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 published: 2004-02-27

Hazte presente

"ADSIS, una presencia fraterna y solidaria, entre los jóvenes y los pobres" Espiritualidad y misión de un Movimiento Eclesial fundado en 1964

Logotipo del Movimiento ADSIS

Logo of the ADSIS Movement

Logo der ADSIS-Bewegung

 
 

Miembros del Movimiento en la Asemblea General

Members of the Movement in the General Convention

Mitglieder der Bewegung bei der Generalversammlung

 
 

Capilla de Escolumbre

Chapel of Escolumbre

Kapelle von Escolumbre

 
 

Celebración en Escolumbre

Celebration in Escolumbre

Feier in Escolumbre

 
 

Virgen de Escolumbre

Our Lady of Escolumbre

Gottesmutter von Escolumbre

Fotos: www.adsis.org © 2004

 

 

 

ROMA, P. Alberto Eronti. "Si un Movimiento es obra del Espíritu Santo, no va a ser tan distinto a los otros Movimientos que no sea posible cooperar". Así comunicó uno de los iniciadores del encuentro de los Movimientos y Comunidades "Juntos por Europa" sus expectativas de lo que seguirá al gran acontecimiento. Se trata de conocer la espiritualidad, la misión, el carisma de los muchos Movimientos que nacieron en la Iglesia del siglo del Concilio Vaticano II. Uno de ellos es "ADSIS", "una presencia fraterna y solidaria, entre los jóvenes y los pobres", fundado en España en el año 1964.

Tras una etapa en la que he ido tomando contacto con los Movimientos de Iglesia más conocidos, poco a poco fui relacionándome con otros más recientes. Hoy querría compartir la experiencia del encuentro con el Movimiento "ADSIS, una presencia fraterna y solidaria, entre los jóvenes y los pobres".

Como una familia

Supe de la presencia de "ADSIS" en Roma a inicios de febrero; nueve días más tarde conocí a los dos representantes del Movimiento que participaron en la reunión del Pontificio Consejo para los Laicos. Tras los saludos y las presentaciones, rápidamente concretamos una fecha para que yo los visitara en una de las dos casas que tienen hoy en la Vicaría.

El lunes 23 de febrero a la hora indicada, llamaba a la puerta. El Padre Angel me recibió con alegría y cordialidad. Como los miembros de la comunidad de la casa tardarían algo más de una hora en llegar, me invitó a caminar por el parque cercano mientras conversábamos e íbamos conociéndonos el uno del otro y también los respectivos Movimientos. Apenas regresamos a la casa fueron llegando los miembros que almorzarían: un matrimonio y sus dos pequeñas hijas; el otro miembro de la casa, una joven, no podría llegar por razones de trabajo. Comencé a vivir una experiencia del todo particular: estaba en la casa de un Movimiento de Iglesia al que quería conocer y la experiencia más novedosa para mí (aunque no es la única en la Iglesia, desde luego) era participar de una comunidad de techo y mesa en la que un matrimonio y sus hijas, viven, trabajan, rezan y crecen junto a un sacerdote, a una joven y, hasta hacía poco, también un seminarista que acaba de terminar sus estudios. El diálogo fue abierto, directo, franco y muy ameno. Lo sencillo de su modo de ser, la naturalidad con que se manifiestan y su alegre adhesión a la vocación Adsis, me impactó muchísimo. Cuando el Padre Angel me comentó: "No imaginas lo que sufrí hasta que logramos dar con la escuela para las niñas", me di cuenta de la familia que son y como el ser y vivir de cada uno revierte sobre el otro.

Surgieron a la sombra de Escolumbe, Santuario Mariano en el país Vasco

Escribo ahora una síntesis de lo hablado, durante el paseo, con el Padre Angel Alba, responsable de Adsis-Roma.

