Familias como portadores de la acción pastoral – un ofrecimiento a la IglesiaEl cardenal Sterzinsky, Berlín, promete un mayor compromiso en la pastoral de preparación al matrimonio canónico – el Dr. Hubertus Brantzen, miembro del Movimiento de familias de Schoenstatt, afirma: "Nosotros, matrimonios, estamos interpelados a poner nuestro conocimiento sobre el matrimonio y la familia, y estamos dispuesos a ello. |
Schoenstatt, mfk. "En realidad sólo hay un mensaje central de este Congreso," afirma Inge Haslinger, "y éste es completamente nuevo: No son familias que exijan más dinero al Estado para ayuda a los hijos y más plazas de jardín de infancia, o más apoyo por parte de la Iglesia, sino de matrimonios con empuje para poder aportar aún más su experiencia y potencial dentro de la Iglesia y la sociedad." Familias como portadores de la acción pastoral, así se llama el tema del segundo día de Congreso en el que participa el Cardenal Sterzinsky, arzobispo de Berlín, "obispo de las familias" en Alemania; y el cardenal encuentra a familias que son portadores de la acción pastoral. Familias que cuentan sus experiencias y que presentan sus proyectos pastorales al representante de la Conferencia Episcopal Alemana. La jornada comenzó con una misa de Emaús, una forma de integración, como pareja, dentro de la celebración eucarística de la "búsqueda de huellas" ("Búsqueda de huellas" es un método espiritual de ayuda para la reflexión y comprensión de la experiencia de Dios en el camino de vida, que consta de 4 momentos o pasos: recordar, contar, descubrir, responder). La misa comenzó en el Aula de Congresos. Allí el matrimonio Brantzen dio al cardenal Sterzinsky una cordial bienvenida al Congreso Europeo de Familias. Ya que sabe muy bien en qué medida el futuro de la Iglesia depende de que haya familias que vivan en el espíritu de Dios, el cardenal ha mostrado siempre un gran empeño dentro de la Conferencia Episcopal Alemana para establecer una sección "Matrimonio y Familia". Esa mañana el cardenal fue sobre todo un oyente que se dejó mostrar y decir por las familias lo que éstas pueden ofrecer a la Iglesia. Como matrimonio en camino con JesúsEl evangelio que habla sobre los discípulos de Emaús es el modelo bíblico para la búsqueda de huellas. Los hombres buscan a Dios, el encuentro con Él en la propia vida. Una vez que se había leído la primera parte del evangelio sobre la marcha hacia Emaús –la conversación de los discípulos sobre lo que les ocupaba interiormente, y el unirse y caminar de Jesús a su lado–, las parejas estaban invitadas, ella y él, como los dos discípulos, a realizar una caminata y llevar a cabo un intercambo sobre aquello que les había tocado de cerca y movido en esos días y semanas; ponerse en camino como matrimonio con Jesús. Un sol radiante, prados y árboles frutales en flor eran el marco ideal para esa marcha hacia Emaús. Una pareja se sentó sobre uno de los grandes bloques de piedra, otra estaba de pie pensando junto a la fuente, otra marchaba sobre los prados... Y mientras los sacerdotes ya esperaban en la Iglesia de la Adoración, los matrimonios iban entrando llenos de lo habían compartido entre sí. Jesús interpretó las experiencias de los discípulos de Emaús; en el sacramento del matrimonio, con Cristo en su centro, los matrimonios, pues, buscaban dar una interpretación, el uno al otro y juntos, a sus experiencias: en eso que nos mueve, żdónde intuimos las huellas de Dios, las huellas de su hermosura, de sus expectativas, de su obsequiarse, de su conducción y de sus interpelaciones a nosotros? Lo sondeado se convirtió en una petición hecha en silencio como matrimonio. Los discípulos de Emaús no soportaron más permanecer en la casa después de haber reconocido a Jesús, dijo el Cardenal Sterzinsky al finalizar la misa. "Lo que hemos vivenciado y experimentado, debe saberlo el mundo, entonces éste será distinto." Una pastoral sobre dos piesEl robustecer la fuerza y competencia educativa de la familia, como primer lugar de socialización, es el planteamiento que persigue el movimiento familiar de Schoenstatt. Es decir, no gritar al Estado o la Iglesia para que hagan algo por la familia (esto naturalmente también), sino comenzar en la familia, apoyar a las familias para que logren un perfil, que muestren modelos de convivencia, apoyar a las familias para que cada vez respondan mejor a la exigencia de ser la célula fundamental para el Estado, la