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 published: 2004-02-05

Un centro de irradiación de la fe

Cumplió veinte años un Santuario de Schoenstatt con una historia única: el Santuario Magnificat en Hatillo, Puerto Rico

Trabajando en la remodelación del Santuario Magnificat

Working in the renovation of the Magnificat Shrine and its surroundings

Verschönerungsarbeiten rund ums Magnificat-Heiligtum

 
 

Cientos de peregrinos subiendo hacia el Santuario, 1 de febrero de 2004

Hundreds of pilgrims on the way to the Shrine, February 1, 2004

Hunderte von Pilgern auf dem Weg zum Heiligtum, 1. Februar 2004

 
 

Veinte años del Santuario en Hatillo

Twentieth anniversary of the Shrine in Hatillo

Zwanzig Jahre Heiligtum in Hatillo

 
 

Cuarenta horas de adoración

Fourty hours of adoration

Zur Vorbereitung gab es eine 40-Stunden-Anbetung

 
 

La Cruz de la Unidad en el Santuario

The Unity Cross in the Shrine

Das Kreuz der Einheit im Heiligtum

 

También colaboraron muchos niños

Also many children co-operated

Auch viele Kinder gaben ihren Beitrag

 
 

Trabajador dando los últimos toques

The last details... few hours before the celebration

Die letzten Handgriffe kurz vor der Feier

 
 

Frente a la tumba del Padre Aníbal

At the tomb of Fr. Aníbal

Am Grab von Pater Aníbal

Fotos: Santiago Monge © 2004

 

 

 

Puerto Rico – Marta Santiago Monge. El 2 de febrero se celebró el vigésimo aniversario el Santuario Magnificat en Hatillo, Puerto Rico. Este Santuario fue construido por una comunidad sacerdotal contemplativa: "Los Esclavos de la Eucaristía y de la Virgen María". Esta Comunidad fue fundada por el Padre Aníbal Reyes y reconoce como su "fuente vital" la Alianza de Amor con la Virgen de Schoenstatt en el Santuario. La Comunidad cuenta hoy con nueve sacerdotes, un diácono y dos estudiantes. Dentro del predio, en lo alto de un pequeño monte, han construido el Santuario de la MTA. Para la Familia de Schoenstatt en Puerto Rico, el 2 de febrero se ha transformado en un gran acontecimiento que atrae a cientos de peregrinos de todas partes de la isla para dar gracias a Dios, a la Mater, al Padre Fundador José Kentenich y al fundador de los Padres Esclavos de la Eucaristía y de María Virgen, el Padre Aníbal José de María S.E.M.V. por todas las gracias recibidas a lo largo de estos años.

El pasado domingo 1º de febrero de 2004 la Familia de Schoenstatt de Puerto Rico celebró con gran alegría y júbilo el vigésimo aniversario de la bendición del Santuario Magnificat, bendecido el 2 de febrero de 1984 en el barrio Campo Alegre de Hatillo, PR. En esta ocasión el Obispo Mons. Iñaki Mallona presidió la Misa.

Cientos de peregrinos subieron al Santuario

Terminada la Eucaristía todos los peregrinos subieron hacia el Santuario junto al Obispo, los padres Esclavos, sacerdotes invitados, Hermanas Marianas y seminaristas para entregarle a la Mater la remodelación del "rinconcito predilecto" - el Santuario y sus alrededores - y darle gracias al Dios Trino por las maravillas que sigue haciendo en sus hijos más pequeños. Fue en este Santuario donde el obispo consagró la porción del pueblo de Dios que le fue encomendada como pastor de la Diócesis de Arecibo.

En esta renovación de entrega filial a la MTA los padres Esclavos y la Familia de Schoenstatt pidieron por la fecundidad espiritual y apostólica del Movimiento. Que este Santuario del Magnificat se transforme más y más en centro de espiritualidad para la Iglesia, un centro de Adoración, escuela de vida mariana y eucarística, cenáculo de líderes capaces de irradiar la vida y los ideales de Schoenstatt.

La adoración, misterio de pequeñez

Si todos los presentes experimentaron el amor maternal de la Mater fue por la entrega de muchos hijitos que trabajaron afanosamente, dando de su tiempo, talento y sobre todo ofreciendo mucho capital de gracias en los pasados meses. Los padres Esclavos junto a los feligreses y peregrinos se prepararon ofreciendo 40 horas de adoración frente al Santísimo. El Padre Aníbal decía: "El misterio de la Eucaristía es un misterio de pequeñez... Él siendo infinito se hizo pequeño"

Sin duda alguna es en la adoración, en el silencio vivo, en el fuego de su mirada de amor donde se pueden ofrecer con alegría todas las preocupaciones, debilidades o enfermedades. La Mater conduce a esa fuente donde brota el agua viva: Jesús. "No nos cansaremos de darle gracias a Dios por el gran regalo de Schoenstatt. En un solo corazón y con una sola alma tuvimos la oportunidad de renovar la Alianza de Amor con que nos hemos consagrado por las manos purísimas de nuestra Madre, Reina y Vencedora a la Santísima Trinidad" manifestaron los participantes en la ceremonia.

"Todo para Schoenstatt; Schoenstatt para la Iglesia; la Iglesia para la Trinidad". PK

Ver también: La Alianza de Amor con la Virgen de Schoenstatt en el Santuario, fuente vital para una Comunidad puertorriqueña
Más información sobre los Padres Esclavos


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Last Update: 05.02.2004 Mail: Editor /Webmaster
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