Una cantidad de fieles en Ouro Preto, Brasil: Rosario de hombres, dos veces por año con invitación abierta a las esposas a participar A crowd of praying people in Ouro Preto, Brazil: Rosary of Men, twice the year open for their wives to participate Eine betende Menge in Ouro Preto, Brasilien: Rosenkranz für Männer, an dem zweimal im Jahr die Ehefrauen teilnehmen können Foto: Pontes © 2004

BRASIL/PARAGUAY, P. José Pontes/mkf. En el Santuario Joven en Asunción, Paraguay, el Padre José Pontes dirige el Santo Rosario para hombres el primer viernes de cada mes, a las 6.25 hs. Espera que el numero crecerá, que se reunirán más y más hombres que no tienen vergüenza de rezar el Rosario. Una experiencia del norte de Brasil, una especie de "explosión" del Rosario es el origen de su optimismo.

Unos cinco días de cada mes, el P. José Pontes, de Asunción, trabaja en San Pablo, Brasil, y en otros lugares de ese país. El P. Miguel, el sacerdote portugués responsable, lo invitó a pasar dos semanas en Ouro Preto, Recife, en el norte de Brasil, para predicar algunos retiros y ver la "casi conclusión" de las obras del salón multiuso, junto al Santuario, por el que el P. José trabajó afanosamente buscando "aliados en la oración" para que se concretara ese proyecto tan necesario para una Familia multitudinaria como lo es la de Recife. Pero lo más impresionante es la "explosiva" difusión del Rosario de los hombres. Todos los martes desde las 19.30 hasta las 20.45 hs, más de quinientos hombres y jóvenes se reúnen para rezar el rosario mientras sus esposas los acompañan desde sus hogares. 

Hace siete años eran sólo ocho. En noviembre de 2001 llegaron a cien y después se produjo el crecimiento explosivo... que ya fue motivo de reportajes por televisión y diarios de mucha circulación.

Pero hay más. El ejemplo cundió en otras parroquias y capillas (cincuenta y dos en total) y hoy alrededor de cinco mil hombres se reúnen semanalmente para rezar el rosario.

Dos veces al año, una en mayo y otra en octubre, en el Santuario de Recife se hace una invitación abierta a las esposas para participar, - lo que ocurrió cuando estuvo allá el P. José Pontes - y se reunieron mil doscientas personas.

Esperemos que un día eso también pueda ocurrir los primeros viernes en el Santuario Joven... y más allá.

Verdaderamente Ella es la gran misionera… Ella obrará milagros.