El Movimiento nació en 1964, cuando el Concilio Vaticano II abría las puertas y ventanas de la Iglesia, permitiendo al Espíritu "caminar en novedad", como dicen ellos. ADSIS nació de una renovada pasión por la "profecía y el servicio de aquellos que están más lejos, especialmente los jóvenes y los pobres". El carisma vocacional está señalado por la palabra Adsis: "hazte presente". Inicialmente trabajaron con grupos de jóvenes, para ir ampliando después su apostolado dado que la Providencia les mostró también el camino hacia los "más necesitados". Poco a poco Adsis devino en un Movimiento comunitariamente adulto y probado, hasta ser reconocido por la Iglesia como "Asociación Internacional de Fieles". Surgieron a la sombra de Escolumbe, bello Santuario Mariano en el valle de Cuartango, en el país Vasco, España. Desde entonces la Virgen ofrece a muchos jóvenes un camino y una comunidad en la cual vivir la fe en perspectiva adulta. En el transcurso de los años, la "Comunidad Adsis" junto con la "Asociación Adsis", "Voluntarios" y "Cooperadores", se ha hecho presente en ambientes de pobreza y marginalidad, desarrollando múltiples servicios solidarios. En las diócesis donde están presentes Adsis colabora con la Iglesia mediante encargos pastorales y sociales.

Ámbito de vida común

La "Comunidad Adsis" no es sólo sujeto de actividad, es sobre todo ámbito de vida común, de comunicación y transmisión de fe, de acogimiento y espíritu evangélico. Hombres y mujeres – se llaman hermanos y hermanas – constituyen una comunidad y viven en común. Mediante sus casas, la Comunidad se hace presente de manera significativa ahí donde hay necesidad de reconocimiento, ayuda y promoción humana. Anhelan ser una presencia humilde y profética de Jesús a través del servicio en una "Iglesia samaritana". Las casas de la "Comunidad" son los puntos de referencia de todo el Movimiento y sus diversos modos de compromiso y pertenencia.

En la presencia del Padre

El ritmo de la vida espiritual lo definen de esta manera: "En la presencia del Padre, interioridad Adsis". Por ello acentúan la oración personal y comunitaria, buscando descubrir la voluntad de Dios para cada uno y para la familia de la casa, y profundizar en el sentido cristiano de sus vidas. Alientan la recepción de los Sacramentos del tiempo itinerante: Penitencia, Eucaristía y Unción de los Enfermos, como los vocacionales: Matrimonio y Orden Sagrado. De esta manera afirman los Sacramentos de identidad: Bautismo y Confirmación. En la presencia entre los jóvenes y los pobres, buscan ser hermanos de Jesús y siervos solidarios de los necesitados. Quieren ser signos de la misericordia y de la lucha por la justicia, sobre todo ahí donde los jóvenes y los pobres están más marginados. En la vida comunitaria los hermanos y hermanas son "el cuerpo" del Señor. Todos son responsables del crecimiento en la fe y la vocación del otro y de los otros. Tienen comunidad de techo y mesa, compartiendo así la Palabra y el Pan. Tienen comunidad de bienes y de necesidades y abren sus casas para acoger al "hermano que llega". Todos tienen un trabajo rentado para su sustento y el de la Comunidad.

Campos de trabajo

Los proyectos en marcha: la "Comunidad Adsis" y la "Asociación Adsis", colaboran pastoralmente en las parroquias, en los proyectos juveniles, en las acciones sociales de las diócesis; como también en el campo de la pastoral universitaria. Muchas de las obras las sustentan desde la "Fundación Adsis", por los "Voluntarios"" y los "Cooperadores". En los países menos desarrollados han penetrado en otras áreas, como ser: orientación laboral, profesional, búsqueda de trabajo, inmigrantes, etc.

El Movimiento está formado por unos 350 miembros comprometidos totalmente ("Comunidad Adsis") y algo más de 2.000 en los otros círculos de pertenencia. La "Fundación" hace que los simpatizantes sean numerosos y que sostengan muchos proyectos. La casa central está en Madrid y tienen otras 11 en España. Han fundado ya en: Italia, la Argentina, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay. Pero están mirando más lejos, sienten que la Providencia les abre otros horizontes y se prepararan para ello.

Lo que tenemos común

Tras despedirme y mientras emprendía el retorno a mi casa, definía la sensación que me embargaba: ¡qué ocurrente es el espíritu! ¡Cuán inimaginables son sus caminos y sus respuestas! En la Iglesia hay muchas Comunidades que están desapareciendo, pero impresiona ver cómo el Espíritu suscita nuevos impulsos vitales. Sentí que teníamos algunos puntos en común, como ser: la importancia de la casa y la comunidad como familia, la presencia de Dios Padre, la fe en la conducción del Dios Providente, que nacieran de un Santuario Mariano en un valle… Fue una hermosa experiencia eclesial y fraterna, en ningún momento me sentí extraño, lo que prueba que viven su misión.

Más: http://www.adsis.org


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Last Update: 01.03.2004 Mail: Editor /Webmaster
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