucho al ver a Leonor. Ella le dijo, sonriendo filialmente:

  • - Ahora sí, Padre Franz, está usted en el Monte del Padre.

Depende...

Y la conversación no acababa nunca. Entonces la Madre se le acerca y, hablando bien bajito – porque ahora el Padre Franz oye bien, sin necesidad de audífono - le pregunta:

  • - Franz, ¿no quieres ver a Jesús?

¿Saben, mis hermanos, lo que respondió él? Otra de sus respuestas típicas:

  • - Depende.
  • - ¿Y de qué depende, Franz ?

A lo que el Padre Franz responde:

  • - Si Él me dice que puedo seguir trabajando en la construcción de un mundo nuevo, a partir del hombre nuevo... ¡voy!
  • - Claro que puedes, hijo mío.
  • - ¿Puedo ser, aquí en el cielo, intercesor de todas las personas que amé en la tierra?
  • - Por supuesto que sí.

Cuando se dirigía al trono del Cordero, el Padre Franz se encontró con muchos santos. Uno de ellos se le aproximó. Era San Cristóbal, quien le dio sus más sinceros votos … Un santo no tan cercano al Padre Franz pero que, con toda certeza, tuvo siempre su mano protectora sobre él. Dice San Cristóbal:

  • - Padre, le tengo un regalo especial… un auto celestial cero Km. Ni bien termine de hablar con el Maestro, búsqueme.

El Padre Franz abraza a Jesús. Fue su abrazo más tierno y prolongado. Después busca a San Cristóbal. El Padre Franz ya está con el pie en el acelerador, en el Cielo, hacia nuevos viajes apostólicos. Ahora acelera más aún, trabajando por nuestra salvación, por la Familia de Schoenstatt, por las vocaciones, por el clero, por la Iglesia. Acelerando porque, "Caritas Christi urget" (el amor de Cristo urge). ¡Gracias Padre Franz ! Acelera y ayúdanos a acelerar el proceso de nuestra santificación. Su ejemplo es un incentivo para todos nosotros. Amén."

El Padre Francisco fue sepultado el 21 de marzo en el Cementerio de los Padres, junto al Santuario de Jaraguá.

Ahora, el Santuario Sión de Jaraguá - hablando en el idioma cibernauta - cuenta con un "enlace" directo al cielo...

 Visite: www.santuariodojaragua.hpg.ig.com.br/



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