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 published: 2004-01-13

Regalando luz y compromiso a la Iglesia

Vestición de cinco Hermanas de María a la sombra del Santuario de Schoenstatt en Milwaukee, Estados Unidos

Las novicias durante la celebración

The novices in bridal white, during the celebration.

Die Novizinnen in ihren weißen Kleidern am Beginn der Feier

 

Tapa de la invitación

Front  of the invitation

Einladungskarte

 
 

En procesión al Santuario

Novices process to shrine

In Prozession zum Heiligtum

 
 

Las nuevas hermanas en el Santuario

Novices in shrine

Die neuen Schwestern im Heiligtum

 
 

Monseñor Dolan con Hna. Jennifer y su madre; con la Hna Emily desde Nebraska.

Archbishop Dolan congratulates Novice Jennifer and her mother at the dinner. Sr. M. Emily of Nebraska shares the congratulations

Erzbischof Timothy Dolan gratuliert Novizin Sr. Jennifer und ihrer Mutter beim Festessen; Sr. Emily aus Nebraska reiht sich ein.

 

Bailes de Irlandia

The Stephenson sisters perform Irish dances

Irische Tänze, aufgeführt von der Geschwistern Stephensen

 
 

Juventud Femenina de Minnesota

Minnesota youth congratulate

Glückwunsch der Mädchenjugend aus Minnesota

 

Hna Iris María con su tía

Novice Iris Maria and aunt

Novizin Iris Maria mit ihrer Tante

Fotos: Swedzinski © 2004

 
 

Amigos de Ecuador con la Hna Maria Elena

Friends from Ecuador with Sr. Maria Elena

Freunde aus Ecuador mit Sr. Maria Elena

Foto: Santos © 2004

 

 

 

EUA, Hna. Jean Frisk. El 10 de enero de 2004 el Arzobispo de Milwaukee, Monseñor Timothy M. Dolan, presidió la celebración en la cual cinco jóvenes recibieron el vestido de las Hermanas de María de Schoenstatt en la Iglesia de San Vicente Palloti-Este (antiguamente Parroquia de la Santa Cruz). Más de 500 invitados asistieron al momento en que la Hna. Iris Marie Barreto (Chicago), la Hna. M. Jennifer Carlson, la Hna. M. Catherine Ditto, la Hna. Cara Maria Hubly (Minnesota) y la Hna. María Elena Vilches (Ecuador) recibieron los símbolos de vida consagrada del Instituto Secular de las Hermanas de María de Schoenstatt.

Fue el deseo de las novicias que su vestición tuviese lugar lo más cerca posible del Santuario donde el Fundador de Schoenstatt, el Padre José Kentenich, pasó casi catorce años de su vida. En el mes de octubre de 2004 se celebra el aniversario de Oro de este Santuario. El Fundador celebró aniversarios trascendentales en la Iglesia de la Santa Cruz, como por ejemplo su jubileo de oro de ordenación sacerdotal en 1960. También estuvo presente allí para celebraciones como las que se realizaron en honor de la canonización de San Vicente Pallotti.

El día previo a la recepción, los grandes y suaves copos de nieve llamaron la atención de los visitantes de Ecuador y Austin, Texas, muchos de los cuales vieron nevar por primera vez. El día mismo de la recepción, el blanco del paisaje invernal y los variados arreglos de lirios, rosas y claveles blancos, hacían resaltar el blanco nupcial de las novicias. Las decoraciones navideñas todavía presentes allí aportaron al clima festivo de la celebración.

"Eres el alma de mi alma"

"Eres el alma de mi alma" fue el lema escogido por las novicias para ese día. Para su tarjeta de invitación, utilizaron una fotografía de la Cruz de la Unidad – María contemplando el rostro de Jesús mientras en sus manos sostiene el cáliz dirigido hacia el costado abierto de Cristo.

