Un ramo de flores para la MTA: el neo-sacerdote, P. Juan Barbudo Sepúlveda A bouquet of flowers for the MTA: the newly ordained Father Juan Barbudo Sepúlveda Ein Blumenstrauß für die MTA: der Neupriester P. Juan Barbudo Sepúlveda
El Obispo Auxiliar de Madrid en camino al Santuario de Pozuelo The Auxiliary Bishop of Madrid on the way to the Shrine in Pozuelo Der Weihbischof von Madrid auf dem Weg zum Heiligtum in Pozuelo
Procesión al Santuario Procession to the Shrine Prozession zum Heiligtum Fotos: Diez León © 2004

ESPAÑA, Mar Diez León. La Familia de Schoenstatt de Madrid ha asistido el sábado 24 de abril a la emocionante Ordenación Sacerdotal del Padre Juan Barbudo Sepúlveda, por manos del Obispo Auxiliar de Madrid, Mons. D. Cesar Augusto Franco.

Unas quinientas personas, entre los que se encontraban sus padres, hermanos, amigos, compañeros de curso de Portugal, Chile y Alemania, así como numerosos miembros de la Familia de Schoenstatt, se dieron cita en el Santuario de Pozuelo a las 11.00 horas el sábado 24 de abril, para acompañar emocionados a esta nueva incorporación al Instituto de los Padres de Schoenstatt de la Familia en España. El neo sacerdote veía así cumplida su vocación en grado máximo y recibía del Obispo Auxiliar de Madrid, la imposición de manos del sacramento del Orden sagrado.

"No temas, yo te he elegido"

En una cuidada ceremonia, el aún Diácono eligió las lecturas que más representaban la historia personal de su vocación. En la primera, Isaías dice así " El Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido, me ha enviado a dar (...) alegría en vez de espíritu abatido". En el Salmo cantado en inglés por el coro formado por las juventudes masculina y femenina de Madrid, Isaías de nuevo dice: "No temas, yo te he elegido. Te he llamado por tu nombre, eres mío". Y en el Evangelio de la Visitación, María da su SI y canta el Magnificat. Todas ellas hablan de la disponibilidad absoluta y del SÍ generoso y entregado del futuro Padre.

Tras la homilía, el hasta entonces Diácono, se postró en el suelo mientras se recitaban las letanías de los santos. Posteriormente, el Obispo Auxiliar realizó el rito de la imposición de las manos, entrega de la casulla, la estola, el cáliz y la patena. Desde ese momento el Padre Juan Barbudo Sepúlveda formó parte de los concelebrantes en el altar junto con otros treinta sacerdotes.

Dos ramos de flores

Finalizada la ceremonia, el Padre Juan agradeció emocionado todo lo que había sido un regalo para su vida y su vocación. Agradeció al buen Dios por llamarle a tan excelsa vocación, a sus padres por la vida recibida y la educación, a sus hermanos por todo lo compartido, a la Parroquia Alemana por encontrar allí su camino al sacerdocio y a todos los asistentes por acompañarlo en este día tan especial. El Centro de Peregrinos estalló en un emocionado aplauso cuando el neo sacerdote entregó como símbolo de gratitud un gran ramo de flores a su madre.

Peregrinamos al Santuario y el Padre Juan Barbudo Sepúlveda se consagró a la Mater, rezando la pequeña consagración y entregándole otro ramo de flores. Posteriormente bendijo a los presentes uno a uno cariñosamente y de una manera personalizada.

Una nueva primavera de la Iglesia

La Mater regaló un maravilloso día primaveral. Los 25 grados, el radiante sol y el renacer de los árboles y de la hiedra que cubre la fachada el Santuario, sirvieron para agradecer esta nueva incorporación de un miembro de la Familia de Madrid a la Iglesia local y universal: una nueva primavera de la Iglesia que se forma desde los Movimientos de renovación, tal y como lo pidió el Santo Padre en su visita a Madrid el pasado año. ¡Felicidades!.