El P. Pablo Mullín con los misioneros de Diamante Fr.Pablo Mullín with the missionaries of Diamante P. Pablo Mullín mit den Missionaren von Diamante
Despedida emotiva Farewell with joy and tears Stürmischer Abschied
Misioneros jovenes Youth missionaries Jugendliche als Missionare
Entrada de la bandera Entrance of the flag Einzug mit der Landesfahne
El P. Pablo Mullín en una charla Fr. Pablo Mullín giving a talk Vortrag von P. Pablo Mullín
Recuerdo de la misión 2004 Souvenir of the mission 2004 Erinnerung an die Mission 2004
Oración de la misión Mission prayer Missionsgebet Fotos: Ríos © 2004

ARGENTINA, Tita y Héctor Ríos/Leonardo y Gaby Della Motta. Fueron muchos los que se unieron en oración, a pesar de la distancia, con los más de 50 misioneros de La Plata, quienes entre el 26 de enero y el 1 de febrero volvieron a Diamante, una tranquila ciudad de la Provincia de Entre Ríos, a unos 500 Km. de La Plata. "Si tan sólo pudiéramos reflejar con palabras una mínima parte de la alegría que tenemos todos por los frutos recogidos, producto de la entrega de cada uno de los misioneros, nos daríamos por satisfechos", escriben Leonardo y Gaby Della Motta, al regresar a La Plata.

Fueron, en una vinculación profunda mutua, tres grupos involucrados en estas misiones familiares: los misioneros de La Plata, jóvenes y matrimonios; los que les acompañaron con sus oraciones no sólo desde La Plata sino de varios lugares de Argentina, desde España y Alemania; y los diamantinos, como se los llama a los pobladores de este lugar. "La alegría con que éramos recibidos en los hogares, al punto de ser recibidos en muchos de ellos con el recuerdo del propio nombre del misionero, es otra muestra de que valió el esfuerzo realizado", cuentan Leonardo y Gaby Della Motta, uno de los matrimonios responsables de la misión. "La participación de los propios diamantinos en las distintas actividades, es otro motivo de agradecimiento de nuestra parte".

Al final de cada día, en la oración de la noche, se mencionan a todos los que rezaron por el éxito de las misiones uniéndose espiritualmente en comunión con todos los misioneros. "Durante la semana de misión, se pudo comprobar en cada uno de los hechos sucedidos la comunión de quienes participan de una manera u otra de la misma.

Cuando cada noche se lee la nómina de las personas que están rezando, basta con ver la cara de los jóvenes sobre todo, para verificar la importancia que cada uno le da. Ni que hablar de aquellos que escuchan los nombres de sus propios padres, familiares y amigos. El clima de espiritualidad se profundizó a cada momento, sobre todo en horas de la noche con motivo de la oración de cierre del día. Éstas estuvieron cargadas constantemente de un profundo sentido de comunión con Dios, con la Mater y con cada uno de nosotros".

Conservaban recuerdos de la misión del año pasado

Cuando comenzó la misión, los propios diamantinos no se imaginaban el avivamiento espiritual que ésta tendría. La prueba fue que en la misa de clausura, con las naves del templo en honor a San Cipriano totalmente colmadas, los asistentes fueron casi el doble que en la ceremonia inaugural.

"Con fe, esperanza y amor, anímense a formar y estrechar vínculos con los vecinos de al lado, de enfrente, de toda al cuadra, visitando ancianos, enfermos...!!!", decía el Padre Pablo Mullín, del Instituto de Padres de Schoenstatt, en uno de sus párrafos de la homilía final, con la fuerza del Espíritu Santo llegando sin duda al corazón de todos los presentes.

En la visita a los hogares se vio con gran agrado que había familias que conservaban recuerdos de la misión del año pasado, además de que prácticamente el cien por cien de los niños son bautizados. Esto permitió una buena base al desarrollar en cada visita el tema "Denle ustedes de comer", inspirado en el lema del Congreso Eucarístico de este año a celebrarse en Corrientes. "Verificar que luego de haber realizado la anterior misión en la misma ciudad, al menos un hogar misionado (y fueron muchos más) sufrió una transformación, hace que nos demos cuenta de que todo valió la pena", comentan Leonardo y Gaby Della Motta en su carta de agradecimiento a los que los acompañaron con su oración.

Ya tienen el lugar de una futura ermita

El Padre Pablo, en diálogo con el grupo de misioneras de la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina de Schoenstatt, instó a la comunidad a continuar este esfuerzo emprendido por 6 matrimonios de La Plata, acompañados por 50 jóvenes que se alojaron en la escuela Alberdi. La Campaña en Diamante, orientada desde Paraná, está en sus comienzos pero entusiastamente ya tienen el lugar y los planos para hacer una ermita en un importante cruce de ruta cercano e, incentivados por este empuje misional, se propusieron doblar el número en la Campaña del Rosario, lo que llevaría a 30 misioneros que seguirán haciendo crecer estas semillas sembradas estos días.

No sólo el mensaje espiritual y mariano estuvo presente, sino también un momento muy emotivo cuando el matrimonio Della Motta entregó a la directora de la escuela Alberdi una hermosa bandera argentina de ceremonia que presidió la entrada junto a los sacerdotes y a la Peregrina Auxiliar, y que quedará como fiel testimonio del paso de estos hermanos schoenstattianos llegados a Diamante desde más de 500 kilómetros, allá en La Plata, Buenos Aires.

"En fin... podríamos llenar páginas y páginas con expresiones de alegría, asombro y gratitud!".