El coro de las Hermanas guió los cantos. Además unas jóvenes de Ecuador y Estados Unidos cantaron himnos de la Juventud Femenina para sus amigas, que serían recibidas solemnemente por la Comunidad de las Hermanas de María de Schoenstatt.

La homilía de Monseñor Dolan fue una singular alabanza a Dios por las grandes obras que ha realizado a través del llamado de estas cinco jóvenes. El Arzobispo comenzó diciendo: "Esta hermosa y alegre ceremonia de recepción me brinda la oportunidad de elogiar al Movimiento de Schoenstatt como fermento, luz y bendición para la Arquidiócesis de Milwaukee". A continuación, mencionó todas las ramas poniendo de relieve así las numerosas vocaciones por medio de las cuales el Movimiento le aporta luz y compromiso a la Iglesia. Agradeció a los padres y familiares de quienes serían recibidas entre las Hermanas expresando: Es una tentación pensar en vista a las grandes cosas que estas jóvenes están haciendo por Dios. "Podemos contemplarlas con admiración y asombro"; podemos agradecer su entrega de hoy a Dios y a Su Iglesia" –donándose por amor y a través de un vínculo nupcial. El motivo central para la gratitud y alabanza de hoy es lo que Dios ha obrado en ellas.

¡Regocíjate Madre Iglesia!

El arzobispo citó las palabras del Beato Juan XXIII en la apertura del Concilio Vaticano II: Gaudet Mater ecclesia ¡Alégrate Madre Iglesia! Estas jóvenes han recibido abundantes gracias, bendiciones, misericordia y salvación. Han sido llamadas para la misericordia, la gracia, la bendición y para compartir sus virtudes y talentos. Luego habló de las mujeres santas de las Sagradas Escrituras que se regocijaron en el poder de Dios.

¡El Magnificat de María se repite aquí también! El Evangelio de la Anunciación fue leído cinco veces durante el tiempo de Navidad, pero nunca nos cansamos de escucharlo puesto que alude al momento crucial de nuestra salvación, la Encarnación, jamás nos cansamos de oír acerca de la obediencia, el amor, la confianza y la humildad de la Santísima Virgen. ¡Y esto es lo que está sucediendo hoy aquí! El verbo se hace carne en ti hoy día.

Un tabernáculo ambulante, una iglesia ambulante

El Arzobispo se dirigió a las novicias como santuarios vivos, caminantes – como el Santuario de Schoenstatt próximo a ese lugar. Y afirmó: "¡Yo amo ese Santuario!" Muy a menudo me detengo allí a rezar. La Presencia ahí es viva, real, cálida, un recordatorio tangible de la presencia de Dios… Dios está con nosotros - está con nosotros en ese Santuario. Dirigiéndose a las novicias, expresó: "Ustedes se transforman hoy en un Santuario andante, un tabernáculo andante, una Iglesia andante. Al mirarlas, vemos el Santuario, la Iglesia, un ejemplo vivo de la Encarnación! La Encarnación sigue repitiéndose hoy día. Todos precisamos el recordatorio, tangible y visible. Todos estamos llamados a ser alter Christus, altera Maria.

Luego de la Santa Misa, las novicias se dirigieron en procesión al Santuario junto

con el Arzobispo, los sacerdotes presentes y el Consejo Provincial de las Hermanas. Inmediatamente después le siguió un almuerzo formal en el hall.

Por la tarde, en el Centro Internacional de Schoenstatt en Waukesha, se llevó a cabo un programa para los jóvenes que participaron de la ceremonia de Vestición. A la noche, la Juventud Femenina de diversos lugares organizó un programa festivo para las novicias y sus familias. Cantos, bailes típicos de diversos países y muchas risas llenaron el salón de conferencias de la Casa Provincial de las Hermanas.

Traducción: Angie Santos, Houston,Texas, USA/ mcb



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Last Update: 05.02.2004 Mail: Editor /Webmaster
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