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 published: 2004-01-07

¡Esto no me lo pierdo!

Serenata navideña en Liebfrauenhöhe

Villancicos en la Iglesia de la Coronación, Liebfrauenhöhe, Alemania

Christmas carols in the Crowning Church, Liebfrauenhöhe, Germany

Weihnachtssingen in der Krönungskirche, Liebfrauenhöhe

 
 

Qué regalo de Navidad: Una iglesia colmada de chicos...

What a Christmas gift: A church packed with children…

Was für ein Weihnachtsgeschenk: ein Kirche voller Kinder

 
 

Un encuentro con Jesús

An encounter with Jesus

Eine Begegnung mit Jesus

 
 

Recuerdo: una foto del pesebre

Souvenir. A photo of the crèche

Zur Erinnerung ein Krippenfoto

Fotos: Frenzl © 2004

 

 

 

ALEMANIA, jmk. ¡Esto no me lo pierdo!, dijo un hombre joven que el 28 de diciembre, Fiesta de la Sagrada Familia, estuvo presente en el concierto navideño en Liebfrauenhöhe. Ya el año pasado había estado allí. Cerca de setecientas cincuenta personas aceptaron la invitación de las Hermanas de María y llegaron hasta el pesebre de la Iglesia de la Coronación

Ya 45 minutos antes del comienzo comenzó el "aluvión de gente": muchísimos niños, pero también adultos, familias y personas solas. Todos se pusieron en marcha hacia el Niño en el pesebre, como los pastores en aquel tiempo. La Hna. M. Diethelma y el conjunto instrumental se preocuparon por la música navideña, para que todos pudieran cantar. "Alle Jahre wieder" y "Süßer die Glocken nie klingen" no sólo resonaron en las gargantas de los niños. También los adultos cantaron con fuerza, a tal punto que un visitante dijo después: "Fue impresionante como muchos hombres cantaron a todo pulmón". Y una joven mujer añadió: "Me impresionaron las canciones y la música de las Hermanas. De ellas salía una auténtica luz".

Se hizo silencio en la iglesia, cuando la Hna. Monike contó el cuento del pastor que iba hacia Belén apoyándose en sus bastones, y regresó a sus ovejas sin ellos y caminando perfectamente. ¡Él experimentó el milagro de Nochebuena, con el Niño en el pesebre! Los niños se sentaron sobre almohadones en la gran escalera y fueron introduciéndose en el cuento.

Todos pueden acercarse a ti, Jesús, niño en el pesebre

La experiencia de los pastores también la podían hacer los visitantes: Ellos se sentían protegidos en sus limitaciones y debilidades, y aceptados por el Niño Jesús en el pesebre. Fue el verdadero secreto de esas horas, en que jóvenes y adultos, grandes y pequeños, sintieron un cobijamiento especial. Una oración en común fue expresión de ello:

"Todos pueden acercarse a ti, Jesús, Niño en el pesebre.
Pastores y reyes, fuertes y débiles, sanos y enfermos,
Los que te buscan y también aquellos que ya te encontraron.
Todos pueden acercarse a ti, Jesús, niño en el pesebre, también yo"

"El secreto del pesebre es un secreto de Amor. El Padre me ama. Eso me dice a gritos el pesebre", dijo una vez el Padre Kentenich. Este también fue el mensaje de esta hora navideña en Liebfrauenhöhe.

Yo puedo llevar a todos hacia ti, Jesús, Niño en el pesebre.

Cerca de 750 visitantes llenaron la Iglesia en ese mediodía. ¡En realidad fueron muchos más! La gente podía escribir lo que estaba en su corazón o le preocupaba especialmente. Así fue: "Yo puedo llevar a todos hacia ti, Jesús, niño en el pesebre" Los niños llevaron luego las esquelas al pesebre: fueron recogidas por pastores que pasaron por los bancos. Alguien dijo después: "fue una imagen maravillosa: el señor Semmelmann, que iba delante guiando la columna de chicos con los pastores, llevó a su propio hijo (Domink de 5 años) de la mano. En la otra sostenía el cayado al que se aferraban otros niños y cada vez que lo miraba me admiraba"

"¡Esto debe estar sin falta en la televisión!"

Al final los niños recibieron de regalo una foto del pesebre. Muchos adultos dijeron: "nosotros también somos niños" y pidieron la foto.

La Hna. M. Charissa agradeció a todos los que habían ido al concierto navideño y los invitó a un té con galletitas de Navidad en el gimnasio. Aunque muchos tenían un largo camino de regreso a casa, aceptaron la invitación. Ya estaba oscuro cuando el gimnasio quedó vacío. Una pareja mayor estaba tan entusiasmada, que dijo: "Esto fue hermoso. Esto debe estar sin falta en la televisión!" Y una familia expresó: "Volveremos la semana próxima. Le vamos a regalar los cantos navideños al abuelo y a la abuela para Navidad. Los traeremos con nosotros."

Traducción: Rosa Espinoso, Bariloche, Argentina/hma



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Last Update: 05.02.2004 Mail: Editor /Webmaster
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