Juventud del Padre de Schönstatt-Madrid Youth of the Father from Schoenstatt-Madrid Jugend des Gründers aus Schönstatt-Madrid
La bandera "Santuario vivo, testigo fiel del Padre", y la corona RTA The flag: "Living Shrine, faithful witness of the Father", and the RTA crown Banner "Lebendiges Heiligtum, treuer Zeuge des Vaters" und RTA-Krone
El grupo "culpable" de ir a Schoenstatt en Semana Santa, en la tumba del Padre The group "guilty" for going to Schoenstatt during Holy Week, in the Founder Chapel Die Gruppe, die schuld ist, dass man in der Karwoche nach Schönstatt fuhr, in der Gründerkapelle Fotos: Gutiérrez Navarrete © 2004
Fotos: © 2004

SCHOENSTATT/ESPAÑA, Pachu Gutiérrez Navarrete. La Juventud Femenina de Madrid ha vivido una experiencia nueva esta Semana Santa. Suelen celebrarla con un Retiro en algún lugar de la sierra de Madrid, pero esta vez no. La Semana Santa en Schoenstatt surgió a raíz del anhelo de uno de los grupos de la Juventud. Querían conocer los orígenes del Movimiento y conocer al Padre y Fundador con mayor profundidad. A partir de este anhelo surgió la idea de ir toda la Juventud, puesto que ésta ha crecido considerablemente en los últimos años y muchas de las chicas de la Juventud no conocían este "rinconcito de cielo", que es Schoenstatt.

El viaje comenzó con la motivación previa al mismo, en Semana Santa. Las chicas que habían ido en alguna o varias ocasiones a través de fotos y experiencias contadas, fueron transmitiendo el maravilloso misterio de Schoenstatt, de tal manera que todas esperaban ansiosamente la llegada del miércoles, día en el que partían hacia Alemania.

Un lugar santo

Escribe Pachu Gutiérrez Navarrete: "Desde el momento de la llegada a la Sonnenau (="Pradera de sol" casa de la Juventud Femenina), una extraña sensación se apoderaba de nosotras, sin duda estábamos en un lugar diferente, en un lugar santo. A pesar de lo tarde que llegamos, la Hna. Lisann nos estaba esperando con una sonrisa dulce para darnos la bienvenida. Posteriormente repartimos las habitaciones y nos fuimos a descansar, porque nos esperaban unos días intensos de oración, de emociones, de profundización y conocimiento personal y de grupo".

Durante los tres primeros días (Jueves, Viernes, Sábado Santo) relacionaron los tres primeros Hitos de Schoenstatt con cada día respectivamente. Esta propuesta les permitió conocer estas fechas, tan propias de la Familia, para vivir la Semana Santa con verdadero espíritu, participando activamente en la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

Pequeñas heroínas que puedan trasformar o mejorar el mundo

El Jueves Santo fue el día clave para conocer los pequeños rincones desde donde el Padre empezó a fundar lo que es ahora la Familia de Schoenstatt. Con el Primer Hito visitaron la Casa de los Palotinos, su escuela… el Santuario Original con la Primera Alianza… y las Cruces Negras, donde conocieron a los cinco héroes que entregaron sus vidas en la primera y segunda guerra mundial: José Engling, Hans Wormer, Max Brunner, P. Franz Reinisch, P. Alberto Eise.

El Viernes Santo fue para recordar. A pesar de relacionar este día con el Tercer Hito, hubo un clima de silencio y de reflexión. Eran conscientes de que moría Cristo por nuestros pecados, y permanecieron en silencio gran parte del día; una sensación de gozo y de calma se reflejaba en los rostros de las chicas. Jesús era el héroe por excelencia, había querido morir por nuestros pecados y ahora en ellas se reflejaba la necesidad de ser pequeñas heroínas que pudiesen trasformar o mejorar el mundo y llevar a cabo el lema de la Juventud Femenina "SANTUARIO VIVO, TESTIGO FIEL DEL PADRE". Por la tarde tuvieron la suerte de celebrar los oficios con las personas de habla hispana que se encontraban en Schoenstatt: Christián Julio, Marcela Más, Verónica Julio, de Chile; María, de las profesionales de España; dos familias de España y Portugal, con sus pequeños; chicas de la juventud de la Argentina y de México.

Sólo queda agradecer

El Sábado Santo transcurrió de una manera más relajada. Gran parte del día la dedicaron a reflexionar sobre la situación de la rama, los objetivos que querían conseguir. Hicieron una breve recapitulación de lo que había sido el año. Por la noche participaron en la Vigilia de Resurrección. Sigue diciendo Pachu: "Si hasta entonces se notaba en nosotras la presencia de Cristo, ahora esta imagen se multiplicaba. Al terminar la Vigilia tuvimos entretenimientos y "picoteo" para celebrar la Pascua".

El domingo acababa la convivencia. A pesar de las ganas de quedarse en Schoenstatt, el sentimiento de melancolía se apoderaba de todas, pues tenían que abandonar esta Tierra, el Terruño de Schoenstatt, a la Hermana Ana Teresa, y al querido seminarista Pato. También este día fue grandioso, pues, después de ir a despedirse del Padre, a su tumba, y de haber celebrado la Santa Misa, Maca, una chica de la Juventud, dio su Sí a María, selló su Alianza de Amor.

"Sólo queda agradecer – finaliza Pachu su relato – a las Hermanas de María en Alemania su hospitalidad, a la Hermana Ana Teresa, que aunque nos haya "abandonado" está con nosotras, al Padre Patricio, porque nos acogió como en España y con nosotras se vino a pasar unos días, y a todas las personas que fueron a pasar la Semana Santa allí, nos han hecho ver que ese Terruño es único. Y como no, a cada una de las chicas de la Juventud Femenina que nos han hecho ver que Schoenstatt es del Cielo, de la Mater y del Padre… ¡gracias!

Y por último, millones de gracias a la Mater, por acogernos como nos acoge cada día en nuestro Santuario, en su Santuario, y al Padre, por fundar lo que creemos, y por ser auténtico, ¡TODO LO PUEDE EN AQUEL QUE LE CONFORTA!"