sociedad, la Iglesia, para Europa. Bajo este aspecto, Maria Theresia y Hubertus Brantzen presentaron a las familias como portadores de la acción pastoral. Según los conferenciantes, se trata de "una pastoral sobre dos pies": por un lado la comunidad parroquial, por otro la familia; la familia como sujeto, como actor responable y autónomo dentro de la pastoral, no (sólo) como objeto de atención pastoral. Un nuevo pensar en la Iglesia y una nueva responsabilidad en la familia.En la praxis de las familias de Schoenstatt se han desarrollado formas de expresión para lo que es la realidad sacramental del matrimonio, el "ámbito interior" del matrimonio y la familia: un lugar santo (el Santuario Hogar) como espacio de sentido de la vivienda y de la casa, una vivencia total dentro de una abundancia de símbolos y procesos de vida que marcan el pensar, sentir, las emociones y motivaciones; búsqueda de huellas –en referencia al evangelio de Emaús– como proceso en el que confluyen lo cotidiano y Dios; la jarra –en la perspectiva del evangelio de las Bodas de Caná– como forma de enfrentar el dolor y la oscuridad, y como solidaridad con los otros; la imagen de la Sagrada Familia de Nazaret como signo de la permanente dignidad y significado de la familia. Todo esto que esta vivo en el espacio interior de la familia, se convierte en un potencial pastoral para la Iglesia. La Iglesia vive en el anuncio, la liturgia, la diaconía y la comunio (comunidad). En la pastoral, cuyo portador es la comunidad, se realiza esa vida en la predicación y la catequesis, en la celebración y los sacramentos, en la preocupación por los enfermos y débiles, y en la vivencia del pueblo de Dios. En la pastoral, cuyo portador son las familias, el anuncio se realiza a través de la búsqueda de huellas y la liturgia alrededor del Santuario Hogar; la diaconía en la preocupación por los demás (jarra) y la comunio en el mantenimiento de la unidad de la familia (Sagrada Familia). Una pastoral sobre dos pies significa entonces: la Iglesia promociona a la familia, pero también la familia realiza su aportación en la Iglesia. żY cómo? Un diluvio de proyectos de pastoral de familiasLo que viene tras la conferencia, son momentos del Espíritu Santo. Todo comienza de forma absolutamente inocente con la invitación de aportar preguntas y experiencias; la primera intervención define perfectamente el deseo esencial: si la familia es tan importante, żno debe hacerse más en la preparación al matrimonio, no debe exigir la Iglesia más de los que se casan por la Iglesia? EL cardenal Sterzinsky recoge el deseo, menciona los múltiples esfuerzos de la Conferencia Episcopal y de las diócesis en este sentido y promete un mayor compromiso por parte de la Iglesia en la preparación al matrimonio. A esto dice el Dr. Brantzen: "Nosotros, los matrimonios, estamos interpelados a aportar nuestro conocimiento práctico acerca del matrimonio y la familia, y estamos dispuestos a ello; no queremos decir únicamente que la Iglesia tiene que hacer más, sino que queremos acudir a los párrocos, ofreciéndoles nuestra ayuda en la pastoral de preparación al matrimonio." Entonces, a lo dicho, de repente y sin parar, le sigue no –precisamente no– una exigencia tras otra a la Iglesia, sino un proyecto tras otro que espontáneamente son presentados por matrimonios: colaboración en los seminarios de preparación matrimonial en Eichsfeld; seminarios de amistad en conexión con los movimientos de juventudes en Austria; preparación al matrimonio y acompañamiento posterior en Manchester; Proyecto del Santuario Hogar con 4500 alumnos en Escocia charlas en los hogares en la diócesis de Augsburgo, etc. Lo que en ese momento no se articuló, encontró lugar por la tarde en los talleres: Santuario Hogar en muchas facetas, charlas los lunes por la noche, trabajo con monaguillos desde el Santuario, preparación al matrimonio, catequesis de confirmación, preparación a la comunión, diversos modos de apostolado parroquial a manera del "pescador de hombres" y muchas otras cosas más; hacer una selección de entre todo es difícil. El amplio espectro se cierra con la tarde-noche llamada testimonio y envío: se trata de ser como matrimonio portadores de la acción pastoral con una tarea concreta, propia e inequívoca. Traducción: Esteban Santori, Alemania |
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Last Update: 30.06.2004
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